Cuatro años educando niños autistas cumple el Colegio El Milagro de La Serena
Nuevamente emotivo fue el acto de aniversario del Colegio El Milagro, dependiente de la Corporación Municipal Gabriel González Videla de La Serena.
La ceremonia destacó por la activa participación de toda la comunidad educativa y por los anhelos de cada uno de sus integrantes por mejorar las condiciones del establecimiento.
En ese orden, la apoderada Maura Ugalde manifestó que la prioridad para el colegio es contar con suministro de agua potable, como una forma de mejorar la calidad de la atención de los estudiantes.
Asimismo, la apoderada expresó su agradecimiento a la agrupación de trabajadores mineros, “Antonio Franco” por apoyar la implementación de la sala de terapias interdisciplinaria del establecimiento.
Por su parte, la directora del establecimiento, Ana Franco, reiteró el interés de los profesionales del colegio de “proyectamos en un futuro cercano, a complementar nuestra labor educativa con un centro de investigación, diagnóstico y tratamiento para las personas del espectro autista”.
Es en este contexto y tras la búsqueda de investigaciones y tratamientos probados en otros países, explicó, “es que en abril de este año se ha habilitado e implementado una sala de estimulación integrativa con un equipo interdisciplinario”.
Integrativa, precisó Ana Franco, “porque en ella se le entrega al educando terapias alternativas como flores de Bach, reflexología, quiromasaje y aquellas tradicionales como estimulación sensorial, e interdisciplinaria porque trabajan en forma mancomunada un kinesiólogo, una psicóloga, una fonoaudióloga y una educadora diferencial. El objetivo de este trabajo es bajar los niveles de aquellas conductas desadaptativas que tenga el estudiante y así facilitar la labor pedagógica en el aula”.
La directora afirmó que gracias a esta intervención y, por sobre todo, al fuerte uso del lenguaje del amor, “hemos logrado avances significativos”.
El acto de aniversario contó con la presencia de la concejala Margarita Riveros, de la profesional de la Corporación Municipal Gabriel González Videla, Siria Soleman, y de representantes de la agrupación de trabajadores “Antonio Franco”.
También hubo coloridos números artísticos protagonizados por los propios apoderados del establecimiento.
AUTISMO
El autismo es un síndrome que afecta la comunicación, las relaciones sociales y afectivas del individuo, alterando su comportamiento. Es causado por la contaminación por metales pesados, trastornos neurológicos o genéticos, traumatismo intrauterino o problemas metabólicos.
En 2006, durante la administración del alcalde Raúl Saldívar Auger, un sentido anhelo de familiares de personas autistas de contar con un establecimiento que brindara atención especializada a individuos con este síndrome, tuvo acogida en la Corporación Municipal “Gabriel González Videla”, que preside el edil.
El sueño se concretó en las dependencias del otrora colegio rural El Milagro, ubicado en el apacible sector del mismo nombre.
En la actualidad son 31 los menores de edad y adultos autistas los que, además de educación y atención especializada sobre el síndrome, reciben amor y las dedicaciones necesarias que contribuyen a una mejor calidad de vida, tanto de los propios autistas, como de sus familiares.
La ceremonia destacó por la activa participación de toda la comunidad educativa y por los anhelos de cada uno de sus integrantes por mejorar las condiciones del establecimiento.
En ese orden, la apoderada Maura Ugalde manifestó que la prioridad para el colegio es contar con suministro de agua potable, como una forma de mejorar la calidad de la atención de los estudiantes.
Asimismo, la apoderada expresó su agradecimiento a la agrupación de trabajadores mineros, “Antonio Franco” por apoyar la implementación de la sala de terapias interdisciplinaria del establecimiento.
Por su parte, la directora del establecimiento, Ana Franco, reiteró el interés de los profesionales del colegio de “proyectamos en un futuro cercano, a complementar nuestra labor educativa con un centro de investigación, diagnóstico y tratamiento para las personas del espectro autista”.
Es en este contexto y tras la búsqueda de investigaciones y tratamientos probados en otros países, explicó, “es que en abril de este año se ha habilitado e implementado una sala de estimulación integrativa con un equipo interdisciplinario”.
Integrativa, precisó Ana Franco, “porque en ella se le entrega al educando terapias alternativas como flores de Bach, reflexología, quiromasaje y aquellas tradicionales como estimulación sensorial, e interdisciplinaria porque trabajan en forma mancomunada un kinesiólogo, una psicóloga, una fonoaudióloga y una educadora diferencial. El objetivo de este trabajo es bajar los niveles de aquellas conductas desadaptativas que tenga el estudiante y así facilitar la labor pedagógica en el aula”.
La directora afirmó que gracias a esta intervención y, por sobre todo, al fuerte uso del lenguaje del amor, “hemos logrado avances significativos”.
El acto de aniversario contó con la presencia de la concejala Margarita Riveros, de la profesional de la Corporación Municipal Gabriel González Videla, Siria Soleman, y de representantes de la agrupación de trabajadores “Antonio Franco”.
También hubo coloridos números artísticos protagonizados por los propios apoderados del establecimiento.
AUTISMO
El autismo es un síndrome que afecta la comunicación, las relaciones sociales y afectivas del individuo, alterando su comportamiento. Es causado por la contaminación por metales pesados, trastornos neurológicos o genéticos, traumatismo intrauterino o problemas metabólicos.
En 2006, durante la administración del alcalde Raúl Saldívar Auger, un sentido anhelo de familiares de personas autistas de contar con un establecimiento que brindara atención especializada a individuos con este síndrome, tuvo acogida en la Corporación Municipal “Gabriel González Videla”, que preside el edil.
El sueño se concretó en las dependencias del otrora colegio rural El Milagro, ubicado en el apacible sector del mismo nombre.
En la actualidad son 31 los menores de edad y adultos autistas los que, además de educación y atención especializada sobre el síndrome, reciben amor y las dedicaciones necesarias que contribuyen a una mejor calidad de vida, tanto de los propios autistas, como de sus familiares.
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