Los chequeos detectan patologías en un 90% de las personas evaluadas
La unidad de Chequeos de la Clínica de Universidad de Navarra demuestra la eficacia y utilidad de los exámenes médicos preventivos con una estudio realizado con 22.000 pacientes.
La medicina preventiva ha creado mucha polémica en el mundo de la salud. Sin embargo, poco a poco, se está demostrando su validez, su utilidad, así como su rentabilidad médica. Así lo demuestra un estudio realizado por la unidad de Chequeos de la Clínica de la Universidad de Navarra que concluye que un 90% de las personas que se sometieron a una revisión preventiva, integral e individualizada presentaba algún tipo de patología.
El estudio, practicado sobre una muestra aleatoria de 22.000 pacientes atendidos durante los pasados ocho años por esta unidad, prueba la importancia de este tipo de chequeos. El principal beneficio de estos exámenes médicos reside en que “permiten diagnosticar enfermedades en fases iniciales, cuando todavía no han manifestado síntomas, como es el caso de algunas patologías cardiovasculares, degenerativas o incluso tumorales”, comenta Oscar Beloqui, director de la unidad.
Uno de los aspectos más llamativos del estudio es la variedad de enfermedades detectadas entre estos 22.000 pacientes. Las más frecuentes han sido las que constituyen importantes factores de riesgo cardiovascular como la alteración de los niveles de lípidos, presente en casi un 39% de los casos analizados; la obesidad, observada en un 22% de los pacientes, y la hipertensión arterial, apreciada en 19,97%. La diabetes, que afectaba al 6,87% de las personas evaluadas, es otra de las principales enfermedades localizadas. Además, se han encontrado problemas de ansiedad –6,87%–; hipertrofia de próstata –7,5%–; diverticulosis de colon –10%–, y ateromatosis arterial, en un 3,67%.
Entre los diagnósticos más importantes obtenidos durante los chequeos preventivos figura la detección de cáncer, presente en un 2,7% de las personas examinadas. Lo más notable es que todos los casos detectados fueron diagnosticados de forma precoz, en fases iniciales, lo que permitió abordar la enfermedad con elevadas posibilidades de supervivencia.
Utilidad
Lo que resulta evidente es que aunque todos estos datos obtenidos por Clínica de la Universidad de Navarra no sean extrapolables al conjunto de la población española, sí que demuestran la clara utilidad de estos chequeos. “Lo más importante es conservar la salud. Resulta extraño que los niños vengan a las consultas hasta los 14 o 15 años y luego desaparezcan hasta que cumplen los 60.
Uno de los grupos que debería cuidarse más, los que están en edad activa, es el que menos lo hace.Los que trabajan y acumulan estrés día tras día deberían hacerse chequeos para comprobar que su maquinaria funciona sin problema”, añade Beloqui.
Y es que, como subraya el facultativo, el hacerse un examen preventivo es como llevar su coche a la ITV. “Los coches pasan revisiones cada ciertos años, ¿por qué nosotros no? Lo mejor es hacer un chequeo completo, en el que se puedan examinar todos los problemas al mismo tiempo. Esto incrementa la eficacia de los diagnósticos y amplía la visión global del médico frente a la enfermedad del paciente”, explica.
La edad, el sexo y el tipo de trabajo son marcadores esenciales para saber cuando acudir al médico. Antes de los 30 años es recomendable conocer sus niveles de lípidos, glucosa y tensión. Al alcanzar los 40 años, y sobre todos los 50, las exploraciones deben de ser más amplias y frecuentes.
fuente. http://www.expansion.com
La medicina preventiva ha creado mucha polémica en el mundo de la salud. Sin embargo, poco a poco, se está demostrando su validez, su utilidad, así como su rentabilidad médica. Así lo demuestra un estudio realizado por la unidad de Chequeos de la Clínica de la Universidad de Navarra que concluye que un 90% de las personas que se sometieron a una revisión preventiva, integral e individualizada presentaba algún tipo de patología.
El estudio, practicado sobre una muestra aleatoria de 22.000 pacientes atendidos durante los pasados ocho años por esta unidad, prueba la importancia de este tipo de chequeos. El principal beneficio de estos exámenes médicos reside en que “permiten diagnosticar enfermedades en fases iniciales, cuando todavía no han manifestado síntomas, como es el caso de algunas patologías cardiovasculares, degenerativas o incluso tumorales”, comenta Oscar Beloqui, director de la unidad.
Uno de los aspectos más llamativos del estudio es la variedad de enfermedades detectadas entre estos 22.000 pacientes. Las más frecuentes han sido las que constituyen importantes factores de riesgo cardiovascular como la alteración de los niveles de lípidos, presente en casi un 39% de los casos analizados; la obesidad, observada en un 22% de los pacientes, y la hipertensión arterial, apreciada en 19,97%. La diabetes, que afectaba al 6,87% de las personas evaluadas, es otra de las principales enfermedades localizadas. Además, se han encontrado problemas de ansiedad –6,87%–; hipertrofia de próstata –7,5%–; diverticulosis de colon –10%–, y ateromatosis arterial, en un 3,67%.
Entre los diagnósticos más importantes obtenidos durante los chequeos preventivos figura la detección de cáncer, presente en un 2,7% de las personas examinadas. Lo más notable es que todos los casos detectados fueron diagnosticados de forma precoz, en fases iniciales, lo que permitió abordar la enfermedad con elevadas posibilidades de supervivencia.
Utilidad
Lo que resulta evidente es que aunque todos estos datos obtenidos por Clínica de la Universidad de Navarra no sean extrapolables al conjunto de la población española, sí que demuestran la clara utilidad de estos chequeos. “Lo más importante es conservar la salud. Resulta extraño que los niños vengan a las consultas hasta los 14 o 15 años y luego desaparezcan hasta que cumplen los 60.
Uno de los grupos que debería cuidarse más, los que están en edad activa, es el que menos lo hace.Los que trabajan y acumulan estrés día tras día deberían hacerse chequeos para comprobar que su maquinaria funciona sin problema”, añade Beloqui.
Y es que, como subraya el facultativo, el hacerse un examen preventivo es como llevar su coche a la ITV. “Los coches pasan revisiones cada ciertos años, ¿por qué nosotros no? Lo mejor es hacer un chequeo completo, en el que se puedan examinar todos los problemas al mismo tiempo. Esto incrementa la eficacia de los diagnósticos y amplía la visión global del médico frente a la enfermedad del paciente”, explica.
La edad, el sexo y el tipo de trabajo son marcadores esenciales para saber cuando acudir al médico. Antes de los 30 años es recomendable conocer sus niveles de lípidos, glucosa y tensión. Al alcanzar los 40 años, y sobre todos los 50, las exploraciones deben de ser más amplias y frecuentes.
fuente. http://www.expansion.com
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