Producción de omega 3 a partir de algas

Un nuevo sistema de cultivo de algas ha logrado multiplicar el potencial comercial de una serie de productos derivados de ellas, en especial, de los ácidos grasos omega 3.



Lunes, 07 de Noviembre de 2011





Gracias a su proyecto PHOBIOR, la empresa austriaca de biotecnología Ecoduna está preparada para revolucionar la producción industrial de algas. El proyecto toma su nombre de la tecnología de fotobiorreactores que utiliza. Su objetivo consistía en demostrar la viabilidad comercial del cultivo de microalgas para la producción de ácidos grasos omega 3. Este proyecto ha sido financiado por le Programa Marco para la Competitividad y la Innovación de la UE.



Desde hace mucho, los ácidos grasos omega 3 se consideran vitales para la salud y la nutrición humana, en especial para el desarrollo cerebral. En los últimos años, el público se ha concienciado de sus beneficios, lo cual ha hecho crecer sustancialmente el mercado de productos alimentarios ricos en omega 3. En Europa, se espera que este mercado alcance un volumen de 1160 millones de euros en 2014. Por ello es importante atender esta demanda con un suministro de compuestos con buenas credenciales ecológicas.



El biorreactor PHOBIOR, al igual que la mayoría de los fotobiorreactores que se emplean para el cultivo de algas, es un sistema cerrado. En consecuencia, su eficiencia y rendimiento dependen de la precisión con la que se controlen sus distintas variables. El sistema de Ecoduna responde a este desafío con diversas innovaciones.



La primera de ellas es un diseño tipo <> que imita el movimiento del sol y permite controlar de forma óptima la exposición a la luz. Este diseño ayuda a evitar los problemas de inhibición lumínica que afectan a otros fotobiorreactores, en lo que una cantidad de luz excesiva impide un crecimiento eficiente de las algas.



Para contrarrestar este efecto, los tubos que contienen las algas están plegados y dispuestos de fomra que unos paneles cercanos puedan distribuir y absorber cualquier exceso de luz. De este modo se incrementa sustancialmente la superficie activa –o zona trofogénica- en la que pueden crecer las algas. Al garantizar un volumen fotoactivo máximo dentro de la unidad, Ecoduna ahora espacio y energía.



Otra ventaja del nuevo sistema es que emplea el CO2 para efectuar en un solo paso dos funciones esenciales: por un lado, mover y mezclar las algas a lo largo del sistema y, por otro, suministrar alimento a sus células. Según la empresa, de este modo se reduce el consumo de energía en un 80% en comparación con otros métodos.



Otra innovación es la reducción en el número de juntas y uniones en la unidad, en las que pueden proliferar hongos y bacterias indeseables. Al haber menos posibles focos de infección, el cultivo de las algas requiere menos aditivos fitosanitarios peligrosos.



Aparte de la producción de omega 3, el diseño de Ecoduna es aplicables a un número creciente de industrias que, o bien utilizan las algas como materias primas o bien se benefician de su producción de otras formas, por ejemplo, en el tratamiento de aguas o en procesos de captura y almacenamiento de carbono. Como materias primas, las algas tienen aplicaciones en los sectores alimentario y energético, en la industria farmacéutica y en las de bioplásticos y biocombustibles.



Ecoduna espera que el éxito de la unidad PHOBIOR, que será el segundo fotobiorreactor más grande del mundo, espoleará la construcción y la venta de cientos de unidades de producción en los próximos años. ecoduna.com

fuente. prochile