Gobierno no cumplió el acuerdo con la Asociación de Empleados Municipales.Por Carlos Bianchi, senador por la Región de Magallanes
En mi condición de Senador de Región extrema, quisiera representar el reclamo de los trabajadores de las comunas de dichas Regiones que vieron amenazada su bonificación de zona extrema, que alcanza en la actualidad a un 40 por ciento de sus remuneraciones.
El Gobierno en esta materia no respetó el acuerdo alcanzado con la ASEMUCH y deliberadamente pretendió derogar las disposiciones que dan lugar al pago de dicha bonificación, dejando esta materia como propia de la negociación comunal entre el Alcalde y sus trabajadores y no garantizada por ley como lo es en la actualidad.
Un reclamo que considero de relevancia es la absoluta falta de financiamiento de los municipios en nuestro país. Informes de la Contraloría y de la misma SUBDERE han dado cuenta del mal estado financiero de la mayoría de los municipios.
Hay una grave crisis de nuestro modelo organizacional e institucional y que en el proyecto de “modernización municipal” no se estaba dando una solución satisfactoria y profunda sino que solamente el Gobierno estaba intentando colocar nuevos “parches” a una situación que no soporta más dilación.
Este proyecto debió haber sido la oportunidad de crear una verdadera política de país en este ámbito y no simplemente un intento de quedarnos tranquilos por haber hecho algo que, sin embargo, nace ya con falencias y debilidades.
Hay un hecho importante. El proyecto tampoco daba solución a cientos, cientos de funcionarios que hoy se encuentran trabajando en los municipios de nuestro país en la figura a contrata o a honorarios, con una absoluta desprotección, que año tras año ven peligrar su fuente laboral. Este proyecto tampoco entregaba a eso una solución definitiva.
Para una verdadera modernización municipal, debe enfrentarse de fondo nuestro modelo de descentralización a través de los municipios. No puede ser que estos continúen siendo los parientes pobres del Estado central, que les colocan grandes cargas en sus espaldas, como la salud y la educación, por ejemplo, sin otorgarles al mismo tiempo el financiamiento para hacer frente en forma real a dichas obligaciones.
En cuanto a la carrera funcionaria, para que esta sea verdaderamente moderna, debe combinar una suficiente y adecuada estabilidad en el empleo para los funcionarios con procesos de calificación correctamente diseñados que estimulen la eficiencia y promuevan la excelencia y desechen efectivamente la ineficiencia. Aquí debe, de una vez por todas, primar criterios objetivos y de excelencia y dejar de imperar criterios ajenos a estos, como lo son los que privilegian los vínculos partidarios, familiares o de amistades.
Creo, además, que este sistema de calificación debe ser unitario y común para todos los municipios y no diferenciado y diseñado arbitrariamente por cada alcalde de las 345 municipalidades de nuestro país.
La carrera funcionaria debe ser estimulada y perfeccionada con un sistema de capacitación que mantenga a los funcionarios municipales en el primer nivel de gestión y conocimiento. Los municipios deben ser, no una empresa más, sino que DEBEN SER LA MEJOR EMPRESA. Para esto es que creo necesario crear UN CENTRO NACIONAL DE CAPACITACIÓN MUNICIPAL.
Otras materias que creo deben ser objeto de una verdadera modernización en los municipios son el establecimiento de un plan de desarrollo comunal que sirva como un instrumento o carta de navegación en las administraciones municipales.
Materias pendientes es la canalización de la participación ciudadana en los municipios.
Por esto es que considero necesario profundizar la discusión sobre la realidad de nuestros municipios. Hoy en día la ciudadanía quiere y exige cada vez más la descentralización efectiva y una participación mayor, fundamentalmente de la mano con los trabajadores.
Quisiera terminar con una reflexión sobre lo que debemos entender por modernización de nuestros municipios.
¿Modernizar hoy en día acaso consiste en dar inseguridad laboral a los trabajadores?
¿Modernizar hoy en día se entiende como descentralizar solo funciones y obligaciones y no recursos?
¿Una modernización efectiva se define, además, como el concentrar aún más poder en una sola figura como es el alcalde?
El actual proyecto de Gobierno entiende que todas estas preguntas deben responderse afirmativamente si queremos modernizar nuestros municipios.
Finalmente, no puedo estar más en desacuerdo con dicha idea de modernización. Respeto por los trabajadores es lo primero que este proyecto debió haber considerado. Y los derechos de los trabajadores.
Una auténtica, verdadera y efectiva descentralización de funciones y recursos y un justo equilibrio de poderes entre el alcalde, el concejo municipal y las organizaciones sociales y de trabajadores municipales, son los requisitos mínimos de una verdadera modernización y transformación de nuestros municipios.
El Gobierno en esta materia no respetó el acuerdo alcanzado con la ASEMUCH y deliberadamente pretendió derogar las disposiciones que dan lugar al pago de dicha bonificación, dejando esta materia como propia de la negociación comunal entre el Alcalde y sus trabajadores y no garantizada por ley como lo es en la actualidad.
Un reclamo que considero de relevancia es la absoluta falta de financiamiento de los municipios en nuestro país. Informes de la Contraloría y de la misma SUBDERE han dado cuenta del mal estado financiero de la mayoría de los municipios.
Hay una grave crisis de nuestro modelo organizacional e institucional y que en el proyecto de “modernización municipal” no se estaba dando una solución satisfactoria y profunda sino que solamente el Gobierno estaba intentando colocar nuevos “parches” a una situación que no soporta más dilación.
Este proyecto debió haber sido la oportunidad de crear una verdadera política de país en este ámbito y no simplemente un intento de quedarnos tranquilos por haber hecho algo que, sin embargo, nace ya con falencias y debilidades.
Hay un hecho importante. El proyecto tampoco daba solución a cientos, cientos de funcionarios que hoy se encuentran trabajando en los municipios de nuestro país en la figura a contrata o a honorarios, con una absoluta desprotección, que año tras año ven peligrar su fuente laboral. Este proyecto tampoco entregaba a eso una solución definitiva.
Para una verdadera modernización municipal, debe enfrentarse de fondo nuestro modelo de descentralización a través de los municipios. No puede ser que estos continúen siendo los parientes pobres del Estado central, que les colocan grandes cargas en sus espaldas, como la salud y la educación, por ejemplo, sin otorgarles al mismo tiempo el financiamiento para hacer frente en forma real a dichas obligaciones.
En cuanto a la carrera funcionaria, para que esta sea verdaderamente moderna, debe combinar una suficiente y adecuada estabilidad en el empleo para los funcionarios con procesos de calificación correctamente diseñados que estimulen la eficiencia y promuevan la excelencia y desechen efectivamente la ineficiencia. Aquí debe, de una vez por todas, primar criterios objetivos y de excelencia y dejar de imperar criterios ajenos a estos, como lo son los que privilegian los vínculos partidarios, familiares o de amistades.
Creo, además, que este sistema de calificación debe ser unitario y común para todos los municipios y no diferenciado y diseñado arbitrariamente por cada alcalde de las 345 municipalidades de nuestro país.
La carrera funcionaria debe ser estimulada y perfeccionada con un sistema de capacitación que mantenga a los funcionarios municipales en el primer nivel de gestión y conocimiento. Los municipios deben ser, no una empresa más, sino que DEBEN SER LA MEJOR EMPRESA. Para esto es que creo necesario crear UN CENTRO NACIONAL DE CAPACITACIÓN MUNICIPAL.
Otras materias que creo deben ser objeto de una verdadera modernización en los municipios son el establecimiento de un plan de desarrollo comunal que sirva como un instrumento o carta de navegación en las administraciones municipales.
Materias pendientes es la canalización de la participación ciudadana en los municipios.
Por esto es que considero necesario profundizar la discusión sobre la realidad de nuestros municipios. Hoy en día la ciudadanía quiere y exige cada vez más la descentralización efectiva y una participación mayor, fundamentalmente de la mano con los trabajadores.
Quisiera terminar con una reflexión sobre lo que debemos entender por modernización de nuestros municipios.
¿Modernizar hoy en día acaso consiste en dar inseguridad laboral a los trabajadores?
¿Modernizar hoy en día se entiende como descentralizar solo funciones y obligaciones y no recursos?
¿Una modernización efectiva se define, además, como el concentrar aún más poder en una sola figura como es el alcalde?
El actual proyecto de Gobierno entiende que todas estas preguntas deben responderse afirmativamente si queremos modernizar nuestros municipios.
Finalmente, no puedo estar más en desacuerdo con dicha idea de modernización. Respeto por los trabajadores es lo primero que este proyecto debió haber considerado. Y los derechos de los trabajadores.
Una auténtica, verdadera y efectiva descentralización de funciones y recursos y un justo equilibrio de poderes entre el alcalde, el concejo municipal y las organizaciones sociales y de trabajadores municipales, son los requisitos mínimos de una verdadera modernización y transformación de nuestros municipios.
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