Chile: En Atacama producen una microalga con potentes efectos en la salud y la nutrición de las personas

Chile: En Atacama producen una microalga con potentes efectos en la salud y la nutrición de las personas

La Astaxantina, carotenoide responsable de la pigmentación de camarones y salmones, es el antioxidante natural más potente hasta la fecha descubierto.

Lunes, 21 de Marzo de 2011


La Astaxantina, carotenoide responsable de la pigmentación de camarones y salmones, es el antioxidante natural más potente hasta ahora descubierto. Ubicada en plena pampa del Tamarugal, Atacama Bionatural es una de las cinco firmas pioneras en el mundo en el desarrollo de este producto por sus beneficios a la piel, articulaciones, corazón, e incluso la vista. Para producirla utilizan agua especialmente tratada y durante todo el proceso se controlan rigurosamente variables como pH, Tª y luminosidad.

Hace diez años un grupo de ingenieros, químicos, bioquímicos y biólogos marinos decidieron comenzar a producir una microalga específica de los salares del norte chileno, que produce el característico tono rosado de los flamencos que allí migran en las temporadas cálidas. Sus altas concentraciones de betacaroteno lo hacían altamente atractivo para los mercados internacionales, sin embargo se encontraron con fuertes barreras de entrada, que los hicieron derivar a otra especie similar pero con un importante mercado en el país.

"La industria salmonera presentaba una importante demanda de Astaxantina, una enzima producida por una microalga muy similar, para la pigmentación de los salmones. Entonces, decidimos ingresar por nuestra experiencia previa y por tratarse de un mercado poco desarrollado en el país", comenta Eduardo Cisternas, subgerente general y socio fundador de Atacama Bionatural.

Los beneficios fueron importantes ya que en poco tiempo entregaba el fuerte color naranjo con el mismo nutriente que consumen naturalmente en sus ecosistemas de origen: el zooplancton, insectos y crustáceos -que sirven de alimento a los salmones-, se alimentan de esta microalga traspasándoles así la Astaxantina.

Los piscicultores la valoran altamente por sus cualidades de pigmentación pero también por sus efectos científicamente comprobados en la fertilidad, sobrevida y calidad de embriones, además de mejorar su sistema inmune, tolerancia al estrés y su función hepática.

Sin embargo, en el último tiempo se han desarrollado investigaciones sobre sus beneficios en humanos, que son múltiples debido a su alto poder antioxidativo que actúa directamente a nivel mitocondrial, aumentando los niveles de energía celular. Entre otros se menciona que puede ayudar a prevenir cáncer, enfermedades neurodegenerativas y otras relacionadas con el estilo de vida. Además, presenta cualidades protectoras del sistema cardiovascular, y a nivel ocular disminuye el riesgo de cataratas y la degeneración macular producida por la edad (los carotenoides se ubican en la mácula del ojo). Además ayudaría en la protección de la piel frente a rayos ultravioleta, a la estimulación del sistema inmune, y en la reducción de dolores musculares y articulares, y gracias a su capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica, se le atribuyen capacidades de protección de los procesos oxidativos en sistema nervioso central y cerebro.

Todo esto, debido a que la Astaxantina natural, es el más poderoso antioxidante hasta ahora descubierto, se encuentra en especies que resisten condiciones extremas de la naturaleza como los salmones que deben recorrer enormes distancia río arriba o los camarones en ambientes extremos con bajos niveles de oxígeno. Es 550 veces más potente que la vitamina E y 10 veces más potente que el betacaroteno.

Ya han comenzado a desarrollar aplicaciones para humanos. No son más de cinco empresas en el mundo que están realizando la materia prima para aplicaciones en la industria nutracéutica, alimenticia y cosmética.

Y es que todo el proceso debe ser fuertemente controlado. Primero realizan un tratamiento especial al agua de modo de poder realizar los cultivos en forma óptima. Una vez incorporadas las células para su reproducción se miden en forma permanente pH, temperatura, salinidad, conductividad eléctrica, cloro total y residual, análisis de nitratos, control de flujos y la luminosidad:

"Usamos equipos Hanna Instruments porque se orientan mucho al tipo de trabajo que realizamos. Los equipos portátiles son de gran utilidad porque tenemos 5 hectáreas de estanques con algas que debemos medir constantemente, en condiciones adversas y nos han dado buenos resultados", explica el bioquímico.

Atacama Bionatural desarrolla un producto en polvo, y a partir de éste una oleorresina concentrada en Astaxantina, la cual deben enviar a producir a Alemania mediante el proceso de extracción por CO2 supercrítico, una tecnología de reciente desarrollo que permite obtener un producto libre de todo residuo y 100% natural.

Microscópica pero poderosa

La Haematococcus pluviale es un microalga que se encuentra en pocas cantidades en nuestro país, en zonas lluviosas con pozas que luego se secan en verano. Se puede distinguir por el color rosado oscuro que dejan en el fondo, piedras, etc. Donde sí es frecuente es en Estados Unidos y conforma el alimento habitual de diminutos especímenes acuáticos, camarones, peces filtradores, etc.

No mide más de 20 micrones, pero destaca por su gran velocidad de crecimiento y su capacidad de generar la molécula, un carotenoide, el antioxidante más potente del mundo.

"La particularidad de esta microalga es que crece muy rápido en condiciones de baja temperatura, baja salinidad y baja luminosidad –todos factores escasos en el norte de Chile-, pero una vez que ha crecido al exponerse a la luz solar produce un antioxidante muy potente con el fin de protegerse de la radiación, sino moriría. Y es el que le da su color característico", explica Eduardo Cisternas.

Y en esto, el desierto chileno presenta ventajas comparativas. Al medir la luminosidad en la pampa del Tamarugal con un fotómetro alcanza los 3mil micromol/m2 seg, la luz de un tubo fluorescente en una oficina por ejemplo, es de 30 micromol/m2seg: es decir 100 veces mayor en el desierto.

El proceso de cultivo parte en laboratorio con placas de petri donde se van cultivando las células de Haematococcus pluviale, las que forman colonias y se pasan a tubos de ensayo primero y luego distintos frascos hasta completar los 20 litros de microalgas. Se maneja un ambiente altamente controlado, estéril y a baja luz y temperatura. Luego la solución se lleva a invernadero donde se traspasa a unidades industriales de mil litros que en 10 días ha logrado copar su capacidad. Todo hasta llegar a los 70 mil litros, cuando las microalgas se encuentran maduras para su exposición al sol.

"Al cabo de 10 días el cultivo, que había permanecido verde, por la clorofila, ha logrado producir la astaxantina en todo su potencial, tomando un color rojo intenso, ciruela", señala Eduardo Cisternas.

Para la cosecha se recolectan las microalgas del reactor de inducción, y pasa a un proceso de molienda, que permite abrir el quiste que contiene la astaxantina. Luego del proceso de secado se obtiene el polvo de astaxantina de alta pureza. Y a partir de éste, el segundo producto la oleorresina con alta concentración de carotenoides, gracias a un sistema de extracción por CO2 supercrítico. Se trata de tecnología reciente que entrega un producto de alta calidad, avalado y certificado con las normas ISO 9001:2000, ISO 14001:2004, GMP, HACCP.

En pocos meses se podrán encontrar estos productos en el mercado chileno así como en Asia, Europa y Estados Unidos. Se trata de un área que recién está abriéndose y nuestro país forma parte de los pioneros. hannachile.com

fuente. prochile

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