En Las Condes MARÍA EUGENIA TERRAZAS PRESENTA OBRAS de ACUARELA Y ACRÍLICO
MARÍA EUGENIA TERRAZAS PRESENTA OBRAS EN ACUARELA Y ACRÍLICO
Hasta el 26 de diciembre en la Corporación Cultural de Las Condes, ubicada en Avda. Apoquindo 6570
La artista María Eugenia Terrazas, a cargo desde hace 15 años de un Taller de Acuarela en la Corporación Cultural de Las Condes, presenta su exposición “Raíces” en las salas del segundo piso de la corporación, entre el 3 y 26 de diciembre. Como ella misma señala: “Esto es como la circulación que corre por mis venas. Aquí está la tierra, es decir, la gran ‘naturaleza’ que miro, que respiro, que me corre desde los pies a la cabeza, naturalmente cuando estoy al aire ‘libre’”.
En la muestra, integrada por acuarelas y acrílicos, la artista aplica su propia visión del mundo. Como señala Edward Shaw, en la presentación, “No hay gente, por ejemplo. Su mundo es de paisajes rítmicos, casi rituales, sin la vibración de la luz de verano, ni la exuberancia de la primavera: el entorno vive en tono a un constante otoño, sin la frialdad de invierno. Es un mundo contemplativo, plano, muros sin grietas, árboles estáticos, sin sombras de sol ni sonidos de viento”.
Para el crítico, “la artista simplifica el entorno a su más mínima expresión. La sencillez de la propuesta es lo que la carga con fuerza, con elocuencia. Miramos planos de colores en distintos grados de mates. La austeridad de la escena provoca un cierto asombro. Tiene un dejo del manejo de Edward Hopper, cuyos personajes son indescifrables, sin emociones, sin textura. Nos deja perplejos, con ganas de conocer más, entender más”.
Y agrega: “Son obras que incitan al diálogo, aquellos diálogos que nunca tienen fin. Cuántas veces hemos conversado a solas con los muros en un pueblo perdido en un viaje al centro del propio ser”.
El silencio es otra característica de estas obras: son pueblos inmutables, colgados en el espacio, sin el lujo de esperar, sin la esperanza de envejecer. No hay pátinas de tiempo; no hay señales de decadencia. Todo es lo que es para una eternidad interminable. “Terrazas arranca un instante del avance imparable del reloj, interrumpiendo la lógica de su secuencia, plasmando su retrato en la tela. Son estos instantes sin pasión ni celebración. Un instante entre millones que van y vienen sin dejar rastro en ninguna cronología”.
Con estudios de decoración de interiores en la Universidad Federico Santa María y egresada de Licenciatura en Historia del Arte de la U. Católica de Valparaíso, María Eugenia Terrazas obtiene en 1975 beca en la Universita per Stranieri, Peruggia, en Italia. En Chile integró los talleres de pintura de Humberto Parada; acuarela de Hardy Wistuba, y de dibujo de Gracia Barrios.
Cuando le toca pintar con acuarela, se ablandan las construcciones. Todo se torna más suave. “Experimento la dicha del color... Partí de la casa, las casas, soy formalmente más mental. Estructuro en planos para luego experimentar allí el color. ¡Con esta técnica se me produce algo especial! Es como una reunión de mis sentidos cuando ya me embarco con el color, hasta el gusto me sale a flote porque es como que saboreara un color con otro”.
Y respecto a las técnicas, plantea: “Es curioso. Son mis polos ya que en la acuarela por el mismo hecho de trabajar con mucha agua es el ‘fluir’ de los acordes más sutiles, con el acrílico me salen los acordes más ‘beethovianos’”.
Fecha: 3 al 26 de diciembre de 2010
Lugar: Sala Segundo Piso. Corporación Cultural de Las Condes (Avda. Apoquindo 6570)
Teléfono: 366 93 93
Horario: Martes a domingo, 10.30 a 19.00 horas
Hasta el 26 de diciembre en la Corporación Cultural de Las Condes, ubicada en Avda. Apoquindo 6570
La artista María Eugenia Terrazas, a cargo desde hace 15 años de un Taller de Acuarela en la Corporación Cultural de Las Condes, presenta su exposición “Raíces” en las salas del segundo piso de la corporación, entre el 3 y 26 de diciembre. Como ella misma señala: “Esto es como la circulación que corre por mis venas. Aquí está la tierra, es decir, la gran ‘naturaleza’ que miro, que respiro, que me corre desde los pies a la cabeza, naturalmente cuando estoy al aire ‘libre’”.
En la muestra, integrada por acuarelas y acrílicos, la artista aplica su propia visión del mundo. Como señala Edward Shaw, en la presentación, “No hay gente, por ejemplo. Su mundo es de paisajes rítmicos, casi rituales, sin la vibración de la luz de verano, ni la exuberancia de la primavera: el entorno vive en tono a un constante otoño, sin la frialdad de invierno. Es un mundo contemplativo, plano, muros sin grietas, árboles estáticos, sin sombras de sol ni sonidos de viento”.
Para el crítico, “la artista simplifica el entorno a su más mínima expresión. La sencillez de la propuesta es lo que la carga con fuerza, con elocuencia. Miramos planos de colores en distintos grados de mates. La austeridad de la escena provoca un cierto asombro. Tiene un dejo del manejo de Edward Hopper, cuyos personajes son indescifrables, sin emociones, sin textura. Nos deja perplejos, con ganas de conocer más, entender más”.
Y agrega: “Son obras que incitan al diálogo, aquellos diálogos que nunca tienen fin. Cuántas veces hemos conversado a solas con los muros en un pueblo perdido en un viaje al centro del propio ser”.
El silencio es otra característica de estas obras: son pueblos inmutables, colgados en el espacio, sin el lujo de esperar, sin la esperanza de envejecer. No hay pátinas de tiempo; no hay señales de decadencia. Todo es lo que es para una eternidad interminable. “Terrazas arranca un instante del avance imparable del reloj, interrumpiendo la lógica de su secuencia, plasmando su retrato en la tela. Son estos instantes sin pasión ni celebración. Un instante entre millones que van y vienen sin dejar rastro en ninguna cronología”.
Con estudios de decoración de interiores en la Universidad Federico Santa María y egresada de Licenciatura en Historia del Arte de la U. Católica de Valparaíso, María Eugenia Terrazas obtiene en 1975 beca en la Universita per Stranieri, Peruggia, en Italia. En Chile integró los talleres de pintura de Humberto Parada; acuarela de Hardy Wistuba, y de dibujo de Gracia Barrios.
Cuando le toca pintar con acuarela, se ablandan las construcciones. Todo se torna más suave. “Experimento la dicha del color... Partí de la casa, las casas, soy formalmente más mental. Estructuro en planos para luego experimentar allí el color. ¡Con esta técnica se me produce algo especial! Es como una reunión de mis sentidos cuando ya me embarco con el color, hasta el gusto me sale a flote porque es como que saboreara un color con otro”.
Y respecto a las técnicas, plantea: “Es curioso. Son mis polos ya que en la acuarela por el mismo hecho de trabajar con mucha agua es el ‘fluir’ de los acordes más sutiles, con el acrílico me salen los acordes más ‘beethovianos’”.
Fecha: 3 al 26 de diciembre de 2010
Lugar: Sala Segundo Piso. Corporación Cultural de Las Condes (Avda. Apoquindo 6570)
Teléfono: 366 93 93
Horario: Martes a domingo, 10.30 a 19.00 horas
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