Madera, pegamento e ingenio alemán para Sevilla
La Plaza de la Encarnación, en Sevilla, es sede de un ambicioso proyecto arquitectónico: el Metropol Parasol. No sólo se trata de un nuevo sello distintivo para esa ciudad. Es también ejemplo de lo que podría convertirse en una nueva forma de realizar construcciones.
Problemas y soluciones
La estructura de la edificación, un complejo de espacios y pasillos, está cubierta de placas de madera que van pegadas unas a otras. El proyecto debió superar un problema técnico, precisamente derivado de su cualidad innovadora. El pegamento contemplado originalmente tenía un umbral de resistencia hasta los 60 grados centígrados.
Científicos del Instituto Fraunhofer para el Estudio de la Madera, de Alemania, recibieron el encargo de determinar la tolerancia del material utilizado; es decir, qué tan cerca se acercaban las condiciones reales en Sevilla, incluso en caso extremo, a los límites de resistencia del pegamento.
“Pudimos comprobar que el pegamento alcanzaba una temperatura cercana a los 60 grados y que, por ello, se aproximaba demasiado a la tolerancia máxima”, afirma Dirk Kruse, director del departamento de técnica de construcción en el Instituto Fraunhofer. Se realizaron pruebas adicionales.
Atemperar la madera
Una posibilidad para eliminar el problema consistía en modificar la consistencia del pegamento. Pero los científicos idearon otra solución: “atemperar” la madera. “Una vez que las partes de madera están pegadas, se someten a un proceso de calentamiento”, explica Kruse.
“Con ello se logra un endurecimiento adicional. Así, el pegamento no vuelve al estado líquido y se mantiene estable, incluso a una temperatura de 70 grados centígrados. Con este margen de seguridad, las obras podrán proseguir y Sevilla tendrá pronto otro sello distintivo”, señala.
El especialista agrega que “soluciones como ésta ayudarán a consolidar la técnica del pegamento dentro de la industria de la construcción”.
Un concepto alemán
Por otra parte, el concepto arquitectónico del Metropol Parasol se debe también a un alemán: Jürgen Hermann Mayer, cuyo estudio se encuentra en la ciudad de Berlín.
Con él se pretende, según el arquitecto, “ofrecer un espacio para la identificación y para poner en evidencia el papel de Sevilla como fascinante destino cultural.”
El proyecto Metropol Parasol incluye un sitio arqueológico, un mercado, y una plaza elevada, así como restaurantes y bares tanto dentro como fuera de las estructuras de madera.
Se trata de un primer paso, que “da inicio a un desarrollo dinámico para el centro cultural y comercial de Sevilla”, detalla Hermann en su sitio de Internet.
EL/fi/jh
Editor: Pablo Kummetz
fuente: http://www.dw-world.de
Problemas y soluciones
La estructura de la edificación, un complejo de espacios y pasillos, está cubierta de placas de madera que van pegadas unas a otras. El proyecto debió superar un problema técnico, precisamente derivado de su cualidad innovadora. El pegamento contemplado originalmente tenía un umbral de resistencia hasta los 60 grados centígrados.
Científicos del Instituto Fraunhofer para el Estudio de la Madera, de Alemania, recibieron el encargo de determinar la tolerancia del material utilizado; es decir, qué tan cerca se acercaban las condiciones reales en Sevilla, incluso en caso extremo, a los límites de resistencia del pegamento.
“Pudimos comprobar que el pegamento alcanzaba una temperatura cercana a los 60 grados y que, por ello, se aproximaba demasiado a la tolerancia máxima”, afirma Dirk Kruse, director del departamento de técnica de construcción en el Instituto Fraunhofer. Se realizaron pruebas adicionales.
Atemperar la madera
Una posibilidad para eliminar el problema consistía en modificar la consistencia del pegamento. Pero los científicos idearon otra solución: “atemperar” la madera. “Una vez que las partes de madera están pegadas, se someten a un proceso de calentamiento”, explica Kruse.
“Con ello se logra un endurecimiento adicional. Así, el pegamento no vuelve al estado líquido y se mantiene estable, incluso a una temperatura de 70 grados centígrados. Con este margen de seguridad, las obras podrán proseguir y Sevilla tendrá pronto otro sello distintivo”, señala.
El especialista agrega que “soluciones como ésta ayudarán a consolidar la técnica del pegamento dentro de la industria de la construcción”.
Un concepto alemán
Por otra parte, el concepto arquitectónico del Metropol Parasol se debe también a un alemán: Jürgen Hermann Mayer, cuyo estudio se encuentra en la ciudad de Berlín.
Con él se pretende, según el arquitecto, “ofrecer un espacio para la identificación y para poner en evidencia el papel de Sevilla como fascinante destino cultural.”
El proyecto Metropol Parasol incluye un sitio arqueológico, un mercado, y una plaza elevada, así como restaurantes y bares tanto dentro como fuera de las estructuras de madera.
Se trata de un primer paso, que “da inicio a un desarrollo dinámico para el centro cultural y comercial de Sevilla”, detalla Hermann en su sitio de Internet.
EL/fi/jh
Editor: Pablo Kummetz
fuente: http://www.dw-world.de
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