A 97 AÑOS DE LA MUERTE DE UN PIONERO de la AVIACIÓN ALEJANDRO BELLO. Más conocido como el Teniente Bello
97 AÑOS DE LA MUERTE DE UN PIONERO: ALEJANDRO BELLO
En 1913 obtuvo su licencia de piloto en la Escuela de Aviación de Sánchez Beza, en Mourmelon le Grand, Francia.
A 97 años de su muerte, el pionero aviador Alejandro Bello definitivamente está en el consciente colectivo de todo el país. Desde su desaparición, un día 9 de marzo de 1914, su historia se difundió ampliamente por los medios de prensa de la época, convirtiéndose con el tiempo en un referente trágico para referirse a quienes están perdidos.
Las autoridades buscaron a este aeronauta durante semanas, por tierra mar y aire, sin embargo ni el frágil aeroplano Sánchez Besa N° 13 de 80 HP, ni su cuerpo fueron encontrados.
Bello formó parte de un grupo de pioneros que viajaron en el año 1913 a hacer el curso de piloto a la Escuela “Moumelon le Grand”, en Francia, propiedad de nuestro compatriota José Luis Sánchez Besa.Junto al Teniente Amadeo Casarino regresó al año siguiente con su brevet (licencia) de piloto, siendo destinado a la Escuela Militar de Aeronáutica.
La dirección de ese establecimiento determinó que Bello rindiera un nuevo examen para recibir su título de aviador militar y junto a él, también los Tenientes Ponce y Torres. El examen consistía en hacer un raid despegando desde Lo Espejo, pasando por Culitrin (sector de Paine) y Cartagena para regresar al punto de partida en la capital.
Bello hizo un primer vuelo despegando a las cinco de la mañana con destino al primer punto. Sin embargo, tras una hora y media de vuelo, debido a una intensa neblina, debió regresar a Santiago en espera de que el tiempo mejorara.
Mientras ello ocurría, Bello fue visitado en la cancha de aterrizaje por su hermano cura y unos amigos, mientras el Capitán Manuel Ávalos, otro precursor de la aviación chilena, firmaba los papeles del nuevo vuelo que emprendería.
SEPULTADO EN EL MAR
Los tres pilotos, nuevamente, se elevaron sobre los cielos del sur de la capital para tomar rumbo al oeste, pero a poco andar nuevamente encontraron formaciones nubosas a baja altura que dificultaron la navegación al punto de que perdieron contacto visual entre ellos. El Teniente Torres tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en la localidad de Mallarauco, localidad rural del valle de la zona central ubicada en la Provincia de Melipilla.
En tanto, el Teniente Ponce llegó a Culitrín, sin embargo no pudo completar el raid a Cartagena debido al mal tiempo, aterrizando en un campo de Buin. Recién, al día siguiente, retornó a Lo Espejo.
Respecto a Alejandro Bello, al no que tener noticias de él se organizó una gigantesca búsqueda por tierra. Se hizo una operación rastrillo entre Pichilemu y Valparaíso. El Ejército envió tropas y hasta el mismísimo capitán Manuel Ávalos participó en la búsqueda, sufriendo un accidente al despegar de Cartagena, cuando el motor de su avión se detuvo repentinamente a unos 200 metros de altura.
Los últimos instantes conocidos del raid de Bello fueron cuando, a las 16.45 horas de ese 14 de marzo, despegó desde la localidad de Culitrín rumbo a Cartagena.
Se cree que debido a la mala visibilidad y al viento reinante en el sector, el aviador habría desviado su rumbo, internado en el mar y caído a las aguas quedando para siempre junto a su avión bajo el Océano Pacífico.
fuente: Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile , http://www.dgac.cl/
En 1913 obtuvo su licencia de piloto en la Escuela de Aviación de Sánchez Beza, en Mourmelon le Grand, Francia.
A 97 años de su muerte, el pionero aviador Alejandro Bello definitivamente está en el consciente colectivo de todo el país. Desde su desaparición, un día 9 de marzo de 1914, su historia se difundió ampliamente por los medios de prensa de la época, convirtiéndose con el tiempo en un referente trágico para referirse a quienes están perdidos.
Las autoridades buscaron a este aeronauta durante semanas, por tierra mar y aire, sin embargo ni el frágil aeroplano Sánchez Besa N° 13 de 80 HP, ni su cuerpo fueron encontrados.
Bello formó parte de un grupo de pioneros que viajaron en el año 1913 a hacer el curso de piloto a la Escuela “Moumelon le Grand”, en Francia, propiedad de nuestro compatriota José Luis Sánchez Besa.Junto al Teniente Amadeo Casarino regresó al año siguiente con su brevet (licencia) de piloto, siendo destinado a la Escuela Militar de Aeronáutica.
La dirección de ese establecimiento determinó que Bello rindiera un nuevo examen para recibir su título de aviador militar y junto a él, también los Tenientes Ponce y Torres. El examen consistía en hacer un raid despegando desde Lo Espejo, pasando por Culitrin (sector de Paine) y Cartagena para regresar al punto de partida en la capital.
Bello hizo un primer vuelo despegando a las cinco de la mañana con destino al primer punto. Sin embargo, tras una hora y media de vuelo, debido a una intensa neblina, debió regresar a Santiago en espera de que el tiempo mejorara.
Mientras ello ocurría, Bello fue visitado en la cancha de aterrizaje por su hermano cura y unos amigos, mientras el Capitán Manuel Ávalos, otro precursor de la aviación chilena, firmaba los papeles del nuevo vuelo que emprendería.
SEPULTADO EN EL MAR
Los tres pilotos, nuevamente, se elevaron sobre los cielos del sur de la capital para tomar rumbo al oeste, pero a poco andar nuevamente encontraron formaciones nubosas a baja altura que dificultaron la navegación al punto de que perdieron contacto visual entre ellos. El Teniente Torres tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en la localidad de Mallarauco, localidad rural del valle de la zona central ubicada en la Provincia de Melipilla.
En tanto, el Teniente Ponce llegó a Culitrín, sin embargo no pudo completar el raid a Cartagena debido al mal tiempo, aterrizando en un campo de Buin. Recién, al día siguiente, retornó a Lo Espejo.
Respecto a Alejandro Bello, al no que tener noticias de él se organizó una gigantesca búsqueda por tierra. Se hizo una operación rastrillo entre Pichilemu y Valparaíso. El Ejército envió tropas y hasta el mismísimo capitán Manuel Ávalos participó en la búsqueda, sufriendo un accidente al despegar de Cartagena, cuando el motor de su avión se detuvo repentinamente a unos 200 metros de altura.
Los últimos instantes conocidos del raid de Bello fueron cuando, a las 16.45 horas de ese 14 de marzo, despegó desde la localidad de Culitrín rumbo a Cartagena.
Se cree que debido a la mala visibilidad y al viento reinante en el sector, el aviador habría desviado su rumbo, internado en el mar y caído a las aguas quedando para siempre junto a su avión bajo el Océano Pacífico.
fuente: Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile , http://www.dgac.cl/
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