La ola de calor de Rusia frena la exportación de cereales
La mayor ola de calor que padece Rusia en los últimos 130 años traspasó ayer las fronteras tras la decisión del primer ministro ruso, Vladímir Putin, de «cancelar provisionalmente las exportaciones de cereales y otros productos agrícolas» como consecuencia de la fuerte sequía que afecta a buena parte del país. La medida sembró la preocupación en los mercados internacionales al ser Moscú el cuatro mayor productor de trigo del mundo. La decisión del Kremlin erosiona aún más el desgastado terreno de la economía mundial al apuntar a una inevitable subida del precio de estos productos.
El mandatario ruso, durante la reunión del Ejecutivo celebrada ayer, explicó que busca impedir el aumento de los precios en el mercado interno, así como conservar el número de cabezas de ganado. El portavoz del Gobierno, Dmitri Peskov, precisó minutos más tarde que la suspensión «entrará en vigor el 15 de agosto y expirará el 31 de diciembre».
Como resultado de las altas temperaturas, el viceministro de Agricultura, Alexandr Beliáyev, ya había anunciado que este año la producción rondaría los 70 millones de toneladas, casi 30 menos que en 2009, cuya cosecha fue de 97 millones. Rusia declaró el estado de emergencia en más de una veintena de regiones y ha perdido más de 10 millones de hectáreas de cultivos. Ocupa el cuarto puesto en la exportación de cereales del mundo, precedido por la Unión Europea, China e India. En 2009-2010 vendió 53 millones de toneladas de trigo.
La decisión de Moscú, que además de al trigo afectará al centeno, la cebada y el maíz, convulsionó los mercados financieros desde las primeras horas de la mañana de ayer, aunque los analistas esperaban con agitación la medida desde hace días. Los contratos de futuros de trigo (compra de derechos para las próximas fechas) subieron ayer de forma vertiginosa en Estados Unidos hasta alcanzar su precio máximo en casi dos años.
Alza de los biocombustibles
El precio de este producto, no obstante, se ha revalorizado en un 85% desde junio. Una de las causas de este ascenso viene de la mano del alza de los biocombustibles. Un estudio del Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario avala esta teoría al comprobar que el valor del trigo, del etanol, del crudo y de la gasolina han seguido los mismos patrones desde hace veinte años.
El primer ministro ruso no ha sido claro respecto a qué pasará una vez que expire el periodo marcado para la congelación de las exportaciones. «Cómo actuaremos después de diciembre lo decidiremos según los resultados de la campaña de cosecha», señaló. Mientras tanto, ha pedido a vecinos como Bielorrusia y Kazajstán que también suspendan la venta de cereales. El ministerio de Desarrollo Económico de Moscú ha enviado su propuesta a la comisión del sindicato de aduanas de estos países.
Las inclemencias meteorológicas también han hecho mella en los campos de cultivo de la Unión Eurpea destinados para este cereal. La escasez de lluvia ha golpeado a Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia y Grecia. Paralelamente, se han producido inundaciones en la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Rumanía
fuente: http://www.diariovasco.com
El mandatario ruso, durante la reunión del Ejecutivo celebrada ayer, explicó que busca impedir el aumento de los precios en el mercado interno, así como conservar el número de cabezas de ganado. El portavoz del Gobierno, Dmitri Peskov, precisó minutos más tarde que la suspensión «entrará en vigor el 15 de agosto y expirará el 31 de diciembre».
Como resultado de las altas temperaturas, el viceministro de Agricultura, Alexandr Beliáyev, ya había anunciado que este año la producción rondaría los 70 millones de toneladas, casi 30 menos que en 2009, cuya cosecha fue de 97 millones. Rusia declaró el estado de emergencia en más de una veintena de regiones y ha perdido más de 10 millones de hectáreas de cultivos. Ocupa el cuarto puesto en la exportación de cereales del mundo, precedido por la Unión Europea, China e India. En 2009-2010 vendió 53 millones de toneladas de trigo.
La decisión de Moscú, que además de al trigo afectará al centeno, la cebada y el maíz, convulsionó los mercados financieros desde las primeras horas de la mañana de ayer, aunque los analistas esperaban con agitación la medida desde hace días. Los contratos de futuros de trigo (compra de derechos para las próximas fechas) subieron ayer de forma vertiginosa en Estados Unidos hasta alcanzar su precio máximo en casi dos años.
Alza de los biocombustibles
El precio de este producto, no obstante, se ha revalorizado en un 85% desde junio. Una de las causas de este ascenso viene de la mano del alza de los biocombustibles. Un estudio del Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario avala esta teoría al comprobar que el valor del trigo, del etanol, del crudo y de la gasolina han seguido los mismos patrones desde hace veinte años.
El primer ministro ruso no ha sido claro respecto a qué pasará una vez que expire el periodo marcado para la congelación de las exportaciones. «Cómo actuaremos después de diciembre lo decidiremos según los resultados de la campaña de cosecha», señaló. Mientras tanto, ha pedido a vecinos como Bielorrusia y Kazajstán que también suspendan la venta de cereales. El ministerio de Desarrollo Económico de Moscú ha enviado su propuesta a la comisión del sindicato de aduanas de estos países.
Las inclemencias meteorológicas también han hecho mella en los campos de cultivo de la Unión Eurpea destinados para este cereal. La escasez de lluvia ha golpeado a Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia y Grecia. Paralelamente, se han producido inundaciones en la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Rumanía
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