EL PNUMA auspicia el proyecto “Soporte a las áreas protegidas de Mesoamérica”, en Panamá y El Salvador
Los beneficios de preservar el ambiente en Mesoamérica
Analizados los principales servicios de los ecosistemas en dos áreas protegidas de la región: La Montañona y el Volcán Barú
Ciudad de Panamá. 14 de septiembre de 2012. El agua es uno de los beneficios más importantes que ofrece la naturaleza de manera gratuita a las personas y a sus comunidades. El proyecto “Soporte a las áreas protegidas de Mesoamérica”, impulsado por la alianza España-PNUMA para las áreas protegidas en apoyo a la iniciativa LifeWeb, determinó que la provisión de agua es el servicio ecosistémico prioritario en dos áreas naturales de Mesoamérica: La Montañona y el Volcán Barú.
Estas áreas protegidas de montaña proveen productos forestales, y suelos fértiles, y constituyen un reclamo para turistas. Además de estos beneficios, una de sus funciones más importantes es la de captar el agua de lluvia para consumo humano directo o para la agricultura. Esta agua recogida también contribuye al desarrollo de procesos industriales y a la producción de energía eléctrica. En Panamá, las aguas provenientes del Parque Nacional Volcán Barú contribuyen a la generación de electricidad. Si se gestiona de manera sostenible, la energía hidroeléctrica puede suponer un importante recurso ecosistémico.
Pero, los beneficios aportados por estas áreas van más allá. También contribuyen a moderar eventos climatológicos extremos, a prevenir inundaciones y tormentas, y a evitar la erosión del suelo.
El deterioro de los ecosistemas y la pérdida de especies en estas áreas protegidas pueden afectar a la generación de estos beneficios, imponiendo costos sobre las comunidades, las organizaciones, los productores, las empresas y los gobiernos, tanto en estas áreas como en las provincias y los países en los que se localizan.
La iniciativa LifeWeb ha permitido establecer acciones de priorización de estos beneficios a partir de criterios ecológicos y socioeconómicos, basados en el enfoque TEEB (la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad, por sus siglas en inglés). De este modo, se identificó un total de diecinueve servicios ecosistémicos en el Parque Nacional Volcán Barú (Panamá) y veintiuno en La Montañona (El Salvador).
Beneficios intangibles
Los beneficios que ofrecen áreas naturales protegidas como estas no son solo materiales o tangibles. La contemplación del paisaje y el enriquecimiento espiritual son también servicios culturales importantes ofrecidos por los ecosistemas naturales de Mesoamérica a sus habitantes y a sus visitantes. La encuesta desarrollada por el proyecto en El Salvador muestra, por ejemplo, que el 87% de las personas que visitaron el Área de Conservación de La Montañona lo hizo para pasear por ella.
Uno de los objetivos del proyecto “Soporte a las áreas protegidas de Mesoamérica” en las dos áreas piloto de La Montañona y el Volcán Barú, es ayudar a que el desarrollo económico de estas áreas no genere un impacto negativo para la conservación de los ecosistemas. El proyecto generó innovadores instrumentos económicos y legales que permiten poner de relieve el valor de la biodiversidad y los ecosistemas para la economía y las sociedades, así como el coste de su degradación y pérdida. Esta iniciativa, financiada por el Gobierno de España e impulsada por el PNUMA, se apoya en los ministerios de Medio Ambiente de cada país. En Panamá, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente trabaja codo a codo con la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y cuenta con la colaboración en el terreno de la Fundación para el Desarrollo Integral, Comunitario y Conservación de los Ecosistemas en Panamá (FUNDICCEP) y la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON). En El Salvador, el PNUMA implementa el proyecto con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la colaboración del Programa Salvadoreño de Investigación sobre Desarrollo y Medio Ambiente (PRISMA).
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