Cinturón de seguridad y embarazo

Un seguro de vida o un riesgo?
El uso del cinturón de seguridad forma parte de uno de los objetivos principales en las campañas que, desde las instancias dedicadas a la Seguridad Vial, se vienen desarrollando en los últimos años.

Que el empleo o no del cinturón de seguridad entre la población conductora en general, sea una práctica salubre, crea todo tipo de pasiones argumentales a favor y en contra de esta medida. La utilización de este elemento de seguridad por parte de las mujeres embarazadas ha desarrollado toda una controversia entre quienes defienden el beneficio de su utilización, en caso de producirse un accidente, y los que argumentan que su uso puede ser perjudicial para la madre y su futuro hijo, si se produjera el mismo.

En la exposición y defensa de ambas posturas se han esgrimido todo tipo de argumentos tanto para los conductores en general, como para el caso de las mujeres embarazadas en particular, y por ello, intentaremos analizar cuál de las opiniones existentes, es la mejor o menos perjudicial tanto para la madre como para el feto.



Origen de la polémica: ¿seguridad o comodidad?
Los estudios sobre Seguridad Vial realizados desde los años 70, han venido demostrando que, el empleo del cinturón de seguridad, disminuye el número de muertes en accidente en una proporción de 3 a 1, aproximadamente, con respecto a los casos en los que no se usa este dispositivo de seguridad.

Hay quienes argumentan que, en aquellos casos en los que tras un accidente, el accidentado ha de abandonar rápidamente el vehículo, el cinturón de seguridad podría impedir la realización de dicha acción de la forma adecuada. Quizá en este caso tendríamos que plantearnos que, de no llevar puesto el cinturón, probablemente la persona que ha sufrido el accidente no podría ni siquiera intentar abandonar el vehículo como consecuencia de las lesiones sufridas.

A este respecto, el conductor ha de recordar la importancia que tiene, tanto para su seguridad como para la del resto de los ocupantes, la comprobación del correcto funcionamiento del mecanismo de acción de los cinturones de seguridad del vehículo, antes de comenzar cualquier desplazamiento.

La realidad es que, algunas personas, ignorando el beneficio que este elemento de seguridad tiene como protector de su integridad en caso de sufrir un accidente, prefieren ir más cómodos al no sentir la presión que el cinturón de seguridad realiza sobre nuestro cuerpo al cumplir eficazmente con su finalidad de retención y sujeción de la persona en el asiento.

Si bien es cierto que en un principio pueden sentirse aparentemente más cómodos, no es menos cierto que, en caso de accidente, están multiplicando de forma importante, el riesgo de sufrir lesiones graves e incluso la muerte. Por ello, deberíamos de plantearnos al iniciar un desplazamiento en un automóvil, la siguiente elección: ¿seguridad o comodidad?



El embarazo: ¿una situación especial?
En el caso de la mujer embarazada, el uso del cinturón de seguridad siempre ha dividido la opinión de los usuarios en dos sectores diferentes, quienes argumentan y fundamentan una opinión a favor de su uso, y quienes la defienden en contra, basados a veces en la incomodidad que supone el crecimiento del abdomen durante el embarazo, y en otras, en la compresión que el cinturón puede realizar sobre el vientre de la madre y el feto.

Es cierto que, un uso incorrecto del cinturón de seguridad puede llegar a ser letal para el feto en caso de accidente automovilístico, ya que el peso de la madre, por efecto de la velocidad del vehículo y la fuerza de inercia que su movimiento puede llegar a crear, se transforma en caso de producirse el accidente, en una fuerza equivalente a 3 ó 4 toneladas de peso.

Si bien podría llegar a argumentarse este hecho como factor de riesgo para el feto, no es menos cierto que, el no llevar puesto dicho cinturón en este tipo de accidentes, no sólo no disminuiría la referida fuerza de inercia, siendo ésta de la misma intensidad, sino que además, el cuerpo estaría suelto dentro del habitáculo del vehículo, con los riesgos que ello implica.



Entonces ¿qué hacer si estás embarazada?
Se han realizado diferentes estudios sobre accidentes con mujeres embarazadas, evaluando los resultados en función de llevar o no puesto el cinturón de seguridad. Cuando la mujer llevaba puesto el cinturón de seguridad, el resultado obtenido en cuanto al número de casos con lesiones graves producidas tanto a la madre como al feto, disminuía en una proporción 3:1 en comparación con los casos en los que dicho dispositivo no era utilizado. La reducción del número de casos de fallecimiento, también se mantenía en la misma proporción con dicho uso.

Se estima que el 50 % de las mujeres embarazadas circulan sin utilizar el cinturón de seguridad. Esto hace que, en caso de sufrir un accidente, estas mujeres y sus fetos, tengan más del doble de probabilidad de sufrir algún tipo de daño grave que si usaran dicho cinturón.

Por ello, es evidente que es mucho más seguro utilizar el cinturón de seguridad, aún en el caso de una mujer en situación de embarazo; si bien es cierto, que la mayoría de los conductores, hombres o mujeres, utilizamos mal este dispositivo.



¿Cómo utilizar el cinturón de seguridad correctamente?
¿Se utiliza el cinturón de seguridad de forma correcta? La mayoría de las veces no. Cuando a un cinturón de seguridad, se le ponen pinzas para evitar sentir su presión, nos lo colocamos de forma incorrecta o manipulamos su posición contra nuestro cuerpo interponiendo cualquier objeto que amortigüe la presión que ejerce sobre nosotros, le hacemos perder efectividad perdiendo con ello su capacidad de protección.

Si es importante que todos los conductores usemos correctamente el cinturón de seguridad, esta importancia es extrema en el caso en el que los conductores sean mujeres en situación de gestación.

Es de suma importancia, tanto para la vida de la madre como para la del feto, utilizar de forma correcta el cinturón de seguridad, y para ello, hemos de hacer algunas consideraciones al respecto.

En los coches que normalmente utilizamos en nuestros desplazamientos, se instalan, de forma general, dos tipos de cinturón de seguridad que, en función de sus puntos de anclaje, podemos clasificarlos en aquellos que presentan tres de estos puntos y los que presentan dos:

■Cinturón con tres puntos de anclaje: Corresponden a los instalados en las plazas del conductor, acompañante de éste y plazas posteriores laterales. Presentan una banda pélvica, denominada así aquella que pasa por las ingles, y una banda torácica, denominada así aquella que cruza nuestro torso o pecho de forma oblicua.
■Cinturón con dos puntos de anclaje: Se instalan en la plaza posterior central en los coches de cinco plazas. Presentan sólo la banda pélvica.

La mayoría de los conductores posicionamos mal las bandas del cinturón. La banda que cruza el pecho, ha de ir colocada, en el caso de la mujer, entre los dos senos, y en el caso del hombre cruzando la zona central del pecho. El correcto posicionamiento de esta banda se obtiene a través de la graduación y ajuste del dispositivo regulador que está ubicado en la zona de anclaje preparada en la estructura del vehículo y destinada a tal fin, encontrándose normalmente por encima de la altura del respaldo de los asientos.

La otra banda, la conocida como banda pélvica que cruza por delante del abdomen o vientre, es la que se encarga de mantener nuestra cadera pegada al asiento y, es aquí, donde se encuentra el verdadero origen de esta ontroversia.

Tanto en el caso del hombre como en el de la mujer, máxime si está embarazada, la banda pélvica nunca debe ir situada sobre el vientre , lo que se convierte en una exigencia en el caso de que, tal y como hemos referido, la mujer se encuentre en situación de embarazo.

La banda pélvica o abdominal, ha de ir situada sobre los muslos a la altura de las ingles, lo que, además de fijar y mantener nuestro cuerpo pegado al asiento, permitirá que, en caso de que tengamos un accidente con el vehículo, la fuerza de inercia resultante de dicha colisión se transmita a las estructuras óseas de la cadera y no al abdomen o a los órganos que en él se encuentran ubicados.

Nunca deben utilizarse cojines o cualquier otro elemento interpuesto entre el vientre y el cinturón, ya que en caso de desplazarse dicho objeto, el cinturón podría quedar colocado de forma incorrecta y peligrosa sobre el vientre.



¿Porqué es importante la posición del cinturón de seguridad en caso de embarazo?
En caso de colisión y en función de la velocidad con la que nos estemos desplazando, nuestro cuerpo, al sufrir la incidencia de la fuerza de inercia, se desplaza de forma brusca siguiendo la trayectoria que el vehículo llevaba antes del impacto. Esto hace que nos sintamos zarandeados de forma brusca y violenta dentro del habitáculo del coche. Nuestro aparato locomotor, columna vertebral cervical y estructuras musculares del cuello principalmente, reciben la máxima fuerza del impacto.

Tras el choque, y en términos generales, nos desplazamos hacia delante pudiendo, en caso de no llevar el cinturón de seguridad, alcanzar el parabrisas delantero con nuestra cabeza, produciéndose un impacto contra aquel que nos podría ocasionar la muerte y, en caso de no ser así, nos causaría graves lesiones en la cara, ojos, cabeza y cuello, e incluso, nos podría llegar a proyectar fuera del vehículo a través de dicho parabrisas.

Este movimiento, que desde el punto de vista mecánico es de gran complejidad, dado que el cuerpo humano no es una estructura rígida, es el que queda protegido a través del uso del cinturón de seguridad.

En caso de no utilizar dicho cinturón, además de la posibilidad de impacto contra el parabrisas y/o la posible proyección hacia fuera del vehículo, el desplazamiento del cuerpo hace que podamos recibir un fuerte impacto contra el volante tanto en el pecho como en la parte alta del abdomen.

La correcta posición del cinturón de seguridad y su correcto uso, permite, no sólo evitar dicho desplazamiento de forma brusca, sino que además, si está correctamente adaptado a nuestro cuerpo, evitará impactos peligrosos en las zonas de contacto del cinturón con nuestro cuerpo.


fuente: http://www.saludalia.com

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