La diversidad cultural impacta a los visitantes al conocer las tripulaciones de los veleros que participan en la regata bicentenario
Si bien uno de los grandes atractivos de la Regata Bicentenario ha sido conocer los veleros y poder subir a bordo para recorrer sus cubiertas, no menos llamativo para las visitas ha sido compartir con las tripulaciones de los 10 países extranjeros.
Y aunque la gran atracción durante todos estos días ha sido el Buque Escuela nacional “Esmeralda”, recibiendo la mayor cantidad de personas, el resto de las embarcaciones no se ha quedado atrás, destacando en cada una la orgullosa exhibición de sus culturas.
Así, por ejemplo, en el “Cisne Branco” de Brasil las visitas han agradecido la alegría de la tripulación. Es tal el entusiasmo de los brasileros, que en algunos momentos de la tarde la gente que llegó hasta el Molo de Abrigo pudo disfrutar de un grupo de música en vivo formado por los marinos cariocas y que interpretan pegajosas melodías de su país.
Unos pasos antes, otros que han llamado la atención son los marinos de Uruguay, que tripulan el pequeño “Capitán Miranda”. Con una batucada a bordo han puesto mucho ritmo a su estadía, mientras se los pudo observar disfrutando de sus infaltables mates en cubierta y compartiendo entusiastamente con los visitantes.
En el “Cuauhtémoc” de México el amplio abanico de música azteca, desde rancheras y corridos, pasando por Luis Miguel y el grupo Maná, ha estado presente durante toda la semana en el Molo de Abrigo a través de varios parlantes instalados sobre la cubierta mexicana. Y tal como en otros buques, los tripulantes también han destacado por su deferencia en la atención del público.
Estos son sólo tres ejemplos de lo sucedido durante la semana en cada uno de los veleros atracados en la bahía porteña y que claramente ha trascendido más allá de sólo conocer físicamente las embarcaciones.
fuente. http://www.velasudamerica2010.com
Y aunque la gran atracción durante todos estos días ha sido el Buque Escuela nacional “Esmeralda”, recibiendo la mayor cantidad de personas, el resto de las embarcaciones no se ha quedado atrás, destacando en cada una la orgullosa exhibición de sus culturas.
Así, por ejemplo, en el “Cisne Branco” de Brasil las visitas han agradecido la alegría de la tripulación. Es tal el entusiasmo de los brasileros, que en algunos momentos de la tarde la gente que llegó hasta el Molo de Abrigo pudo disfrutar de un grupo de música en vivo formado por los marinos cariocas y que interpretan pegajosas melodías de su país.
Unos pasos antes, otros que han llamado la atención son los marinos de Uruguay, que tripulan el pequeño “Capitán Miranda”. Con una batucada a bordo han puesto mucho ritmo a su estadía, mientras se los pudo observar disfrutando de sus infaltables mates en cubierta y compartiendo entusiastamente con los visitantes.
En el “Cuauhtémoc” de México el amplio abanico de música azteca, desde rancheras y corridos, pasando por Luis Miguel y el grupo Maná, ha estado presente durante toda la semana en el Molo de Abrigo a través de varios parlantes instalados sobre la cubierta mexicana. Y tal como en otros buques, los tripulantes también han destacado por su deferencia en la atención del público.
Estos son sólo tres ejemplos de lo sucedido durante la semana en cada uno de los veleros atracados en la bahía porteña y que claramente ha trascendido más allá de sólo conocer físicamente las embarcaciones.
fuente. http://www.velasudamerica2010.com
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