A las 19:30 horas de mañana debuta en Santiago la Orquesta Juvenil de Panguipulli. Y lo hace nada menos que en el Teatro Municipal de Las Condes (5.000).

Con la dirección de su titular, Alexander Sepúlveda, el programa incluye dos polcas de Johann Strauss -"Trisch Trasch" y "Truenos y relámpagos"- además de selecciones de "Cascanueces", de Tchaikovsky, y "La música del agua", de Haendel. La pieza clave de la noche será "Finlandia", de Sibelius. "Estamos bien orgullosos de poder ofrecer esta obra, la que presenta bastantes dificultades", dice Sepúlveda.



La Juvenil de Panguipulli reúne a 40 menores de entre diez y 21 años. Y corresponde a la última de cuatro etapas de un proyecto fundado en 2006 en esa sureña localidad.



Los niños primero entran a "Apresto", cuando tienen entre tres y cinco años de edad; luego pasan a "Semillero", y una vez que ya están encaminados como instrumentistas, a la Orquesta Infantil de Panguipulli.

"Este proyecto es a largo plazo, y eso sólo es posible porque es un ejemplo único de colaboración público-privada", aclara Sepúlveda.



Porque la iniciativa siempre ha contado con el apoyo de la comunidad. Mientras algunos niños caminan siete kilómetros para asistir a cada ensayo, la Municipalidad de Panguipulli se ha comprometido con recursos y apoyo. Al igual que la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles, el Consejo de la Cultura, el Gobierno Regional de Los Ríos y la Corporación de Adelanto de Panguipulli.



"Un grupo de empresarios que tienen casas de veraneo en Panguipulli decidieron potenciar la comuna, y así nació este gran proyecto: en la Casona Cultural de Panguipulli hacen clases durante todo el año diez profesores, y hay 120 niños matriculados", asegura Sepúlveda, quien adelanta que en el concierto de mañana se lanzará una exposición de pintura inspirada en la música, cuyas obras serán rematadas a beneficio del proyecto.



Texto: Diario "El Mercurio". Martes 24 de julio de 2012.