Alemania: En Dortmund inauguran una exhibición de listas de deseos navideños escritas hace cien años.
En Dortmund inauguran una exhibición de listas de deseos navideños escritas hace cien años. ¿Qué le pedía la gente al Niño Jesús en aquella época, cuando no a Papá Noel? La pasta de dientes era muy popular, por ejemplo.
La entrega de regalos no siempre fue una costumbre navideña. Fue hacia finales del siglo XIX cuando la celebración del nacimiento de Jesús se convirtió en una fiesta familiar caracterizada por la recepción de presentes. Antes de eso, era el 6 de diciembre cuando San Nicolás traía obsequios para los niños que se habían portado bien durante los once meses anteriores; y fue entonces cuando nació el hábito de escribirle cartas al bienhechor de turno para pedirle regalos específicos como premio a la buena conducta.
“La transformación de la Navidad en una velada para la entrega de presentes está directamente asociada con el auge de la industrialización y la producción masiva de juguetes y otros objetos susceptibles de ser obsequiados”, explica la historiadora Isolde Parussel, agregando que, aunque no todos podían darse esos lujos, los juguetes estaban expuestos en las vidrieras, estimulando a los niños a enviar sus listas de deseos a aquel personaje en capacidad de hacerlos realidad.
Objetos codiciados de ayer y hoy
Isolde Parussel concibió la exposición navideña Tráenos muchas cosas bonitas para el Museo de Arte e Historia Cultural de Dortmund. En sus paredes se exhiben más de cien cartas, protegidas por un cristal, y cuatro mesas de regalos con juguetes típicos del siglo antepasado y arbolitos adornados a la usanza de la época. Algunas de las listas de regalos provienen de las colecciones de otros museos, pero la mayoría fueron prestadas a la institución por personas que respondieron a un anuncio de prensa publicado por los curadores de la muestra.
.Buena parte de las cartas estaban dirigidas al Niño Jesús en sus más diversas denominaciones –Christkind, Chriskindchen o Christkindlein–; otras habían sido enviadas a San Nicolás o fueron tituladas, simplemente, "Lista de deseos". Más interesante resulta leer lo que los niños de la época pedían como regalo: en una carta de 1899, una jovencita pide que se le obsequie “un tubo de pasta de dientes Calodont”. Y es que, cuando culminaba el siglo XIX, la pasta de dientes en tubo era considerada un objeto ultramoderno y codiciado por adultos y jóvenes.
Lo que revelan las cartas de antaño
Las cartas en cuestión revelan la vida que llevaban quienes las escribían y notables cambios de una generación a otra. Los deseos de los niños nacidos después de la Segunda Guerra Mundial van desde una gorra o un cuaderno para la escuela, hasta la mejoría de una madre convaleciente o una falda que llegara a la altura de la rodilla. Pero no todos los deseos eran formulados libremente: desde finales del siglo antepasado, las fábricas hacía circular cartas impresas en la temporada de Navidad para que la gente marcara con una equis los productos que deseaban encargar.
La carta más reciente de la exposición data de 2008. Jascha, de Dortmund, recortó imágenes de varios catálogos que mostraban productos con sus respectivos precios; aparatos eléctricos, en su mayoría. Jascha no escribió texto alguno, pero se esmeró en que las palabras “Lista de deseos para Navidad” quedaran escritas adornadamente. Los regalos son caros en comparación con los que los niños pedían en otras décadas, pero ni más ni menos valiosos. En eso insiste Isolde Parussel cuando señala: “Uno no puede decir que los niños de hoy estén más orientados hacia el consumo; ellos invierten tanto esfuerzo en sus listas de deseos como los niños de antaño”.
Autora: Sola Hülsewig / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López Magallón
fuente: http://www.dw-world.de/
La entrega de regalos no siempre fue una costumbre navideña. Fue hacia finales del siglo XIX cuando la celebración del nacimiento de Jesús se convirtió en una fiesta familiar caracterizada por la recepción de presentes. Antes de eso, era el 6 de diciembre cuando San Nicolás traía obsequios para los niños que se habían portado bien durante los once meses anteriores; y fue entonces cuando nació el hábito de escribirle cartas al bienhechor de turno para pedirle regalos específicos como premio a la buena conducta.
“La transformación de la Navidad en una velada para la entrega de presentes está directamente asociada con el auge de la industrialización y la producción masiva de juguetes y otros objetos susceptibles de ser obsequiados”, explica la historiadora Isolde Parussel, agregando que, aunque no todos podían darse esos lujos, los juguetes estaban expuestos en las vidrieras, estimulando a los niños a enviar sus listas de deseos a aquel personaje en capacidad de hacerlos realidad.
Objetos codiciados de ayer y hoy
Isolde Parussel concibió la exposición navideña Tráenos muchas cosas bonitas para el Museo de Arte e Historia Cultural de Dortmund. En sus paredes se exhiben más de cien cartas, protegidas por un cristal, y cuatro mesas de regalos con juguetes típicos del siglo antepasado y arbolitos adornados a la usanza de la época. Algunas de las listas de regalos provienen de las colecciones de otros museos, pero la mayoría fueron prestadas a la institución por personas que respondieron a un anuncio de prensa publicado por los curadores de la muestra.
.Buena parte de las cartas estaban dirigidas al Niño Jesús en sus más diversas denominaciones –Christkind, Chriskindchen o Christkindlein–; otras habían sido enviadas a San Nicolás o fueron tituladas, simplemente, "Lista de deseos". Más interesante resulta leer lo que los niños de la época pedían como regalo: en una carta de 1899, una jovencita pide que se le obsequie “un tubo de pasta de dientes Calodont”. Y es que, cuando culminaba el siglo XIX, la pasta de dientes en tubo era considerada un objeto ultramoderno y codiciado por adultos y jóvenes.
Lo que revelan las cartas de antaño
Las cartas en cuestión revelan la vida que llevaban quienes las escribían y notables cambios de una generación a otra. Los deseos de los niños nacidos después de la Segunda Guerra Mundial van desde una gorra o un cuaderno para la escuela, hasta la mejoría de una madre convaleciente o una falda que llegara a la altura de la rodilla. Pero no todos los deseos eran formulados libremente: desde finales del siglo antepasado, las fábricas hacía circular cartas impresas en la temporada de Navidad para que la gente marcara con una equis los productos que deseaban encargar.
La carta más reciente de la exposición data de 2008. Jascha, de Dortmund, recortó imágenes de varios catálogos que mostraban productos con sus respectivos precios; aparatos eléctricos, en su mayoría. Jascha no escribió texto alguno, pero se esmeró en que las palabras “Lista de deseos para Navidad” quedaran escritas adornadamente. Los regalos son caros en comparación con los que los niños pedían en otras décadas, pero ni más ni menos valiosos. En eso insiste Isolde Parussel cuando señala: “Uno no puede decir que los niños de hoy estén más orientados hacia el consumo; ellos invierten tanto esfuerzo en sus listas de deseos como los niños de antaño”.
Autora: Sola Hülsewig / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López Magallón
fuente: http://www.dw-world.de/
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