Senador Kuschel dice que "En Chile tenemos un grave problema de productividad y rendimiento"
OPINIÓN
El Producto Interno Bruto se puede medir de distintas formas; a través del gasto, la producción o a través de la remuneración a factores productivos o ingresos en la economía.
El gasto de Chile en bienes y servicios lo podemos dividir en:
Consumo, que puede ser privado o público.
Inversión, que es la acumulación y reposición del capital productivo, la construcción, la variación de existencias o de stocks o inventarios. Los inventarios son difíciles de medir y en contabilidad nacional se los suele agrupar con los errores y o misiones.
Exportaciones netas, esto es lo que exportamos menos lo que importamos de bienes y servicios.
El producto bruto también se puede medir a costo de factores o a costo de productos, excluyendo al impuesto al valor agregado y los aranceles.
Estos conceptos contables nos ayudan a ver las opciones de políticas fiscales que podemos imaginar desde el consumo (privado y público) y desde la inversión (privada y pública) para reactivar la economía nacional, siempre pensando en todo Chile y no sólo en Santiago y sus alrededores.
Desde el punto de vista del corto plazo talvez debiéramos estimular el consumo directo de personas, empresas y gobierno. Visto desde el largo plazo debiéramos, dentro del gasto total, incrementar la inversión eficiente, amplificadora, encadenadora de más inversión, multiplicadora de otras iniciativas.
El gasto tiene un beneficio más inmediato y de emergencia, pero como dicen en el campo, tiene igual que la mentira, las patitas cortas y avanza poco. La inversión bien hecha y eficiente impacta positivamente el gasto y la inversión en segunda vuelta, tiene las patitas largas y avanza más-
Estimo que una inversión bien diseñada tiene beneficios sobre el consumo y sobre la misma inversión posteriormente, con la diferencia que el país sale más capitalizado después de la inversión, más que el consumo.
En la emergencia el consumo, o los bonos, son paliativos, desaprovechando la opción dinamizadora, multiplicadora y aceleradora de la inversión, repito, cuando está bien hecha.
En Chile tenemos un grave problema de productividad y rendimiento. Gran parte de la inversión pública puede orientar a superar esta dificultad, que es el gran desafío de largo plazo.
Carlos Ignacio Kuschel Silva.
Senador.
El Producto Interno Bruto se puede medir de distintas formas; a través del gasto, la producción o a través de la remuneración a factores productivos o ingresos en la economía.
El gasto de Chile en bienes y servicios lo podemos dividir en:
Consumo, que puede ser privado o público.
Inversión, que es la acumulación y reposición del capital productivo, la construcción, la variación de existencias o de stocks o inventarios. Los inventarios son difíciles de medir y en contabilidad nacional se los suele agrupar con los errores y o misiones.
Exportaciones netas, esto es lo que exportamos menos lo que importamos de bienes y servicios.
El producto bruto también se puede medir a costo de factores o a costo de productos, excluyendo al impuesto al valor agregado y los aranceles.
Estos conceptos contables nos ayudan a ver las opciones de políticas fiscales que podemos imaginar desde el consumo (privado y público) y desde la inversión (privada y pública) para reactivar la economía nacional, siempre pensando en todo Chile y no sólo en Santiago y sus alrededores.
Desde el punto de vista del corto plazo talvez debiéramos estimular el consumo directo de personas, empresas y gobierno. Visto desde el largo plazo debiéramos, dentro del gasto total, incrementar la inversión eficiente, amplificadora, encadenadora de más inversión, multiplicadora de otras iniciativas.
El gasto tiene un beneficio más inmediato y de emergencia, pero como dicen en el campo, tiene igual que la mentira, las patitas cortas y avanza poco. La inversión bien hecha y eficiente impacta positivamente el gasto y la inversión en segunda vuelta, tiene las patitas largas y avanza más-
Estimo que una inversión bien diseñada tiene beneficios sobre el consumo y sobre la misma inversión posteriormente, con la diferencia que el país sale más capitalizado después de la inversión, más que el consumo.
En la emergencia el consumo, o los bonos, son paliativos, desaprovechando la opción dinamizadora, multiplicadora y aceleradora de la inversión, repito, cuando está bien hecha.
En Chile tenemos un grave problema de productividad y rendimiento. Gran parte de la inversión pública puede orientar a superar esta dificultad, que es el gran desafío de largo plazo.
Carlos Ignacio Kuschel Silva.
Senador.
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