La osteopatía

Hoy en día la osteopatía es una disciplina reconocida y forma parte de pleno derecho de la medicina oficial en Estados Unidos y varios países de la Commonwealth (léase, Mancomunidad de Naciones). Se estudia en las universidades como titulación independiente (Osteopaths) o como especialidad de la medicina (Osteopathic Physicians), sus servicios son prestaciones incluidas en el sistema de salud y sus profesionales están sujetos a una estricta regulación. En otros países, como Francia, Suiza y Bélgica reconocen la osteopatía y están pendientes de desarrollar y regular esta profesión sanitaria. En España la osteopatía es una gran desconocida tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes y la sociedad en general. Sirvan las siguientes líneas para crear la inquietud por conocer una de las medicinas complementarias de nuestro país y que llama con fuerza a la puerta del reconocimiento social y oficial. Para ello contamos con la colaboración de Arrate Pinto Carral, fisioterapeuta, profesora de fisioterapia de la Universidad de León y, por supuesto, osteópata.

Arrate Pinto, ¿podemos empezar por explicar que es la osteopatía?.
La osteopatía es una opción más para mantener la salud, prevenir la enfermedad y recuperar alteraciones corporales. Al igual que la homeopatía o la acupuntura, es una disciplina de enfoque “holístico” o “global”. Realizar un enfoque global de la salud implica comprender que la alteración de una zona corporal puede afectar al resto del organismo y que para mantener o alcanzar un estado salud es necesario contemplar el conjunto.

¿De qué manera la osteopatía puede ser útil para prevenir la enfermedad y recuperar la salud perdida?.
La osteopatía aborda lo que se conoce como “alteraciones funcionales del organismo”, es decir, actúa sobre aquellos tejidos (músculos, articulaciones, ligamentos, etc.) que han perdido su capacidad fisiológica y su capacidad de moverse con normalidad. Las alteraciones de la estructura y de la movilidad de los tejidos se traducen en una alteración en la función de los mismos. Uno de los principios fundamentales de la osteopatía es el de recuperar la movilidad de los tejidos y así tratar de influir en el correcto funcionamiento circulatorio, endocrino y neurológico del organismo solicitando los mecanismos de autorregulación y la capacidad del cuerpo de recuperar su estado de salud. La osteopatía atiende por tanto a aquellas disfunciones donde la medicina ortodoxa no encuentra necesariamente una patología ni enfermedad. Se centra en recuperar la movilidad de aquellas disfunciones que puedan influir en que el cuerpo recupere por sí mismo un mayor estado de salud y equilibrio. La osteopatía también considera aspectos de la salud que comparte con otras medicinas dichas holísticas y que influyen sobre el estado de salud, como la dieta del paciente o su situación socio laboral, por ejemplo.

Si lo he entendido bien, la osteopatía intenta recuperar la movilidad pérdida y de esta manera permitir o facilitar la “autocuración”.
Si, manualmente el osteópata aplica cualquiera de los procedimientos que conoce con el fin de recuperar la función de los tejidos de su paciente y de esta manera facilitar la curación.

Me estás hablando de manipulación manual, de una terapia física. ¿Qué es lo que os diferencia de otros profesionales de la salud que utilizan también las manos para curar?.
En sus tratamientos los osteópatas emplean procedimientos principalmente manuales, al igual que otro tipo de profesionales no osteópatas, como por ejemplo los médicos de medicina ortopédica y manual, los quiroprácticos o los fisioterapeutas. Pero una primera diferencia estriba en que los osteópatas no sólo trabajan sobre articulaciones y músculos, sino también sobre zonas viscerales, fluctuación de líquidos y tejido conjuntivo en general. Además la osteopatía posee una codificación propia de manipulaciones, que se caracterizan por una metodología concreta. Estas manipulaciones osteopáticas son de una alta precisión, lo cual evita el uso de la fuerza por parte del que las aplica, resultando de gran suavidad. El osteópata correctamente formado no fuerza nunca el cuerpo, siendo éste uno de sus criterios a la hora de actuar. Y la segunda diferencia, con otros profesionales, es que la osteopatía no atiende sólo a los síntomas, sino que trata de eliminar la causa de los trastornos del paciente contando con el poder de homeostasis, de autorregulación del cuerpo.

¿Cuales son los principales motivos de consulta a un osteópata?.
Las principales quejas que atiende la osteopatía hoy en día en nuestro entorno suelen estar relacionadas con problemas dolorosos a nivel músculo-esquelético: dolor de espalda, ciática, tendinitis, esguinces… Pero la osteopatía tiene un alcance bastante más amplio de lo que se conoce y abarca muchas otras alteraciones de la salud, puesto que con sus tratamientos intenta influir, no sólo a nivel del aparato locomotor, sino en la buena función del organismo en general. Son, entre otras, dolencias menos demandadas en nuestro país, pero de posible abordaje mediante esta disciplina, el dolor de cabeza, las sinusitis o infecciones crónicas de vías respiratorias superiores, los problemas mandibulares, el vértigo, el asma, los trastornos digestivos, el dolor menstrual, la incontinencia urinaria...

Me estás diciendo las principales causas de consulta de cualquier médico de atención primaria. ¿Es la osteopatía una medicina alternativa o complementaria?.
La misión principal del osteópata cuando recibe a los pacientes consiste en descartar aquellos casos que no son aptos para tratamiento osteopático y que requieren ser atendidos por otro especialista, bien por tratarse de urgencias médicas, bien por tratarse de enfermedades no diagnosticadas que requieran un control médico previo. La capacidad de derivar y descartar casos graves o incorrectamente diagnosticados o tratados es primordial si tenemos en cuenta que esta actividad se ejerce, en nuestro país, principalmente de forma privada y fuera de los grandes servicios de salud. Una vez aceptado el paciente, el osteópata le realizará una exploración física detallada para identificar las disfunciones que presenta, distinguir entre las más recientes y las más antiguas, y poder elaborar una estrategia de tratamiento individualizado. Las consultas pueden durar entre media hora y una hora, y el intervalo entre ellas puede ser de un periodo variable de semanas o meses, dependiendo del caso. Por todo ello sería conveniente que el osteópata trabajase en colaboración interdisciplinar con el resto de profesionales sanitarios, como odontólogos, matronas, fisioterapeutas, pediatras, neurólogos, otorrinolaringólogos, ginecólogos o neumólogos, entre otros. Este tipo de colaboración es aún precaria en muchas zonas de nuestro país, dado el escaso número de osteópatas correctamente formados, la escasa integración de esta disciplina en los servicios de salud y el insuficiente conocimiento de algunos profesionales sanitarios de los beneficios que la osteopatía podría conllevar a sus pacientes.

Creo que tienes razón, la osteopatía no es muy conocida en nuestro país.
Existe un gran desconocimiento, tanto entre el personal sanitario como en la población en general, del significado de la osteopatía, de su campo de acción y sus beneficios y de las diferencias existentes entre los distintos profesionales que se dedican a actuar sobre el cuerpo con intención terapéutica. A pesar de ello, cabe esperar una pronta mejora de la situación gracias a las diversas acciones y movimientos que actualmente se están llevando a cabo para regular la profesión.

Hablando de regulación. Sabemos que en Estados Unidos e Inglaterra, fundamentalmente, es una profesión sanitaria, es más, es una especialidad de la medicina o una licenciatura y se estudia en las universidades. Aquí, en nuestro país, ¿como se estudia y como está regulada esta profesión?.
Actualmente, en Estados Unidos, la osteopatía está plenamente reconocida y los osteópatas ejercen legalmente todos los campos de la medicina convencional, de una forma similar a los médicos alopáticos. En Europa, tras cerca de un siglo de práctica osteopática, son tan sólo dos los países (Reino Unido y Finlandia) que han llevado a cabo la plena regulación e integración de la profesión en sus respectivos sistemas nacionales de salud. Otros países como Bélgica, Francia y Suiza poseen decretos de ley de reconocimiento de la osteopatía y están aún trabajando para la aplicación de dichos decretos. Los estudios de osteopatía se imparten en cada país de forma diferente, tanto por parte de universidades como de escuelas de carácter privado. En España contamos con un total de 7 escuelas que imparten docencia según la normativa europea dictaminada por la FEO (Federación Europea de Osteópatas), situadas en Cataluña (3), Madrid (2), Euskadi (1) y Murcia (1). Para acceder a esta formación es necesario ser diplomado o licenciado, especialmente en Ciencias de la Salud. La gran mayoría de los que optan por esta formación son fisioterapeutas o médicos. El periodo formativo comprende entre 1.250 y 1.800 horas, repartidas en tres, cuatro o cinco años, en función de la modalidad (tiempo completo o parcial). Existe disparidad de opinión entre los que abogan por la creación de una figura sanitaria propia de “osteópata”, defendida por el FORE (Forum for The Osteopathic regulation in Europe) y la FEO, y los que consideran que la osteopatía debería ser una especialización de la fisioterapia, “fisioterapeuta especialista en osteopatía”, en la línea del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España.

¿Todas las personas que ejercen la osteopatía tienen esa formación?.
No. Existen otros terapeutas que reivindican la osteopatía, numerosos en nuestro país, que provienen de formaciones insuficientes y no avaladas por ningún organismo oficial representativo de la profesión, y que no poseen el conocimiento de las materias básicas de las ciencias de la salud que, en nuestra opinión, es necesario para ejercer plenamente la osteopatía. En un futuro sería conveniente que estos profesionales tengan acceso a una formación completa que les permita superar ese hándicap y alcanzar un buen ejercicio de la osteopatía que garantice la seguridad del paciente que acude a ellos.

¿Cuántos osteópatas ejercen en España?
En nuestro país contamos con cerca de 300 osteópatas reconocidos por el Registro de los Osteópatas de España (ROE) o por la Asociación Profesional Española para el Estudio, Desarrollo y promoción de la Osteopatía (APREO), si bien es difícil calcular el número real de los mismos. En León contamos únicamente con un osteópata registrado en el ROE, pero al igual que ocurre en el resto del territorio nacional, el número total de osteópatas se presupone sensiblemente mayor. Muchos fisioterapeutas formados en osteopatía continúan su labor profesional al amparo de sus respectivos colegios profesionales, sin un reconocimiento académico ni registro específico que les localice como osteópatas. Los médicos osteópatas, por su parte, cuentan en algunos casos con el reconocimiento de los colegios de médicos, y en otros con el apoyo de organizaciones o asociaciones de carácter generalmente internacional. En el Consejo General de Osteopatía del Reino Unido (Colegio Oficial de Osteópatas) figuran, como miembros que ejercen en España, un total de 25 osteópatas, algunos de ellos médicos alópatas y, otros, exclusivamente osteópatas, como la gran mayoría en el Reino Unido. A la vista de esta heterogénea organización, elegir un osteópata con un mínimo de seguridad profesional y sanitaria se convierte en una difícil labor. Recientemente se ha creado El Consejo General Español de Osteopatía (CGEO), que agrupa las asociaciones profesionales de osteópatas que respetan una serie de criterios comunes a la profesión, con el fin de formar una representación de referencia en nuestro país, tanto a nivel nacional como internacional. Esperemos que éste sea un paso decisivo en el futuro acceso de todos los ciudadanos a las ventajas que la osteopatía pueda proporcionar a nuestra tan estimada salud con la máxima eficacia y seguridad.

Hasta ahora hemos hablado de curación. Me pareció entenderte que la osteopatía también tiene un campo importante en la prevención y en mejorar el estado de salud de las personas sanas.
Los osteópatas vigilan el buen equilibrio del cuerpo en situaciones tan importantes como puede ser el embarazo, de cara a facilitar el buen desarrollo del parto, o el periodo de crecimiento de los niños, de cara a prevenir alteraciones de la estática como por ejemplo las escoliosis y otras desviaciones de la columna vertebral. Es de hecho, este campo de los niños, uno de los más interesantes y menos conocidos de la osteopatía. Patologías como las plagiocefalias, las tortícolis congénitas, las alteraciones del sueño o los cólicos del lactante se pueden tratar de abordar por este medio. El osteópata puede aplicar y adaptar sus procedimientos a la edad infantil y adaptarse a las necesidades de sus cuerpos, siempre con un concepto global y osteopático, al igual que con los adultos. En el caso de partos distócicos, especialmente aquellos en los que se ha empleado material auxiliar de tipo fórceps o ventosa, el osteópata puede revisar e intentar normalizar en lo posible la cabeza del bebé de cara a prevenir futuras alteraciones. En el caso de problemas gastro-intestinales del lactante, como los cólicos o los reflujos gastro-esofágicos, el osteópata puede actuar con la intención de recuperar una mejor función fisiológica del tracto gastrointestinal.

Muchas gracias Arrate, por la información y sobre todo por la pasión con la que defiendes tu profesión.
Muchas gracias a La Crónica por permitirme llegar a la gente de León e intentar dar a conocer una terapia que puede ayudar a mucha gente a mejorar su estado de salud y atenuar el dolor y el sufrimiento.

FUENTE: http://www.la-cronica.net

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