Empresas chilenas comienzan investigación en biocombustibles
Chile importa el 98% del combustible que ocupa, por lo que es necesario diversificar la oferta energética y disminuir la dependencia que tiene el país es el propósito de las autoridades. Con este fin, Corfo convocó a Consorcios Tecnológicos Empresariales para que presentaran sus propuestas para la investigación en biocumbustible a partir de material lignocelulósico.
En términos simples, residuos lignocelulósicos son residuos del trigo, cereales o la poda de árboles frutales, paja o fibra de madera, que son sometidos a distintos procesos para finalmente convertirlos en combustible líquido.
Esta convocatoria nacional es una iniciativa de InnovaChile de Corfo, que considera soluciones innovadoras para lograr el desarrollo de la industria de producción de biocombustibles, a partir de la utilización de biomasa (organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos) forestal.
El primer llamado de este concurso favoreció a los consorcios tecnológicos empresariales Bionercel S.A. y Biocomsa S.A., los que recibirán $7.000 millones para invertir en proyectos de investigación.
El Ministro de Energía, Marcelo Tokman, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Carlos Álvarez, y el director ejecutivo de InnovaChile, Claudio Maggi, entregaron los resultados de la convocatoria y además valoraron que las universidades estén presenten en los consorcios para incentivar la transferencia de innovación a las empresas.
Los ganadores
Biocomsa S.A está integrado por Enap Refinería S.A, Consorcio Maderero S.A. y la Universidad de Chile. Este consorcio recibirá un aporte público a través de InnovaChile de Corfo de más de $1.048 millones, equivalente al 56% del costo total del proyecto, el cual bordea los $2.000 millones.
El objetivo de estas empresas y la institución académica es emprender soluciones y proyectos energéticos en Chile en el ámbito de la producción de biodiesel -que se fabrica a partir de aceites vegetales que pueden ser ya usados o sin usar- de segunda generación a partir de biomasa forestal.
El consorcio trabajará en profundizar los estudios de evaluación de biomasa, el desarrollo de cultivos bioenergéticos, la evaluación técnica y económica del proceso para que estas investigaciones abran el camino de la transferencia tecnológica.
“Constituirnos como empresa que reúne por un lado el ámbito científico, energético y forestal, nos permite enfrentar el tema de las soluciones bioenergéticas con una mirada más de fondo, requerida en este tipo de proyectos”, dijo Pablo Vargas, presidente del directorio de Biocomsa S.A.
El consorcio Bioenercel S.A. está integrado por la Universidad de Concepción, la Universidad Católica de Valparaíso, Fundación Chile, Arauco, Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, CMPC, y Masisa. Recibirá un aporte cercano a $3.000 millones, equivalente al 58% del costo total del proyecto que asciende a más de $5.000 millones.
El consorcio espera desarrollar un conjunto de proyectos que propongan una alternativa viable al problema energético del país, a partir de la adopción de tecnologías y formación de capacidades humanas que permitan implementar en Chile una industria de biocombustibles.
Además, Bioenercel considera la creación de infraestructura y acciones para la protección y comercialización de los resultados obtenidos.
"Chile es un país dependiente de la importación de combustibles y vemos que uno de nuestros principales recursos naturales, el forestal, es una gran alternativa. Por ello el principal objetivo de Bioenercel es lograr las condiciones para tener en nuestro país la primera planta productiva de bioetanol”, dice Jaime Baeza, coordinador del consorcio.
Este consorcio también se preocupará de la formación de capital humano, ya que, según Baeza, “es necesario para que estas sean exitosas”, además valoró el aporte de las universidades. “No hay conciencia en Chile del trabajo que hacen las instituciones académicas para el desarrollo del país. Nosotros queremos lograr la producción de etanol a partir de recursos forestales y serán muy importante sus ideas”, dijo el coordinador de Bioenercel.
Los consorcios se pondrán en marcha en el 2009, y tendrán un plazo de cinco años para presentar soluciones tecnológicas innovadoras, a partir de biomasa forestal, que alcancen altos niveles de impacto en la obtención de biocombustibles de última generación, mediante la adopción, transferencia y comercialización de sus resultados.
fuente: http://www.diariopyme.com
En términos simples, residuos lignocelulósicos son residuos del trigo, cereales o la poda de árboles frutales, paja o fibra de madera, que son sometidos a distintos procesos para finalmente convertirlos en combustible líquido.
Esta convocatoria nacional es una iniciativa de InnovaChile de Corfo, que considera soluciones innovadoras para lograr el desarrollo de la industria de producción de biocombustibles, a partir de la utilización de biomasa (organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos) forestal.
El primer llamado de este concurso favoreció a los consorcios tecnológicos empresariales Bionercel S.A. y Biocomsa S.A., los que recibirán $7.000 millones para invertir en proyectos de investigación.
El Ministro de Energía, Marcelo Tokman, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Carlos Álvarez, y el director ejecutivo de InnovaChile, Claudio Maggi, entregaron los resultados de la convocatoria y además valoraron que las universidades estén presenten en los consorcios para incentivar la transferencia de innovación a las empresas.
Los ganadores
Biocomsa S.A está integrado por Enap Refinería S.A, Consorcio Maderero S.A. y la Universidad de Chile. Este consorcio recibirá un aporte público a través de InnovaChile de Corfo de más de $1.048 millones, equivalente al 56% del costo total del proyecto, el cual bordea los $2.000 millones.
El objetivo de estas empresas y la institución académica es emprender soluciones y proyectos energéticos en Chile en el ámbito de la producción de biodiesel -que se fabrica a partir de aceites vegetales que pueden ser ya usados o sin usar- de segunda generación a partir de biomasa forestal.
El consorcio trabajará en profundizar los estudios de evaluación de biomasa, el desarrollo de cultivos bioenergéticos, la evaluación técnica y económica del proceso para que estas investigaciones abran el camino de la transferencia tecnológica.
“Constituirnos como empresa que reúne por un lado el ámbito científico, energético y forestal, nos permite enfrentar el tema de las soluciones bioenergéticas con una mirada más de fondo, requerida en este tipo de proyectos”, dijo Pablo Vargas, presidente del directorio de Biocomsa S.A.
El consorcio Bioenercel S.A. está integrado por la Universidad de Concepción, la Universidad Católica de Valparaíso, Fundación Chile, Arauco, Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, CMPC, y Masisa. Recibirá un aporte cercano a $3.000 millones, equivalente al 58% del costo total del proyecto que asciende a más de $5.000 millones.
El consorcio espera desarrollar un conjunto de proyectos que propongan una alternativa viable al problema energético del país, a partir de la adopción de tecnologías y formación de capacidades humanas que permitan implementar en Chile una industria de biocombustibles.
Además, Bioenercel considera la creación de infraestructura y acciones para la protección y comercialización de los resultados obtenidos.
"Chile es un país dependiente de la importación de combustibles y vemos que uno de nuestros principales recursos naturales, el forestal, es una gran alternativa. Por ello el principal objetivo de Bioenercel es lograr las condiciones para tener en nuestro país la primera planta productiva de bioetanol”, dice Jaime Baeza, coordinador del consorcio.
Este consorcio también se preocupará de la formación de capital humano, ya que, según Baeza, “es necesario para que estas sean exitosas”, además valoró el aporte de las universidades. “No hay conciencia en Chile del trabajo que hacen las instituciones académicas para el desarrollo del país. Nosotros queremos lograr la producción de etanol a partir de recursos forestales y serán muy importante sus ideas”, dijo el coordinador de Bioenercel.
Los consorcios se pondrán en marcha en el 2009, y tendrán un plazo de cinco años para presentar soluciones tecnológicas innovadoras, a partir de biomasa forestal, que alcancen altos niveles de impacto en la obtención de biocombustibles de última generación, mediante la adopción, transferencia y comercialización de sus resultados.
fuente: http://www.diariopyme.com
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