Gobierno y Unesco supervisan restauración de moais en Isla de Pascua
El Ministro (s) de Agricultura, Reinaldo Ruiz, se reunió con el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco), Koïchiro Matsuura, quien realiza una visita oficial a la Isla de Pascua con el fin de conocer en detalle el trabajo de restauración de monumentos efectuado gracias al apoyo de la organización.
El titular (s) del agro informó que las obras supervisadas fueron el centro ceremonial de Orongo y el Ahu Tongariki ?uno de los principales altares donde se levantan los moai restaurados con aportes del gobierno de Japón y la supervisión de la Unesco- y que forman parte del Parque Nacional Rapa Nui, Patrimonio de la Humanidad.
En la actividad -en la que también participó la Ministra de Bienes Nacionales, Romy Schmidt, especialistas del Consejo de Monumentos Nacionales y de CONAF- Ruiz valoró el permanente compromiso que la organización tiene con Chile. "Durante el recorrido hemos agradecido a Unesco, a través de su director, el valioso aporte y apoyo a la conservación del patrimonio arqueológico que busca rescatar y conservar la cultura de la isla".
Asimismo, la autoridad ministerial agregó que "pudimos dar a conocer en detalle el alcance de los diversos programas de conservación y mantención del patrimonio arqueológico y natural que tiene esta zona de Chile".
El Parque Nacional Rapa Nui fue designado por la Unesco en 1995 como Patrimonio de la Humanidad. Los islotes existentes frente al acantilado del volcán Rano Kau o Kari Kari, están protegidos como Santuario de la Naturaleza desde 1976.
En este sentido, Ruiz señaló que "para nosotros como Minagri esta visita de inspección es muy importante, ya que el Parque Nacional Rapa Nui, administrado por Conaf que es un servicio de esta cartera, representa cerca del 40% de la superficie de la isla".
Conservación patrimonial
El proyecto "Conservación del Patrimonio Arqueológico de Isla de Pascua" surgió tras un primer monitoreo efectuado en 1993 por la Unesco. En octubre de 2001 la División de Patrimonio Cultural de la organización internacional recibió el acuerdo firmado por las autoridades chilenas para la ejecución del proyecto, financiado por el gobierno de Japón, que aportó 671.536 dólares a la iniciativa.
La restauración se extendió por cuatro años y estuvo a cargo de especialistas del Consejo de Monumentos Nacionales y el Consejo Asesor de esta entidad en Isla de Pascua, con participación de un equipo multidisciplinario de expertos chilenos, incluyendo profesionales de la misma isla, japoneses, estadounidenses e italianos.
El proyecto consistió en brindar un tratamiento químico a 15 figuras del Ahu Tongariki (altar donde descansan los moais) para frenar su proceso de deterioro a causa de la erosión ocasionada por el mar, la lluvia, el tránsito de personas y animales, e incluso por la propia materia prima con que fueron construidos, generalmente toba, traquita o escoria.
Además se trabajó intensamente en los monumentos ubicados en la costa sur de la isla: Tarakiu, la rampa de canoas y un Ahu del sector Hanga Te e, el Ahu Runga Va e y Hanga Tetenga, además de las excavaciones iniciales en el Ahu Ura Uranga te Mahina.
El trabajo realizado permitió rescatar una importante cantidad de restos óseos fragmentados, algunos de ellos transformados en artefactos que entregan interesantes datos sobre la forma de vida de los ancestros rapanui.
Para estudiar estos vestigios, el proyecto contempló la construcción y habilitación de un laboratorio en el Museo Antropológico Sebastián Englert. Su objetivo es promover y facilitar la investigación y conservación del patrimonio arqueológico de la isla y está a disposición de la comunidad investigadora.
La Unesco también contempló la capacitación de los habitantes de la isla en materias de conservación arqueológica.
El titular (s) del agro informó que las obras supervisadas fueron el centro ceremonial de Orongo y el Ahu Tongariki ?uno de los principales altares donde se levantan los moai restaurados con aportes del gobierno de Japón y la supervisión de la Unesco- y que forman parte del Parque Nacional Rapa Nui, Patrimonio de la Humanidad.
En la actividad -en la que también participó la Ministra de Bienes Nacionales, Romy Schmidt, especialistas del Consejo de Monumentos Nacionales y de CONAF- Ruiz valoró el permanente compromiso que la organización tiene con Chile. "Durante el recorrido hemos agradecido a Unesco, a través de su director, el valioso aporte y apoyo a la conservación del patrimonio arqueológico que busca rescatar y conservar la cultura de la isla".
Asimismo, la autoridad ministerial agregó que "pudimos dar a conocer en detalle el alcance de los diversos programas de conservación y mantención del patrimonio arqueológico y natural que tiene esta zona de Chile".
El Parque Nacional Rapa Nui fue designado por la Unesco en 1995 como Patrimonio de la Humanidad. Los islotes existentes frente al acantilado del volcán Rano Kau o Kari Kari, están protegidos como Santuario de la Naturaleza desde 1976.
En este sentido, Ruiz señaló que "para nosotros como Minagri esta visita de inspección es muy importante, ya que el Parque Nacional Rapa Nui, administrado por Conaf que es un servicio de esta cartera, representa cerca del 40% de la superficie de la isla".
Conservación patrimonial
El proyecto "Conservación del Patrimonio Arqueológico de Isla de Pascua" surgió tras un primer monitoreo efectuado en 1993 por la Unesco. En octubre de 2001 la División de Patrimonio Cultural de la organización internacional recibió el acuerdo firmado por las autoridades chilenas para la ejecución del proyecto, financiado por el gobierno de Japón, que aportó 671.536 dólares a la iniciativa.
La restauración se extendió por cuatro años y estuvo a cargo de especialistas del Consejo de Monumentos Nacionales y el Consejo Asesor de esta entidad en Isla de Pascua, con participación de un equipo multidisciplinario de expertos chilenos, incluyendo profesionales de la misma isla, japoneses, estadounidenses e italianos.
El proyecto consistió en brindar un tratamiento químico a 15 figuras del Ahu Tongariki (altar donde descansan los moais) para frenar su proceso de deterioro a causa de la erosión ocasionada por el mar, la lluvia, el tránsito de personas y animales, e incluso por la propia materia prima con que fueron construidos, generalmente toba, traquita o escoria.
Además se trabajó intensamente en los monumentos ubicados en la costa sur de la isla: Tarakiu, la rampa de canoas y un Ahu del sector Hanga Te e, el Ahu Runga Va e y Hanga Tetenga, además de las excavaciones iniciales en el Ahu Ura Uranga te Mahina.
El trabajo realizado permitió rescatar una importante cantidad de restos óseos fragmentados, algunos de ellos transformados en artefactos que entregan interesantes datos sobre la forma de vida de los ancestros rapanui.
Para estudiar estos vestigios, el proyecto contempló la construcción y habilitación de un laboratorio en el Museo Antropológico Sebastián Englert. Su objetivo es promover y facilitar la investigación y conservación del patrimonio arqueológico de la isla y está a disposición de la comunidad investigadora.
La Unesco también contempló la capacitación de los habitantes de la isla en materias de conservación arqueológica.
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