Muestras paralelas de Ruiz, Bresson y Rejtman trae el Festival de Cine Internacional de Valdivia 2008

De Raúl a Raoul: El cine de Ruiz antes del exilio
El misterio respecto al cine de Raúl Ruiz -inacabable y que sólo parece crecer con el pasar de los años- tiene un origen, un inicio, un punto de fuga: sus películas chilenas. Se trata de películas extraviadas, difíciles de encontrar o, una vez halladas, no existen realmente: no están terminadas, están terminadas a medias o están guardadas en la solitaria bodega de una cinemateca europea.
No es sólo culpa de décadas de descuido institucional con la memoria cinematográfica; el incesante deseo de filmar de Ruiz (que sigue sin detenerse y todavía lo tiene produciendo cuatro o cinco películas al año) muchas veces significó un descuido o desapego por la obra terminada. En la cabeza de director chileno siempre la mejor película es la que está por filmarse. Es así como al programar esta muestra de cinco cintas del periodo chileno de Ruiz (1964-1973), tres tuvieron que obtenerse de archivos extranjeros, y cada una de ella casi parece un secuestro ideológico y una declaración de principios de naciones extranjeras respecto a su propia identidad. Las películas que se exhibirán son: El Realismo Socialista, La Maleta, Tres Tristes Tigres, Nadie dijo nada y La Colonia Penal.

Perspectiva Bresson
El cine de Robert Bresson pareciera ser sobre el equilibrio de lo que se muestra y lo que se intuye. En su obra, que abarca más de cuarenta años y trece largometrajes, este cineasta francés – tal vez el más influyente director que haya salido de ese país, junto a Jean-Luc Godard – busca crear en la cinematografía un nuevo lenguaje para comunicar lo trascendente, lo esencial. En su estilo tan propio, meticuloso, y ascético, distingue la diferencia entre el cine y el teatro, removiendo la idea de la “representación” actoral consciente y reemplazándola con el uso de elementos cinematográficos – la composición y montaje de imágenes y sonidos – como método de expresión. La cámara, en ese contexto, pasa a ser un testigo subjetivo, no omnisciente, que ve y oye desde un punto de vista real y humano. A través de su filmografía, homenajeada en Cannes este año y la que deja una particular marca en cineastas de nuestro país como Matías Bize y José Luis Torres Leiva, depura el uso de la voz en off y la contención de emociones. De esta forma, este director austero crea un cine paradójico, en el que el negar la emoción crea obras sobrecogedoras, el minimalismo se transforma en plenitud, le retención de información origina densidad narrativa y la atención a lo que él mismo llamó la “superficie de trabajo” produce una profundidad inagotable. En esta ocasión presentaremos Mouchette, Au Hasard Balthazar, Pickpocket, Le Procès de Jeanne D'arc y Lancelot Du Lac.
Sutilmente Rejtman
Cineasta, escritor, guionista, el bonaerense Martín Rejtman es considerado uno de los precursores del Nuevo Cine Argentino. Desde su primer largometraje, Rapado (1992), basado en el libro homónimo de su autoría y señalado como un hito en el cine argentino, ya deja notar algunos rasgos propios de su propuesta, a saber, el laconismo, un distanciado sentido del humor, la capacidad de crear universos cerrados, ausentes de grandes metáforas, la economía de recursos. Desde entonces también, Rejtman empieza a ser notado en el circuito internacional, estrenando en Locarno, exhibiendo en Rótterdam y La Habana. Silvia Prieto, Copacabana, Rapado y Los Guantes Mágicos se exhibirán en Aula Magna UACh y Teatro Lord Cochrane, mientras que las dos muestras anteriores se realizarán en la sala del Cine Club UACh.