CEPAL DESTACA VENTAJAS DEL BIOETANOL DE CAÑA DE AZÚCAR POR SOBRE OTROS BIOCOMBUSTIBLES
La eficiencia energética y su reducido efecto sobre la seguridad alimentaria son las principales ventajas del bioetanol de caña de azúcar sobre biocombustibles como el etanol de maíz.
Así lo concluye el libro “Bioetanol de caña de azúcar: Energía para el desarrollo sostenible”, elaborado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y el Centro de Gestión de Estudios Estratégicos (CGEE) de Brasil, CEPAL y la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El documento fue solicitado por el Presidente de Brasil Luis Inácio Da Silva, y presentado hoy conjuntamente por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, y representantes de las instituciones mencionadas en el marco de la “Conferencia Internacional sobre biocombustibles: Los biocombustibles como vector del desarrollo sostenible”. El encuentro, organizado por el gobierno de Brasil, se desarrolla en Sao Paulo hasta el próximo 21 de noviembre.
La relevancia de compartir la experiencia del exitoso programa de bioetanol de caña de azúcar de Brasil con países en desarrollo con zonas tropicales y subtropicales fue destacada en el evento. Además de detallar sus características y aportes al desarrollo sostenible, el texto presenta sus ventajas para transformarse en un producto global así como algunos principios a considerarse en el diseño de políticas relacionadas a los biocombustibles.
El texto aporta al debate sobre el potencial y las limitaciones de la producción de etanol de caña de azúcar, y en él se asume la importancia de aplicar medidas que aseguren el desarrollo de un mercado competitivo sin comprometer la seguridad alimentaria.
La producción de bioetanol de caña, tal como se hace en Brasil y otros países con disponibilidad de tierras, afecta poco la producción de alimentos ya que ocupa un área reducida si se compara con la utilizada para producir alimentos y en la expansión de las actividades agrícolas.
Luego de la presentación del libro, Alicia Bárcena, participó en la mesa redonda “Biocombustibles y Sustentabilidad: Seguridad alimentaria, generación de renta y desafíos para los ecosistemas”. Allí sostuvo que el desarrollo del mercado de biocombustibles precisa una política integral que incluya a los sectores energético, medioambiental, comercial, financiero, agrícola, social, industrial y tributario.
Además, según dijo, deben definirse indicadores de desempeño sobre los aportes de cada área y de los costos en que eventualmente se puede incurrir. Y enfatizó que la promoción de políticas de investigación, desarrollo e innovación es central para avanzar hacia un paradigma energético alternativo al de la energía fósil sin afectar la producción de alimentos, con bajo impacto ambiental y elevada competitividad energética y económica.
En ese sentido destacó la visión estratégica que tuvo Brasil al ocuparse de la mitigación de los impactos ambientales en las distintas fases de producción agrícola y agroindustrial, y que le permiten ser hoy el líder mundial en la producción de etanol de caña, un biocombustible limpio, renovable, con los mejores balances en términos energéticos y ambientales entre las alternativas disponibles.
Así lo concluye el libro “Bioetanol de caña de azúcar: Energía para el desarrollo sostenible”, elaborado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y el Centro de Gestión de Estudios Estratégicos (CGEE) de Brasil, CEPAL y la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El documento fue solicitado por el Presidente de Brasil Luis Inácio Da Silva, y presentado hoy conjuntamente por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, y representantes de las instituciones mencionadas en el marco de la “Conferencia Internacional sobre biocombustibles: Los biocombustibles como vector del desarrollo sostenible”. El encuentro, organizado por el gobierno de Brasil, se desarrolla en Sao Paulo hasta el próximo 21 de noviembre.
La relevancia de compartir la experiencia del exitoso programa de bioetanol de caña de azúcar de Brasil con países en desarrollo con zonas tropicales y subtropicales fue destacada en el evento. Además de detallar sus características y aportes al desarrollo sostenible, el texto presenta sus ventajas para transformarse en un producto global así como algunos principios a considerarse en el diseño de políticas relacionadas a los biocombustibles.
El texto aporta al debate sobre el potencial y las limitaciones de la producción de etanol de caña de azúcar, y en él se asume la importancia de aplicar medidas que aseguren el desarrollo de un mercado competitivo sin comprometer la seguridad alimentaria.
La producción de bioetanol de caña, tal como se hace en Brasil y otros países con disponibilidad de tierras, afecta poco la producción de alimentos ya que ocupa un área reducida si se compara con la utilizada para producir alimentos y en la expansión de las actividades agrícolas.
Luego de la presentación del libro, Alicia Bárcena, participó en la mesa redonda “Biocombustibles y Sustentabilidad: Seguridad alimentaria, generación de renta y desafíos para los ecosistemas”. Allí sostuvo que el desarrollo del mercado de biocombustibles precisa una política integral que incluya a los sectores energético, medioambiental, comercial, financiero, agrícola, social, industrial y tributario.
Además, según dijo, deben definirse indicadores de desempeño sobre los aportes de cada área y de los costos en que eventualmente se puede incurrir. Y enfatizó que la promoción de políticas de investigación, desarrollo e innovación es central para avanzar hacia un paradigma energético alternativo al de la energía fósil sin afectar la producción de alimentos, con bajo impacto ambiental y elevada competitividad energética y económica.
En ese sentido destacó la visión estratégica que tuvo Brasil al ocuparse de la mitigación de los impactos ambientales en las distintas fases de producción agrícola y agroindustrial, y que le permiten ser hoy el líder mundial en la producción de etanol de caña, un biocombustible limpio, renovable, con los mejores balances en términos energéticos y ambientales entre las alternativas disponibles.
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