Elegir el momento de la cesárea puede disminuir sus riesgos

CRISTINA DE MARTOS
MADRID.- Las cesáreas selectivas (aquellas que se practican sin que exista un motivo médico que las justifique) son un problema creciente en las sociedades occidentales. Impedir que un niño nazca de forma natural tiene consecuencias negativas para su salud, especialmente, asegura un estudio estadounidense, si estas intervenciones se realizan antes de la semana 39 y después de la 40 de gestación.

La tasa de cesáreas aumentó entre 1996 y 2006 algo más del 10% en Estados Unidos. Buena parte de este crecimiento se debe a que tras un primer parto por cesárea los médicos escogen de nuevo este método en embarazos subsiguientes. Algunas de estas intervenciones, advierten los investigadores en las páginas de 'The New England Journal of Medicine', se realizan antes de lo apropiado.

Tal y como han confirmado estudios recientes, la madurez del feto parece ser una cuestión diaria y cada semana es una etapa que es necesario completar para que el niño nazca lo más sano posible. Lo ideal es que el bebé permanezca en el seno materno hasta completar la semana 39, ya nazca por parto natural o por cesárea.

Esto es lo que se desprende de este trabajo, en el que se analizaron datos de más de 13.000 mujeres que se sometieron a una cesárea selectiva en EEUU. El objetivo era establecer los riesgos que esta operación tiene sobre los recién nacidos en función del momento en el que se practica, una cuestión "con un importante y creciente impacto sobre la salud pública", aseguran los autores.

Más riesgo de complicaciones
El 35,8% de las intervenciones analizadas se practicó antes de completar la semana 39 de gestación, "a pesar de que las guías obstétricas recomiendan esperar a que ésta finalice", subraya un editorial que acompaña el trabajo. En estos casos, la probabilidad de que se produjera algún problema era mayor que cuando la intervención se realizaba una vez terminada dicha semana, incluso cuando el niño nacía solo tres o cuatro días antes de su fin.

Los partos por cesárea se han relacionado con una mayor tasa de mortalidad, de problemas respiratorios, estancia en la unidad de cuidados intensivos, además de con mayores riesgos para la salud materna y un elevado gasto sanitario.

Según este trabajo, el riesgo atribuible de que surgieran estas complicaciones en la semana 37 es de un 48% y para la semana 38 de un 27%. Esto significa que "retrasar la cesárea hasta completar la 39 evitaría un 48% y un 27%, respectivamente, de los problemas detectados", señalan los autores.

La incidencia de estos problemas también era superior a partir de la semana 41, "dejando una ventana de dos semanas de riesgo mínimo en la que las cesáreas selectivas pueden practicarse de forma óptima", explica Michael F. Greene, del departamento de ginecología y obstetricia del Hospital General de Massachusetts, en el editorial.

Las mujeres que dieron a luz antes de la semana 39 solían tener un seguro privado y eran más propensas a favorecer que sus propios médicos atendieran su parto. Muchas veces, este deseo es la razón de que se programen las cesáreas, además de la voluntad del especialista de contentar a su paciente, denuncia Greene.
Las mujeres, con más frecuencia cada día, prefieren evitar el dolor de dar a luz y exigen todo tipo de medios para evitarlo, incluso que sus hijos vengan al mundo mediante cesárea. Estos procedimientos 'a demanda' no casan con criterio clínico alguno -basados principalmente en el avance del parto y en el riesgo fetal- pero son más 'cómodos' para la embarazada y también para el médico, ya que así ambos pueden organizar sus tiempos, visitas o guardias. Los ruegos de estas mujeres suelen encontrar más respuestas en la sanidad privada.

No porque el servicio sea más caro es mejor. La sanidad pública cuenta con unos protocolos de atención al parto que detallan las situaciones en las que se debe realizar una cesárea. Sin embargo, en los hospitales privados cada ginecólogo sigue sus criterios, a veces arbitrarios, y su tasa de partos medicalizados se dispara innecesariamente, un síntoma de mala asistencia.

"Muchas cesáreas no se realizan en beneficio del niño sino en beneficio del médico", señala Juan Ordás, jefe del servicio de ginecología del Hospital Maternal La Paz. A menudo, se trata de una forma de "evitar problemas, de cubrirse las espaldas", prosigue este especialista.

No sucede en todos los casos, ni tampoco en todos los hospitales, pero las estadísticas oficiales reflejan un hecho: las cesáreas son mucho más frecuentes en los centros privados. En 2005, en la Comunidad de Madrid la tasa de partos por cesárea se situó en el 25,9%, según el Informe del Estado de Salud de la Población de la Comunidad de Madrid 2007, elaborado por el gobierno autonómico.

Al desglosar este dato en función de la titularidad del hospital aflora una clara desigualdad. Mientras que en el ámbito público el porcentaje fue del 21,1%, en el privado alcanzó el 34,9%. Esta situación se agrava si se examina centro por centro, ya que algunos hospitales de titularidad particular superaron ese año el 40% de cesáreas.

El dato más relevante del informe aparece al analizar las intervenciones realizadas sin factores de riesgo que las justificaran, con un 5,2% de la pública frente a un 20,1% de la privada, porcentaje que supera el 30% en algunos centros particulares. Es decir, un tercio de estas intervenciones es innecesario en determinados hospitales. "Esta notable diferencia no se explica porque acudan mujeres con más factores de riesgo médicos a la asistencia privada que a la pública, ya que ocurre justo lo contrario", señala este informe.

En cuanto a las causas que justifican estas intervenciones, el informe añade que "el porcentaje de cesáreas en los partos urgentes es la mitad en los privados que en los públicos y en los partos programados hay aproximadamente cuatro veces más cesáreas en los privados que en los públicos".

Para Ordás los motivos se pueden resumir en tres: los de índole médica, que explicarían el 50% de las intervenciones, y la "presión social y judicial". Y añade que las razones son las mismas en la privada y en la pública.

Sin embargo, una matrona del Hospital de la Cruz Roja en Córdoba consultada por elmundo.es asegura que la presión de las pacientes es más patente en la privada donde "los ginecólogos se organizan su tiempo y a las mujeres también les viene bien un determinado día". Se trata, añade, de "una complicidad".

El problema es similar en otras Comunidades Autónomas, aunque el acceso a los datos es complicado y los médicos y autoridades sanitarias no siempre están dispuestos a colaborar. En Andalucía, en 2006, el porcentaje de cesáreas se elevó a 21,4% en los centros del sistema público, tres puntos menos que el año anterior. En Cataluña, en 2005, las tasas fueron del 23,8% en la pública y del 40,2% en la privada.

A pesar de las críticas de la Organización Mundial de la Salud, que solicitan una tasa de un 10-15% de cesáreas, Ordás augura un incremento de las mismas "porque nadie se quiere arriesgar a tener un accidente en el parto".

fuente. http://www.elmundo.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las 3 banderas de Chile

FALLECE ROY GARBER, UNO DE LOS PROTAGONISTAS DE LA SERIE “GUERRA DE ENVÍOS” EN A&E

Falleció hija de dos años de la periodista Mónica Rincón.Clara Galdames dejó de existir en horas de esta mañana, tras llevar días internada en la UTI por problemas al corazón. La niña había presentado complicaciones físicas desde su nacimiento.