En cabañas del Lago Hotel de Puerto Varas se expondrán obras de Alberto Díaz Parra
A partir de abril, en el Salón Petrohué de este emblemático hotel de Puerto Varas, se podrán apreciar alrededor de 10 pinturas de 120 x 120 cms del artista plástico Alberto Díaz Parra, en una gestión conjunta con la Galería Bosque Nativo de la misma ciudad y con el auspicio de Viña Pérez Cruz y Cecinas Llanquihue.
Las obras son el resultado de investigaciones sobre la iconografía de la cultura aymara del sitio patrimonial de Isluga en el Altiplano de Tarapacá. La exhibición está desarrollada en series que termina con una mirada que fusiona y revisa la información ancestral adquirida.
En estas obras, el pintor utiliza pigmentos puros de la casa Sennelier con el objeto de obtener colores de alto nivel de saturación, para luego ser mezclados con un medio mate, utilizando como soporte el lino impregnado. “Paralelo y complementado el trabajo pictórico, se realizan bocetos y pinturas digitales con técnica computacional”, señala el profesional.
Lo cierto es que en esta exhibición se vislumbra un quehacer pictórico acabado cuyo lenguaje plástico proviene de diversas escuelas artísticas que han desarrollado el arte abstracto y concreto, como por ejemplo Max Bill y sus pinturas matemáticas o bien, Mark Rotkho y su trabajo con los campos de color, como también los efectos de vibración y desajuste perceptual en las obras de Joseph Albers.
Díaz Parra nace en Santiago en 1955 y estudia Artes Plásticas en la Universidad de Chile. En 1995 se radica en Iquique donde genera el proyecto matriz “Re-imaginar el norte grande”, compuesto de varias series entre las que se sitúa “Homenaje a Isluga”. Asimismo, ha desarrollado una serie de exposiciones, como también gestión cultural. Actualmente es un activo miembro de de la actividad cultural en Iquique desarrollando un trabajo creativo no sólo en artes visuales, sino también en poesía y jazz experimental siendo saxofonista y director de la “Banda del Comodoro”.
Las obras son el resultado de investigaciones sobre la iconografía de la cultura aymara del sitio patrimonial de Isluga en el Altiplano de Tarapacá. La exhibición está desarrollada en series que termina con una mirada que fusiona y revisa la información ancestral adquirida.
En estas obras, el pintor utiliza pigmentos puros de la casa Sennelier con el objeto de obtener colores de alto nivel de saturación, para luego ser mezclados con un medio mate, utilizando como soporte el lino impregnado. “Paralelo y complementado el trabajo pictórico, se realizan bocetos y pinturas digitales con técnica computacional”, señala el profesional.
Lo cierto es que en esta exhibición se vislumbra un quehacer pictórico acabado cuyo lenguaje plástico proviene de diversas escuelas artísticas que han desarrollado el arte abstracto y concreto, como por ejemplo Max Bill y sus pinturas matemáticas o bien, Mark Rotkho y su trabajo con los campos de color, como también los efectos de vibración y desajuste perceptual en las obras de Joseph Albers.
Díaz Parra nace en Santiago en 1955 y estudia Artes Plásticas en la Universidad de Chile. En 1995 se radica en Iquique donde genera el proyecto matriz “Re-imaginar el norte grande”, compuesto de varias series entre las que se sitúa “Homenaje a Isluga”. Asimismo, ha desarrollado una serie de exposiciones, como también gestión cultural. Actualmente es un activo miembro de de la actividad cultural en Iquique desarrollando un trabajo creativo no sólo en artes visuales, sino también en poesía y jazz experimental siendo saxofonista y director de la “Banda del Comodoro”.
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