ARGENTINA: Empiezan a secuestrar autos por exceso de velocidad
El jueves empezarán a secuestrar los vehículos de los conductores que excedan en más de 40 km/h la velocidad máxima permitida. Para recuperar su auto, el infractor deberá comparecer ante un controlador de faltas, que le fijará una multa de $ 100 a $ 1.000. Además, si tiene registro de Capital, perderá diez puntos por el scoring. Los controles, que se harán con radares, arrancarán en el viaducto Carranza, la calle Niceto Vega y la avenida Roca, pero cada día se ubicarán en diferentes vías identificadas como riesgosas, como Lugones o Libertador.
Los controles se realizarán en tres turnos. El jueves, de 7 a 10, los primeros se harán en el viaducto Carranza, en sentido hacia el centro. De 11 a 14, estarán en Niceto Vega, entre Carranza y Bonpland y, de 15 a 18, en avenida Roca al 4300, en la mano hacia la General Paz. El viernes los puestos de control estarán en la avenida Rafael Obligado, frente al Aeroparque; Figueroa Alcorta y Guerrico, frente a AySA, y en el viaducto Carranza, en sentido hacia la General Paz.
A diferencia de lo que ocurre en los casos de violación de luz roja, cuando los agentes de control de tránsito verifiquen el exceso de velocidad no deberán pedir la autorización de un fiscal para el secuestro del vehículo. La medida ahora está prevista en el Código de Tránsito porteño, que fue modificado por Ley para prever la retención del vehículo, siempre y cuando se detecte con equipos de captación electrónica que excedió la velocidad máxima permitida en más de 40 km/h. Las máximas son de 40 para calles y colectoras; 60 para avenidas, excepto algunos tramos de Figueroa Alcorta, Libertador, Quiroga y Rafael Obligado donde es de 70, y 100 en las autopistas.
Para verificar el exceso de velocidad, se usarán unos radares llamados cinemómetros. Los agentes de tránsito trabajarán en dos postas: en la primera detectarán la infracción con el radar, que transmitirá de inmediato una imagen a un segundo puesto, más adelante (Ver "Los nuevos operativos").
"En el caso del viaducto Carranza, por ejemplo, la primer posta de control estará sobre el túnel -explica el subsecretario de Seguridad Urbana, Matías Molinero-. El segundo puesto, con agentes de tránsito y Policía Federal, estará a 200 metros, donde cortan los semáforos. Vamos a parar a todos los que circulen con exceso de velocidad y a labrarles multas. Y a los que superen en 40 km/h la máxima, les vamos a secuestrar el auto".
No se cobrará el acarreo hasta la playa de Seguridad Vial. Para recuperarlo, el infractor deberá presentarse ante un controlador de faltas, que podrá imponer una multa de $ 100 a $ 1.000 para conductores de vehículos particulares, o de $ 300 a $ 500, para choferes de colectivos, taxis, camiones o transportes de escolares o discapacitados. Además, si el infractor tiene un registro de la Ciudad le descontarán 10 puntos por el scoring.
Molinero afirmó que irán cambiando el lugar de los controles. "También vamos a hacerlos en calles conflictivas, como José Hernández, en Belgrano, donde hay cuatro escuelas en cinco cuadras y los autos van muy rápido". Entre marzo y agosto, fueron labradas 131.930 actas por faltas relacionadas con el exceso de velocidad, 5067 de las cuales se les hicieron a conductores que superaron en más de 40 km/h la máxima.
FUENTE: http://www.clarin.com
Los controles se realizarán en tres turnos. El jueves, de 7 a 10, los primeros se harán en el viaducto Carranza, en sentido hacia el centro. De 11 a 14, estarán en Niceto Vega, entre Carranza y Bonpland y, de 15 a 18, en avenida Roca al 4300, en la mano hacia la General Paz. El viernes los puestos de control estarán en la avenida Rafael Obligado, frente al Aeroparque; Figueroa Alcorta y Guerrico, frente a AySA, y en el viaducto Carranza, en sentido hacia la General Paz.
A diferencia de lo que ocurre en los casos de violación de luz roja, cuando los agentes de control de tránsito verifiquen el exceso de velocidad no deberán pedir la autorización de un fiscal para el secuestro del vehículo. La medida ahora está prevista en el Código de Tránsito porteño, que fue modificado por Ley para prever la retención del vehículo, siempre y cuando se detecte con equipos de captación electrónica que excedió la velocidad máxima permitida en más de 40 km/h. Las máximas son de 40 para calles y colectoras; 60 para avenidas, excepto algunos tramos de Figueroa Alcorta, Libertador, Quiroga y Rafael Obligado donde es de 70, y 100 en las autopistas.
Para verificar el exceso de velocidad, se usarán unos radares llamados cinemómetros. Los agentes de tránsito trabajarán en dos postas: en la primera detectarán la infracción con el radar, que transmitirá de inmediato una imagen a un segundo puesto, más adelante (Ver "Los nuevos operativos").
"En el caso del viaducto Carranza, por ejemplo, la primer posta de control estará sobre el túnel -explica el subsecretario de Seguridad Urbana, Matías Molinero-. El segundo puesto, con agentes de tránsito y Policía Federal, estará a 200 metros, donde cortan los semáforos. Vamos a parar a todos los que circulen con exceso de velocidad y a labrarles multas. Y a los que superen en 40 km/h la máxima, les vamos a secuestrar el auto".
No se cobrará el acarreo hasta la playa de Seguridad Vial. Para recuperarlo, el infractor deberá presentarse ante un controlador de faltas, que podrá imponer una multa de $ 100 a $ 1.000 para conductores de vehículos particulares, o de $ 300 a $ 500, para choferes de colectivos, taxis, camiones o transportes de escolares o discapacitados. Además, si el infractor tiene un registro de la Ciudad le descontarán 10 puntos por el scoring.
Molinero afirmó que irán cambiando el lugar de los controles. "También vamos a hacerlos en calles conflictivas, como José Hernández, en Belgrano, donde hay cuatro escuelas en cinco cuadras y los autos van muy rápido". Entre marzo y agosto, fueron labradas 131.930 actas por faltas relacionadas con el exceso de velocidad, 5067 de las cuales se les hicieron a conductores que superaron en más de 40 km/h la máxima.
FUENTE: http://www.clarin.com
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