La carne ovina se sigue valorizando y la UE lidera compras
La carne ovina se sigue valorizando y la UE lidera compras
Brasil apela a sus stocks de carne ovina para paliar los altos precios del producto, pero aún así continúa importando más desde Uruguay. Chile gana terreno en el mercado brasileño a través de empresas instaladas en el país transandino.
Lunes, 21 de Febrero de 2011
En 2010 la tonelada de carne ovina uruguaya en el mercado brasileño se valorizó más de 70% y los importadores de ese país, con su alta demanda, fueron el pilar fundamental para mantener los precios altos.
Sin detener las compras, porque algunos negocios se hacen, los brasileños están apelando a sus stocks y bajaron el ritmo de importación para frenar la suba de precios, pero aún así, están llevándose un buen volumen.
Hoy el gran sostén de los valores es la Unión Europea. Según los datos estadísticos del Instituto Nacional de Carnes (INAC) el precio promedio de la tonelada de carne ovina -al pasado 12 de febrero- fue US$ 4.390, cuando a igual fecha del año pasado no sobrepasó los US$ 2.896.
Con estos valores los productores están reteniendo la mayor cantidad de vientres posibles y apuntan a preñar la mayor cantidad que puedan. Incluso las ovejas usadas que antes eran destinadas a los frigoríficos o quedaban en el establecimiento para consumo (hoy el consumo está siendo sustituído por carne vacuna), hoy se les busca sacar un último cordero.
El gran problema de Uruguay es la falta de materia prima para poder colocar más negocios de exportación, pero ese mismo problema lo están viviendo Australia y Nueva Zelanda (los dos primeros productores mundiales de carne ovina). Sin embargo, el menor volumen está siendo compensado con el incremento de los valores internacionales.
Hasta la semana pasada la Unión Europea importó 670 toneladas -apenas está 17 toneladas por debajo de lo importado a igual fecha del año pasado- y Brasil importó otras 591 toneladas (a igual fecha del año pasado compró 443 toneladas).
China se está posicionando hoy como el cuarto mayor importador de carne ovina uruguaya, pero a este destino van asados y otros cortes de menor valor y no los traseros desosados como se colocan en la Unión Europea.
Para algunos operadores de mercado consultados por El País, Brasil va a ser un fuerte importador de carne ovina uruguaya, pero los menos pesimistas aseguran que no fortalecerá su posición compradora hasta que no termine con la carne que tiene estoqueada.
Pero desde noviembre de 2009, los importadores brasileños están incorporando más carne ovina chilena. En ese sentido, el grupo Marfrig, un fuerte importador de carne ovina también está instalado en Chile y ese es el motivo que explica el crecimiento de los embarques de carne ovina de este país.
Desde Chile ingresan a Brasil cortes con hueso congelados, aunque en enero también se hicieron negocios por pequeños volúmenes de cortes sin hueso en igual condición.
El pasado mes de enero -según datos de FarmPoint- el kilo de carne ovina congelada se pagó US$ 6,25 y el kilo de carne desosada y congelada US$ 8,41. La carne ovina con hueso y congelada valía US$ 5,54/kilo y el kilo de carne ovina desosada se pagó US$ 7,19 por kilo. ISI/elpais.com.uy
fuente. prochile
Brasil apela a sus stocks de carne ovina para paliar los altos precios del producto, pero aún así continúa importando más desde Uruguay. Chile gana terreno en el mercado brasileño a través de empresas instaladas en el país transandino.
Lunes, 21 de Febrero de 2011
En 2010 la tonelada de carne ovina uruguaya en el mercado brasileño se valorizó más de 70% y los importadores de ese país, con su alta demanda, fueron el pilar fundamental para mantener los precios altos.
Sin detener las compras, porque algunos negocios se hacen, los brasileños están apelando a sus stocks y bajaron el ritmo de importación para frenar la suba de precios, pero aún así, están llevándose un buen volumen.
Hoy el gran sostén de los valores es la Unión Europea. Según los datos estadísticos del Instituto Nacional de Carnes (INAC) el precio promedio de la tonelada de carne ovina -al pasado 12 de febrero- fue US$ 4.390, cuando a igual fecha del año pasado no sobrepasó los US$ 2.896.
Con estos valores los productores están reteniendo la mayor cantidad de vientres posibles y apuntan a preñar la mayor cantidad que puedan. Incluso las ovejas usadas que antes eran destinadas a los frigoríficos o quedaban en el establecimiento para consumo (hoy el consumo está siendo sustituído por carne vacuna), hoy se les busca sacar un último cordero.
El gran problema de Uruguay es la falta de materia prima para poder colocar más negocios de exportación, pero ese mismo problema lo están viviendo Australia y Nueva Zelanda (los dos primeros productores mundiales de carne ovina). Sin embargo, el menor volumen está siendo compensado con el incremento de los valores internacionales.
Hasta la semana pasada la Unión Europea importó 670 toneladas -apenas está 17 toneladas por debajo de lo importado a igual fecha del año pasado- y Brasil importó otras 591 toneladas (a igual fecha del año pasado compró 443 toneladas).
China se está posicionando hoy como el cuarto mayor importador de carne ovina uruguaya, pero a este destino van asados y otros cortes de menor valor y no los traseros desosados como se colocan en la Unión Europea.
Para algunos operadores de mercado consultados por El País, Brasil va a ser un fuerte importador de carne ovina uruguaya, pero los menos pesimistas aseguran que no fortalecerá su posición compradora hasta que no termine con la carne que tiene estoqueada.
Pero desde noviembre de 2009, los importadores brasileños están incorporando más carne ovina chilena. En ese sentido, el grupo Marfrig, un fuerte importador de carne ovina también está instalado en Chile y ese es el motivo que explica el crecimiento de los embarques de carne ovina de este país.
Desde Chile ingresan a Brasil cortes con hueso congelados, aunque en enero también se hicieron negocios por pequeños volúmenes de cortes sin hueso en igual condición.
El pasado mes de enero -según datos de FarmPoint- el kilo de carne ovina congelada se pagó US$ 6,25 y el kilo de carne desosada y congelada US$ 8,41. La carne ovina con hueso y congelada valía US$ 5,54/kilo y el kilo de carne ovina desosada se pagó US$ 7,19 por kilo. ISI/elpais.com.uy
fuente. prochile
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