Murió Rosa Markmann de González Videla, la "Madre del Mundo"
A las 22 horas de anoche, a los 101 años, falleció la ex Primera Dama. Sus funerales serán mañana en La Serena. A las 15:30 habrá una misa en la parroquia Santa Elena, en Las Condes.
J.A. MUÑOZ, G. VILLAVICENCIO, CENTRO DE DOCUMENTACIÓN
Rodeada de su familia falleció anoche Rosa Markmann Reijer, esposa del ex Presidente Gabriel González Videla. La ex Primera Dama de 101 años pasó los últimos tres días inconsciente en su casa de Las Condes, donde el jueves recibió la unción de los enfermos.
"Se fue apagando de a poco. Sufrió varios infartos cerebrales. Estaba tranquila y con una luz muy especial en su rostro que parece que irradiaba todo su entorno", dice su hija Silvia González Markmann (82).
Los recuerdos de Silvia viajan de inmediato a agosto de 1952, cuando moría San Alberto Hurtado. Rosa Markmann, quien no era una mujer religiosa ni iba a misa, fue a visitarlo y tuvo con él una audiencia en la que como testigo estuvo el jesuita Renato Poblete. El padre Hurtado le dijo: "Voy a rogar por usted para que sea feliz y algún día nos podamos encontrar en el cielo".
"Sereno" y "pausado" fue el final de esta chilena reconocida en Nueva York como "Madre del Mundo", durante la exitosa visita a Estados Unidos junto a su marido. La distinción le fue otorgada por el Comité Internacional de Madres de Norteamérica en una ceremonia efectuada en el Hotel Waldorf Astoria.
Fueron la entonces Primera Dama de Chile y una lavandera de Portland, Toy Len Goon, de origen chino, las homenajeadas. Mitty como "Madre del Mundo", y Len Goon, como "Madre de América". Era la primera vez que se otorgaba este título de carácter mundial.
A las 11:15 horas de ese 9 de mayo de 1952, Rosa Markmann llegó al Palm Room del Waldorf, donde posó para los noticiarios cinematográficos de la época y para las cámaras de televisión. Hubo de inmediato referencias a su belleza y garbo, y a su vestuario, un traje sastre color negro y sombrero blanco. También comentarios que tendían a compararla con la figura ya legendaria de Eva Perón. Esto último no tanto por parecido físico sino por sus batallas en favor de los derechos de la mujer y los pobres.
Los medios de la época destacaron su discurso: "Me inclino a aceptar el honor que me conferisteis porque más que a mí, va dirigido a honrar la virtud de la mujer chilena. Yo sé de sus angustias y heroísmo, de su calidad de madre por sobre todas las cosas, de su incesante lucha por mantener su hogar, pedestal de la familia y de la patria. Por ella, por la mujer de mi tierra, recibo este honor y a ella se lo dedico. Muchas son las misiones que tenemos las mujeres en el mundo, pero hay una por sobre todas y lo sintetiza todo: la de ser madre. Pero las madres no hemos sido escuchadas. La humanidad, en el correr de sus siglos, sigue dominada por los mismos males que engendran los egoísmos, el espíritu de conquista de los hombres, los odios políticos de clases y religiones; lo que siempre ha de terminar en revueltas, masacres, guerras y revoluciones" (El Mercurio, 10 de mayo de 1952).
Cómo nace "Mitty"
Rosa quiso estudiar arquitectura, pero el ingreso a la universidad no le fue permitido por su familia; a los 14 años le parecía "absurdo" pololear, de manera que a Gabriel González Videla le costó bastante convencerla de ser su novia. "Mi papá no quería que me casara, pero finalmente cedió. Encontraba que Gabriel no tenía ningún porvenir, a pesar de que ya estaba trabajando en La Serena y le estaba yendo regio. Parece que quería más para mí... Lo más divertido fue que unos amigos de él, al cabo de unos años, lo invitaron a comer para festejar al 'muchacho sin porvenir' que había sido elegido Presidente de Chile", recordó en una entrevista publicada en El Mercurio en 1997.
Rosa Markmann era hija de Ana Reijer, hija del cónsul de Suecia, y de Juan Francisco Markmann. De ese matrimonio nacieron Laura y, el 30 de julio de 1907, Rosa.
"Mi padre quería un niñito y le salí yo, chancleta. Parece que me decía 'mister' y como mi hermana, que tenía tres años, no podía pronunciar esa palabra, lo cambió por 'miti'. De ahí quedé para siempre", cuenta sobre el famoso "Mitty Markmann".
Después de estudiar con profesores particulares hasta los doce años, fue aceptada junto a otras tres niñas en el Liceo de Hombres de Taltal, donde se destacó como una de las mejores alumnas. No estuvo mucho tiempo allí pues en 1922 su familia se trasladó a un chalet en Ñuñoa, casa que posteriormente sería la residencia del Presidente Gabriel González Videla, con quien se casó en 1926.
Como Primera Dama asumió rápidamente un rol activo en actividades de contenido social. Creó la Asociación Nacional de Dueñas de Casa, el Comité Nacional de Navidad y uno de su logros principales fue el voto femenino. También lo fue la ley que protege a la madre embarazada y la modificación del Código Civil para que se declarara la mayoría de edad femenina (antes de ella la mujer no podía firmar, decidir sobre sus hijos y el marido podía vender tanto sus propiedades como las de su mujer sin el consentimiento de ésta).
Todo esto le trajo gran cariño de los chilenos y una popularidad enorme.
En 1969 sufrió la muerte de Rosita y once años después, el 22 de agosto de 1980, falleció Gabriel González y en ese momento creyó que el mundo se le venía abajo, pero siguió adelante. Adhirió al gobierno de Pinochet y después de 1989 no participó más en actos políticos.
fuente. http://diario.elmercurio.com
J.A. MUÑOZ, G. VILLAVICENCIO, CENTRO DE DOCUMENTACIÓN
Rodeada de su familia falleció anoche Rosa Markmann Reijer, esposa del ex Presidente Gabriel González Videla. La ex Primera Dama de 101 años pasó los últimos tres días inconsciente en su casa de Las Condes, donde el jueves recibió la unción de los enfermos.
"Se fue apagando de a poco. Sufrió varios infartos cerebrales. Estaba tranquila y con una luz muy especial en su rostro que parece que irradiaba todo su entorno", dice su hija Silvia González Markmann (82).
Los recuerdos de Silvia viajan de inmediato a agosto de 1952, cuando moría San Alberto Hurtado. Rosa Markmann, quien no era una mujer religiosa ni iba a misa, fue a visitarlo y tuvo con él una audiencia en la que como testigo estuvo el jesuita Renato Poblete. El padre Hurtado le dijo: "Voy a rogar por usted para que sea feliz y algún día nos podamos encontrar en el cielo".
"Sereno" y "pausado" fue el final de esta chilena reconocida en Nueva York como "Madre del Mundo", durante la exitosa visita a Estados Unidos junto a su marido. La distinción le fue otorgada por el Comité Internacional de Madres de Norteamérica en una ceremonia efectuada en el Hotel Waldorf Astoria.
Fueron la entonces Primera Dama de Chile y una lavandera de Portland, Toy Len Goon, de origen chino, las homenajeadas. Mitty como "Madre del Mundo", y Len Goon, como "Madre de América". Era la primera vez que se otorgaba este título de carácter mundial.
A las 11:15 horas de ese 9 de mayo de 1952, Rosa Markmann llegó al Palm Room del Waldorf, donde posó para los noticiarios cinematográficos de la época y para las cámaras de televisión. Hubo de inmediato referencias a su belleza y garbo, y a su vestuario, un traje sastre color negro y sombrero blanco. También comentarios que tendían a compararla con la figura ya legendaria de Eva Perón. Esto último no tanto por parecido físico sino por sus batallas en favor de los derechos de la mujer y los pobres.
Los medios de la época destacaron su discurso: "Me inclino a aceptar el honor que me conferisteis porque más que a mí, va dirigido a honrar la virtud de la mujer chilena. Yo sé de sus angustias y heroísmo, de su calidad de madre por sobre todas las cosas, de su incesante lucha por mantener su hogar, pedestal de la familia y de la patria. Por ella, por la mujer de mi tierra, recibo este honor y a ella se lo dedico. Muchas son las misiones que tenemos las mujeres en el mundo, pero hay una por sobre todas y lo sintetiza todo: la de ser madre. Pero las madres no hemos sido escuchadas. La humanidad, en el correr de sus siglos, sigue dominada por los mismos males que engendran los egoísmos, el espíritu de conquista de los hombres, los odios políticos de clases y religiones; lo que siempre ha de terminar en revueltas, masacres, guerras y revoluciones" (El Mercurio, 10 de mayo de 1952).
Cómo nace "Mitty"
Rosa quiso estudiar arquitectura, pero el ingreso a la universidad no le fue permitido por su familia; a los 14 años le parecía "absurdo" pololear, de manera que a Gabriel González Videla le costó bastante convencerla de ser su novia. "Mi papá no quería que me casara, pero finalmente cedió. Encontraba que Gabriel no tenía ningún porvenir, a pesar de que ya estaba trabajando en La Serena y le estaba yendo regio. Parece que quería más para mí... Lo más divertido fue que unos amigos de él, al cabo de unos años, lo invitaron a comer para festejar al 'muchacho sin porvenir' que había sido elegido Presidente de Chile", recordó en una entrevista publicada en El Mercurio en 1997.
Rosa Markmann era hija de Ana Reijer, hija del cónsul de Suecia, y de Juan Francisco Markmann. De ese matrimonio nacieron Laura y, el 30 de julio de 1907, Rosa.
"Mi padre quería un niñito y le salí yo, chancleta. Parece que me decía 'mister' y como mi hermana, que tenía tres años, no podía pronunciar esa palabra, lo cambió por 'miti'. De ahí quedé para siempre", cuenta sobre el famoso "Mitty Markmann".
Después de estudiar con profesores particulares hasta los doce años, fue aceptada junto a otras tres niñas en el Liceo de Hombres de Taltal, donde se destacó como una de las mejores alumnas. No estuvo mucho tiempo allí pues en 1922 su familia se trasladó a un chalet en Ñuñoa, casa que posteriormente sería la residencia del Presidente Gabriel González Videla, con quien se casó en 1926.
Como Primera Dama asumió rápidamente un rol activo en actividades de contenido social. Creó la Asociación Nacional de Dueñas de Casa, el Comité Nacional de Navidad y uno de su logros principales fue el voto femenino. También lo fue la ley que protege a la madre embarazada y la modificación del Código Civil para que se declarara la mayoría de edad femenina (antes de ella la mujer no podía firmar, decidir sobre sus hijos y el marido podía vender tanto sus propiedades como las de su mujer sin el consentimiento de ésta).
Todo esto le trajo gran cariño de los chilenos y una popularidad enorme.
En 1969 sufrió la muerte de Rosita y once años después, el 22 de agosto de 1980, falleció Gabriel González y en ese momento creyó que el mundo se le venía abajo, pero siguió adelante. Adhirió al gobierno de Pinochet y después de 1989 no participó más en actos políticos.
fuente. http://diario.elmercurio.com
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