Brasil: Industria prevé caída del 35% en exportaciones
La industria brasileña prevé para este año una caída del 35 por ciento en sus exportaciones, a raíz de la crisis financiera global, reveló hoy el diario "Folha de Sao Paulo".
El rotativo, que tuvo acceso exclusivo a un estudio realizado por la poderosa Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), apunta que, de confirmarse, ese sería el peor retroceso de la historia y el primero registrado desde 1999, cuando las exportaciones de productos industriales bajaron un 5,8 por ciento.
A lo largo del año pasado, las ventas externas brasileñas de productos industrializados sumaron 119.800 millones de dólares, más del 60 por ciento de los 197.843 millones de dólares de exportaciones.
Según el director del Departamento de Investigaciones y Estudios Económicos de la FIESP, Paulo Francini, la fuerte caída prevista para este año se debe a la retracción de los mercados consumidores de productos industrializados brasileños, en razón de la crisis financiera global.
"La principal explicación para esa baja está en la retracción del mercado consumidor. Fuertemente afectados por la crisis, nuestros principales socios comerciales -Estados Unidos, Europa y América Latina- pasaron a comprar menos", apuntó.
El dirigente aclaró que la caída en las ventas de productos industrializados es aún más acentuada que la registrada en el campo de "commodities": "Al fin y al cabo, el mundo sigue alimentándose".
Expertos consultados por "Folha de Sao Paulo" opinaron, sin embargo, que la industria exportadora brasileña no se preparó adecuadamente para enfrentar la crisis, y se vio gravemente afectada por la fuerte apreciación de la moneda nacional ante el dólar, que llegó a cerca del 45 por ciento entre 2004 y 2008.
"Nuestras empresas perdieron espacio, algo que uno no recupera de la noche al día. Sin embargo, el cambio no es la única dificultad. El impacto negativo de la depreciación de la moneda podría haber sido minimizado si nosotros tuviéramos una mejor infraestructura de energía, ferrocarriles, carreteras y puertos", afirmó Julio Gomes de Almeida, consultor del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (Iedi).
Pese a las previsiones pesimistas, el Ministerio de Desarrollo Industria y Comercio Exterior anunció hoy que la balanza comercial acumuló un superávit de 8.472 millones de dólares entre enero y la tercera semana de mayo, lo que supone un aumento del 26,1 por ciento frente a igual período de 2008. dpa
El rotativo, que tuvo acceso exclusivo a un estudio realizado por la poderosa Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), apunta que, de confirmarse, ese sería el peor retroceso de la historia y el primero registrado desde 1999, cuando las exportaciones de productos industriales bajaron un 5,8 por ciento.
A lo largo del año pasado, las ventas externas brasileñas de productos industrializados sumaron 119.800 millones de dólares, más del 60 por ciento de los 197.843 millones de dólares de exportaciones.
Según el director del Departamento de Investigaciones y Estudios Económicos de la FIESP, Paulo Francini, la fuerte caída prevista para este año se debe a la retracción de los mercados consumidores de productos industrializados brasileños, en razón de la crisis financiera global.
"La principal explicación para esa baja está en la retracción del mercado consumidor. Fuertemente afectados por la crisis, nuestros principales socios comerciales -Estados Unidos, Europa y América Latina- pasaron a comprar menos", apuntó.
El dirigente aclaró que la caída en las ventas de productos industrializados es aún más acentuada que la registrada en el campo de "commodities": "Al fin y al cabo, el mundo sigue alimentándose".
Expertos consultados por "Folha de Sao Paulo" opinaron, sin embargo, que la industria exportadora brasileña no se preparó adecuadamente para enfrentar la crisis, y se vio gravemente afectada por la fuerte apreciación de la moneda nacional ante el dólar, que llegó a cerca del 45 por ciento entre 2004 y 2008.
"Nuestras empresas perdieron espacio, algo que uno no recupera de la noche al día. Sin embargo, el cambio no es la única dificultad. El impacto negativo de la depreciación de la moneda podría haber sido minimizado si nosotros tuviéramos una mejor infraestructura de energía, ferrocarriles, carreteras y puertos", afirmó Julio Gomes de Almeida, consultor del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (Iedi).
Pese a las previsiones pesimistas, el Ministerio de Desarrollo Industria y Comercio Exterior anunció hoy que la balanza comercial acumuló un superávit de 8.472 millones de dólares entre enero y la tercera semana de mayo, lo que supone un aumento del 26,1 por ciento frente a igual período de 2008. dpa
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