Uruguay pide a La Haya que desestime el desmantelamiento de Botnia
Uruguay solicitó hoy a los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que "desestime" la petición de Argentina de desmantelar la celulosa Botnia y reiteró que esta fábrica no causa un daño ecológico en el río Uruguay.
Montevideo expuso hoy sus conclusiones y peticiones finales en la CIJ, tras tres intensas semanas de audiencias orales en esa Corte con sede en La Haya por el contencioso que le enfrenta con Argentina por la construcción de la celulosa finlandesa Botnia en la ribera uruguaya del río Uruguay.
El embajador uruguayo en EEUU, Carlos Gianelli, expresó a la prensa en los pasillos de la Corte su confianza en los argumentos que han defendido ante los jueces: "entré confiado y salgo confiado, ya que éste es un caso que llevamos preparando durante tres años", indicó.
A pesar de las diferentes posturas de Argentina y de Uruguay, los cabeza de lista de ambas delegaciones afirmaron hoy que sus respectivos países acatarán la resolución de la Corte, que puede tardar meses en darse a conocer.
"Por supuesto que aceptaremos el fallo", indicó a la prensa la consejera legal del ministerio de Asuntos Exteriores de Argentina, Susana Ruiz Cerutti.
"Vamos a cumplir con lo que hemos proclamado desde el año 1921", afirmó el embajador uruguayo Gianelli, en referencia con esa fecha a la adhesión de su país al Estatuto de la CIJ.
A pesar de la certeza de Uruguay de que Argentina cumplirá con la sentencia de la CIJ, el miembro de la delegación uruguaya Luigi Condorelli expresó hoy sus dudas sobre si el fallo último de los jueces significará también el fin de los bloqueos argentinos a los puentes internacionales que conectan ambos países.
Por eso, el también profesor de Derecho en la Universidad de Florencia, pidió a los jueces que en su veredicto se refieran "explícitamente" al "derecho de Uruguay de seguir con la actividad de Botnia" sin que esa actividad vuelva a ser puesta en tela de juicio con actividades "ilegales" como los bloqueos de los puentes.
"El riesgo de que esas actividades persistan (después del fallo de la CIJ) no debe ser subestimado", advirtió Condorrelli antes de pedir a los magistrados que exijan a Argentina que "tome todas las medidas necesarias" para impedirlo.
Argentina, que denunció a Uruguay en mayo de 2006 por aprobar la construcción tanto de la celulosa española Ence como la finlandesa Botnia, expuso a la CIJ durante las audiencias de estas tres últimas semanas argumentos de tipo medioambiental como de procedimiento.
Desde el punto de vista ecológico indicó que Botnia es una de las "cuatro empresas más contaminantes del mundo" y que es la "peor papelera en el peor lugar" del río, recordó hoy a la salida de las audiencias ante la prensa la delegada argentina Ruiz Cerutti.
Para Argentina, Botnia "ya ha causado un daño medioambiental al río" desde su entrada en funcionamiento en noviembre de 2007.
Además, Buenos Aires cree que Montevideo autorizó la construcción y el funcionamiento de Botnia (Ence se retiró a otra localización para evitar conflictos derivados del litigio en La Haya) "a sabiendas de que Argentina estaba en desacuerdo con esa planta en ese lugar", según Cerutti.
Montevideo defendió por su parte que la planta no contamina el agua del río y mantuvo que en todo momento respetó los mecanismos exigidos por el Estatuto del Río Uruguay, que se firmó en 1975 para asegurar la gestión común del caudal.
fuente: http://www.adn.es
Montevideo expuso hoy sus conclusiones y peticiones finales en la CIJ, tras tres intensas semanas de audiencias orales en esa Corte con sede en La Haya por el contencioso que le enfrenta con Argentina por la construcción de la celulosa finlandesa Botnia en la ribera uruguaya del río Uruguay.
El embajador uruguayo en EEUU, Carlos Gianelli, expresó a la prensa en los pasillos de la Corte su confianza en los argumentos que han defendido ante los jueces: "entré confiado y salgo confiado, ya que éste es un caso que llevamos preparando durante tres años", indicó.
A pesar de las diferentes posturas de Argentina y de Uruguay, los cabeza de lista de ambas delegaciones afirmaron hoy que sus respectivos países acatarán la resolución de la Corte, que puede tardar meses en darse a conocer.
"Por supuesto que aceptaremos el fallo", indicó a la prensa la consejera legal del ministerio de Asuntos Exteriores de Argentina, Susana Ruiz Cerutti.
"Vamos a cumplir con lo que hemos proclamado desde el año 1921", afirmó el embajador uruguayo Gianelli, en referencia con esa fecha a la adhesión de su país al Estatuto de la CIJ.
A pesar de la certeza de Uruguay de que Argentina cumplirá con la sentencia de la CIJ, el miembro de la delegación uruguaya Luigi Condorelli expresó hoy sus dudas sobre si el fallo último de los jueces significará también el fin de los bloqueos argentinos a los puentes internacionales que conectan ambos países.
Por eso, el también profesor de Derecho en la Universidad de Florencia, pidió a los jueces que en su veredicto se refieran "explícitamente" al "derecho de Uruguay de seguir con la actividad de Botnia" sin que esa actividad vuelva a ser puesta en tela de juicio con actividades "ilegales" como los bloqueos de los puentes.
"El riesgo de que esas actividades persistan (después del fallo de la CIJ) no debe ser subestimado", advirtió Condorrelli antes de pedir a los magistrados que exijan a Argentina que "tome todas las medidas necesarias" para impedirlo.
Argentina, que denunció a Uruguay en mayo de 2006 por aprobar la construcción tanto de la celulosa española Ence como la finlandesa Botnia, expuso a la CIJ durante las audiencias de estas tres últimas semanas argumentos de tipo medioambiental como de procedimiento.
Desde el punto de vista ecológico indicó que Botnia es una de las "cuatro empresas más contaminantes del mundo" y que es la "peor papelera en el peor lugar" del río, recordó hoy a la salida de las audiencias ante la prensa la delegada argentina Ruiz Cerutti.
Para Argentina, Botnia "ya ha causado un daño medioambiental al río" desde su entrada en funcionamiento en noviembre de 2007.
Además, Buenos Aires cree que Montevideo autorizó la construcción y el funcionamiento de Botnia (Ence se retiró a otra localización para evitar conflictos derivados del litigio en La Haya) "a sabiendas de que Argentina estaba en desacuerdo con esa planta en ese lugar", según Cerutti.
Montevideo defendió por su parte que la planta no contamina el agua del río y mantuvo que en todo momento respetó los mecanismos exigidos por el Estatuto del Río Uruguay, que se firmó en 1975 para asegurar la gestión común del caudal.
fuente: http://www.adn.es
Comentarios