diputados: Debaten cambios en extensión y contenido al sistema de acreditación de planteles de educación superior del país
Debaten cambios en extensión y contenido al sistema de acreditación de planteles de educación superior del país
Publicado el 24 de mayo del 2011
Que la acreditación sea por periodos más extendidos y que diferencie los criterios para evaluar a universidades o centros de formación técnica, plantearon autoridades y académicos en un seminario sobre el tema realizado por la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados realizó este lunes en la sede santiaguina del Congreso Nacional la cuarta jornada de su ciclo de seminarios sobra la educación superior, que en esta oportunidad abordó el sistema de acreditación y el aseguramiento de la calidad.
El seminario fue conducido por el diputado Rodrigo González y contó con la participación del presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Iñigo Díaz; el rector de la Universidad de Tarapacá, Emilio Rodríguez; la directora de CONIFOS, Rosa Godoy; la abogada Gabriela Prado; el dirigente de los trabajadores de la Universidad Austral, Carlos Mancilla; el miembro de la CNA, Eugenio Díaz; y el gerente de la agencia acreditadota del Colegio de Ingenieros.
Al hacer un balance de la jornada, el diputado González la calificó como “notable”.
“Junto con una posición muy crítica y autocrítica de todos los participantes, hemos ido construyendo ideas que permiten que las instituciones de educación superior vayan superándose frente a lo que es la fe pública y la confianza que les da la comunidad, ya sea los padres que ponen a sus hijos en las universidades, institutos profesionales o centros de formación técnica y también los propios alumnos”, indicó.
El parlamentario recalcó que la calidad es un concepto que se construye en forma continua, a través de la participación de las propias universidades que ofrecen programas de estudio y también la supervisión del estado para garantizar que las promesas de excelencia se cumplan, para lo cual existe el sistema de acreditación y de aseguramiento de la calidad.
“Este sistema de aseguramiento de la calidad ha ido obteniendo algunos resultados pero en esta jornada se observó que tiene deficiencias y se concordó en que éstas son posibles de corregir, incluso dentro del propio sistema, sin necesidad de reformas legales”, agregó el congresista.
Hizo hincapié que en este seminario surgieron numerosas propuestas para ir mejorando la certificación de calidad, lo que a su juicio es posible en la medida que los órganos que existen cumplan su misión, que haya más regulación y más capacidad de cumplir con la misión que la ley les ha entregado.
Entre las propuestas de cambio planteadas, destacó en primer lugar las que apuntan a que las acreditaciones sean por periodos más prolongados, “porque las actuales, de uno o dos años, en la práctica no tienen sentido”, dijo.
En segundo lugar, mencionó la diferenciación del proceso acreditador de acuerdo a las características de las instituciones evaluadas. “Porque no es lo mismo acreditar a una universidad que se dedica a labores de investigación que a una que ejerce básicamente funciones de docencia; hay que acreditarlas de forma diferente”, indicó.
“Es necesario establecer criterios especiales para la acreditación de los centros de formación técnica y los institutos profesionales, que tienen calidades distintas, porque en cada uno de sus ámbitos todas las instituciones de educación superior se tienen que garantizar criterios de calidad: los CFT y los IP en su ámbito, las universidades docentes en el suyo, lo mismo las universidades de excelencia o más complejas”, apuntó González.
El parlamentario enfatizó que este proceso exige que los organismos de nivel superior estén más coordinados, que los pares evaluadores tengan más entrenamiento y dispongan de mejores criterios, exigiendo a la agencia de calidad ser más cuidadosa sobre todo en las acreditaciones institucionales, que son distintas a las acreditaciones de carreras y programas.
“Hay que poner especial cuidado en que la acreditación institucional no se dé si los parámetros de calidad no se cumplen, de manera que no se produzcan casos como el de instituciones que han sido acreditadas y posteriormente sus alumnos son reprobados en los exámenes de conocimiento y habilitación profesional”, sostuvo.
“Deben alinearse mejor los sistemas de acreditación con las pruebas que posteriormente evalúan a los profesionales que se han acreditado, como la Prueba Inicia o el Examen Nacional de Medina”, subrayó.
Otra conclusión puesta de relieve por el diputado es que la acreditación tome en cuenta también factores como la empleabilidad de los profesionales egresados y la capacidad de los planteles de retener a sus estudiantes, reduciendo los índices de deserción,
Publicado el 24 de mayo del 2011
Que la acreditación sea por periodos más extendidos y que diferencie los criterios para evaluar a universidades o centros de formación técnica, plantearon autoridades y académicos en un seminario sobre el tema realizado por la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados realizó este lunes en la sede santiaguina del Congreso Nacional la cuarta jornada de su ciclo de seminarios sobra la educación superior, que en esta oportunidad abordó el sistema de acreditación y el aseguramiento de la calidad.
El seminario fue conducido por el diputado Rodrigo González y contó con la participación del presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Iñigo Díaz; el rector de la Universidad de Tarapacá, Emilio Rodríguez; la directora de CONIFOS, Rosa Godoy; la abogada Gabriela Prado; el dirigente de los trabajadores de la Universidad Austral, Carlos Mancilla; el miembro de la CNA, Eugenio Díaz; y el gerente de la agencia acreditadota del Colegio de Ingenieros.
Al hacer un balance de la jornada, el diputado González la calificó como “notable”.
“Junto con una posición muy crítica y autocrítica de todos los participantes, hemos ido construyendo ideas que permiten que las instituciones de educación superior vayan superándose frente a lo que es la fe pública y la confianza que les da la comunidad, ya sea los padres que ponen a sus hijos en las universidades, institutos profesionales o centros de formación técnica y también los propios alumnos”, indicó.
El parlamentario recalcó que la calidad es un concepto que se construye en forma continua, a través de la participación de las propias universidades que ofrecen programas de estudio y también la supervisión del estado para garantizar que las promesas de excelencia se cumplan, para lo cual existe el sistema de acreditación y de aseguramiento de la calidad.
“Este sistema de aseguramiento de la calidad ha ido obteniendo algunos resultados pero en esta jornada se observó que tiene deficiencias y se concordó en que éstas son posibles de corregir, incluso dentro del propio sistema, sin necesidad de reformas legales”, agregó el congresista.
Hizo hincapié que en este seminario surgieron numerosas propuestas para ir mejorando la certificación de calidad, lo que a su juicio es posible en la medida que los órganos que existen cumplan su misión, que haya más regulación y más capacidad de cumplir con la misión que la ley les ha entregado.
Entre las propuestas de cambio planteadas, destacó en primer lugar las que apuntan a que las acreditaciones sean por periodos más prolongados, “porque las actuales, de uno o dos años, en la práctica no tienen sentido”, dijo.
En segundo lugar, mencionó la diferenciación del proceso acreditador de acuerdo a las características de las instituciones evaluadas. “Porque no es lo mismo acreditar a una universidad que se dedica a labores de investigación que a una que ejerce básicamente funciones de docencia; hay que acreditarlas de forma diferente”, indicó.
“Es necesario establecer criterios especiales para la acreditación de los centros de formación técnica y los institutos profesionales, que tienen calidades distintas, porque en cada uno de sus ámbitos todas las instituciones de educación superior se tienen que garantizar criterios de calidad: los CFT y los IP en su ámbito, las universidades docentes en el suyo, lo mismo las universidades de excelencia o más complejas”, apuntó González.
El parlamentario enfatizó que este proceso exige que los organismos de nivel superior estén más coordinados, que los pares evaluadores tengan más entrenamiento y dispongan de mejores criterios, exigiendo a la agencia de calidad ser más cuidadosa sobre todo en las acreditaciones institucionales, que son distintas a las acreditaciones de carreras y programas.
“Hay que poner especial cuidado en que la acreditación institucional no se dé si los parámetros de calidad no se cumplen, de manera que no se produzcan casos como el de instituciones que han sido acreditadas y posteriormente sus alumnos son reprobados en los exámenes de conocimiento y habilitación profesional”, sostuvo.
“Deben alinearse mejor los sistemas de acreditación con las pruebas que posteriormente evalúan a los profesionales que se han acreditado, como la Prueba Inicia o el Examen Nacional de Medina”, subrayó.
Otra conclusión puesta de relieve por el diputado es que la acreditación tome en cuenta también factores como la empleabilidad de los profesionales egresados y la capacidad de los planteles de retener a sus estudiantes, reduciendo los índices de deserción,
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