Ex gobernador de la provincia de Palena ,Juan Aguila acusa a autoridades de gobierno de trato indigno
OPINIÓN
REFLEXIONES DE UN DESPLAZADO
El suscrito es un desplazado de la Comuna de Chaitén, que sufrió en carne propia todas las consecuencias del desastre provocado por el Volcán del mismo nombre. Dejé la casa donde vivía tranquilamente, salí de la zona sin sacar más allá de lo puesto, fui el “ultimo en salir”, mi familia está viviendo en una casa ajena y mis hijas están en un colegio nuevo, etc.
Cualquier persona que lee estas líneas pensaría que es un ciudadano más, que ha sido victima de este desastre natural, pero más allá de este denominador común -con más de 8.000 personas- cabe señalar que soy una ex autoridad de Gobierno y que le tocó jugar un rol importante en el manejo de esta situación, antes, durante y después.
Antes de continuar debo manifestar la infinita gratitud y lealtad con nuestra Presidenta de la República, Sra. Michelle Bachelet Jeria, quien me dio la oportunidad de servir en su Gobierno, del cual me siento muy orgulloso por lo reformador, comprometido y por lo que representa.
Hago esta acotación para que no se confundan mis palabras, que naturalmente hoy tienen ese tono de resentimiento por como he sido tratado por aquellos que en alguna oportunidad fueron mis pares y/o mis superiores.
Durante todo el período que me toco estar en el cargo de Gobernador de la Provincia de Palena, lo hice con la honestidad y con la dignidad con que se deben ejercer estos cargos y soy un convencido que la gestión que encabece durante el año y 5 meses fue buena, en relación a mis ex colegas, sobre todo para alguien tan joven y que tenia su primera experiencia en un cargo de relevancia.
Hoy en día cuando ocupo otro rol en la sociedad, debo decir que he sido mal tratado y lo digo con todas sus letras, esto incluye, llamadas telefónicas sin respuesta, promesas incumplidas, solicitudes que quedan en nada y lo que ha colmado mi paciencia, el maltrato y humillación, tanto por personeros de Gobierno como de agentes políticos, algunos ejemplos: no se me han cancelado los viáticos ni mis vacaciones, tampoco se me permitió ingresar a buscar mis cosas cuando lo solicité; como si esto fuera poco la compañía de seguros no ha cumplido como se esperaba, con suerte podré sacar mis bienes dentro del mes de agosto.
Como ciudadano común, jefe de familia, se aspira a tener a lo menos un trato digno. Fui autoridad de Gobierno, por lo que hubiese esperado a lo menos alguna consideración, sobre todo cuando entregue todo lo que tenia, espiritual y materialmente.
Para finalizar deseo transmitir mi comprensión y simpatía con quienes están sufriendo el maltrato, la desorganización y el abuso que algunas autoridades cometen con ellos en el día a día. Es sano y justo para nuestra sociedad que se haga sentir la molestia y el desamparo de muchos, contando sus dramas y penas, sin duda que el reconocimiento de los errores, nos hará mejor personas.
Para aquellos que fuimos autoridades y para los que aún las son, sabemos y tenemos claro que este oficio es “sin llorar”, pero también tenemos claro que en el mundo del servicio público existe mucho resentimiento, porque son varios los que han enfrentado situaciones similares y muchos más los que actúan con venganza y buscan dentro del mismo sistema hacerse daño.
Esto lo comento con el fin de aclarar a la opinión pública que -muchas veces- no comprenden las actitudes de personas que están dentro del servicio público o en la política partidaria y que han visto o han sido victimas de acciones infames de estos personajes. Con estas actitudes lo único que generamos es un circulo vicioso, “si me hacen daño, bueno tendré la oportunidad de devolverlo, la política siempre da revancha”.
En fin, sólo puedo decir que estar en el servicio público no puede terminar con la famosa frase “el pago de Chile”.
REFLEXIONES DE UN DESPLAZADO
El suscrito es un desplazado de la Comuna de Chaitén, que sufrió en carne propia todas las consecuencias del desastre provocado por el Volcán del mismo nombre. Dejé la casa donde vivía tranquilamente, salí de la zona sin sacar más allá de lo puesto, fui el “ultimo en salir”, mi familia está viviendo en una casa ajena y mis hijas están en un colegio nuevo, etc.
Cualquier persona que lee estas líneas pensaría que es un ciudadano más, que ha sido victima de este desastre natural, pero más allá de este denominador común -con más de 8.000 personas- cabe señalar que soy una ex autoridad de Gobierno y que le tocó jugar un rol importante en el manejo de esta situación, antes, durante y después.
Antes de continuar debo manifestar la infinita gratitud y lealtad con nuestra Presidenta de la República, Sra. Michelle Bachelet Jeria, quien me dio la oportunidad de servir en su Gobierno, del cual me siento muy orgulloso por lo reformador, comprometido y por lo que representa.
Hago esta acotación para que no se confundan mis palabras, que naturalmente hoy tienen ese tono de resentimiento por como he sido tratado por aquellos que en alguna oportunidad fueron mis pares y/o mis superiores.
Durante todo el período que me toco estar en el cargo de Gobernador de la Provincia de Palena, lo hice con la honestidad y con la dignidad con que se deben ejercer estos cargos y soy un convencido que la gestión que encabece durante el año y 5 meses fue buena, en relación a mis ex colegas, sobre todo para alguien tan joven y que tenia su primera experiencia en un cargo de relevancia.
Hoy en día cuando ocupo otro rol en la sociedad, debo decir que he sido mal tratado y lo digo con todas sus letras, esto incluye, llamadas telefónicas sin respuesta, promesas incumplidas, solicitudes que quedan en nada y lo que ha colmado mi paciencia, el maltrato y humillación, tanto por personeros de Gobierno como de agentes políticos, algunos ejemplos: no se me han cancelado los viáticos ni mis vacaciones, tampoco se me permitió ingresar a buscar mis cosas cuando lo solicité; como si esto fuera poco la compañía de seguros no ha cumplido como se esperaba, con suerte podré sacar mis bienes dentro del mes de agosto.
Como ciudadano común, jefe de familia, se aspira a tener a lo menos un trato digno. Fui autoridad de Gobierno, por lo que hubiese esperado a lo menos alguna consideración, sobre todo cuando entregue todo lo que tenia, espiritual y materialmente.
Para finalizar deseo transmitir mi comprensión y simpatía con quienes están sufriendo el maltrato, la desorganización y el abuso que algunas autoridades cometen con ellos en el día a día. Es sano y justo para nuestra sociedad que se haga sentir la molestia y el desamparo de muchos, contando sus dramas y penas, sin duda que el reconocimiento de los errores, nos hará mejor personas.
Para aquellos que fuimos autoridades y para los que aún las son, sabemos y tenemos claro que este oficio es “sin llorar”, pero también tenemos claro que en el mundo del servicio público existe mucho resentimiento, porque son varios los que han enfrentado situaciones similares y muchos más los que actúan con venganza y buscan dentro del mismo sistema hacerse daño.
Esto lo comento con el fin de aclarar a la opinión pública que -muchas veces- no comprenden las actitudes de personas que están dentro del servicio público o en la política partidaria y que han visto o han sido victimas de acciones infames de estos personajes. Con estas actitudes lo único que generamos es un circulo vicioso, “si me hacen daño, bueno tendré la oportunidad de devolverlo, la política siempre da revancha”.
En fin, sólo puedo decir que estar en el servicio público no puede terminar con la famosa frase “el pago de Chile”.
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