Ingresa a la Cámara Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas
Documento firmado en Venezuela en 1996 es el único tratado internacional dedicado exclusivamente a la protección de estos animales. El texto establece parámetros para la conservación de las tortugas y sus hábitats, en actual peligro de extinción.
El tratado fue propuesto inicialmente por la Organización Latinoamericana de Desarrollo Pesquero (OLDEPESCA) y varios gobiernos del hemisferio occidental que, motivados por el embargo a la importación de camarones provenientes de países que no usaban métodos de protección de estos anfibios, decidieron promover la protección, conservación y recuperación de las poblaciones de tortugas marinas y de los hábitats de los cuales dependen.
Dicho instrumento internacional se abrió a la firma entre el 1º de diciembre de 1996 hasta el 31 de diciembre de 1998, y entró en vigor el 2 de mayo de 2001.
La Convención consta de un Preámbulo, que señala los motivos y propósitos por los cuales las Partes la adoptaron, 28 artículos, que contienen las disposiciones centrales de la misma, y IV Anexos, en los cuales se enumeran las especies y áreas protegidas, los dispositivos excluidores de tortugas y el contenido de los informes anuales.
El texto se inspira en los principios contenidos en la Declaración de Río de 1992 sobre Medio Ambiente y Desarrollo, y señala que los datos científicos más fidedignos disponibles sobre diversas especies de tortugas marinas en el continente americano demuestran que éstas se encuentran amenazadas o en peligro, incluso bajo serios riesgos de una inminente extinción.
La convención reconoce que estos animales están sujetos a captura, daño o mortalidad como consecuencia directa o indirecta de actividades humanas, por lo que establece las medidas apropiadas para la protección y conservación de las especies de tortugas marinas y de sus hábitats a lo largo de su área de distribución en el continente americano.
El tratado fue propuesto inicialmente por la Organización Latinoamericana de Desarrollo Pesquero (OLDEPESCA) y varios gobiernos del hemisferio occidental que, motivados por el embargo a la importación de camarones provenientes de países que no usaban métodos de protección de estos anfibios, decidieron promover la protección, conservación y recuperación de las poblaciones de tortugas marinas y de los hábitats de los cuales dependen.
Dicho instrumento internacional se abrió a la firma entre el 1º de diciembre de 1996 hasta el 31 de diciembre de 1998, y entró en vigor el 2 de mayo de 2001.
La Convención consta de un Preámbulo, que señala los motivos y propósitos por los cuales las Partes la adoptaron, 28 artículos, que contienen las disposiciones centrales de la misma, y IV Anexos, en los cuales se enumeran las especies y áreas protegidas, los dispositivos excluidores de tortugas y el contenido de los informes anuales.
El texto se inspira en los principios contenidos en la Declaración de Río de 1992 sobre Medio Ambiente y Desarrollo, y señala que los datos científicos más fidedignos disponibles sobre diversas especies de tortugas marinas en el continente americano demuestran que éstas se encuentran amenazadas o en peligro, incluso bajo serios riesgos de una inminente extinción.
La convención reconoce que estos animales están sujetos a captura, daño o mortalidad como consecuencia directa o indirecta de actividades humanas, por lo que establece las medidas apropiadas para la protección y conservación de las especies de tortugas marinas y de sus hábitats a lo largo de su área de distribución en el continente americano.
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