Mientras
la mayoría de los jóvenes se encuentran disfrutando sus
vacaciones de verano, existe un grupo que decidió guardar el
traje de baño y reemplazarlo por botas y un traje camuflado.
Se trata de 356 muchachos provenientes de todo Chile, cuyas edades fluctúan
entre los 17 y 22 años. 59 de ellos son mujeres y 297 hombres,
quienes optaron por entrar a la Fuerza Aérea de Chile y convertirse
en futuros Cabos de la Institución.
Su entrada a la FACh se registró el 29 de enero de este año
con la tradicional Ceremonia de Ingreso a la Escuela de Especialidades
“Sargento 1° Adolfo Menadier Rojas”, a la cual accedieron
luego de sortear un exhaustivo proceso de selección que contempló
exámenes físicos, académicos y psicológicos,
que se extendieron por cerca de un año.
En la actualidad, desde el 1 de febrero, se encuentran realizando su
Campaña de Instrucción Militar Básica en la Base
Aérea Colina, lugar donde divididos en escuadrillas y secciones,
iniciaron esta primera fase dentro de su proceso de formación
que los enfrentó por primera vez a un régimen de vida
militar.
El toque de diana a las 06:00 horas y lucir impecablemente uniformados
para el desayuno es sólo el inicio de una rutina exigente que
les ha modificado radicalmente sus hábitos disciplinarios, además
de su estilo de vida. Lecciones militares como formaciones, giros, alineaciones,
cantos, retretas, manejo de fusil, acondicionamiento físico y
clases teóricas, forman parte de su rutina diaria. Y es que sólo
superando esta etapa, podrán cumplir el sueño de vestir
el azul aéreo.
“Ha sido un período muy fuerte, sobre todo por el hecho
de tener a la familia lejos”, cuenta Yasmín Molina quien,
con tan sólo 18 años decidió abandonar Valdivia
y partir rumbo a Santiago para formar parte de la Fuerza Aérea.
Relata que una de las cosas que más le ha costado dentro de la
rutina militar ha sido la de levantarse muy temprano “porque uno
estaba acostumbrada a levantarse tarde, pero diariamente se va superando
y comienzas a tener ganas de seguir cosechando nuevos logros”.
Entrega de Armas
El sábado 16 de febrero fue un día especial para estos
jóvenes que desde hace un mes no veían a sus familias.
Si bien en todo momento contaron con el apoyo de cerca de 20 instructores
que, además de su formación militar se preocuparon de
sus inquietudes personales, el reencuentro con sus seres queridos significa
para ellos una inyección de energía.
Fue así como antes de las 09:00 horas de ese día, padres,
hermanos, familiares y amigos de los Alumnos Reclutas, se dieron cita
en la Base Aérea Colina donde, impacientes y orgullosos, esperaron
el encuentro con sus hijos. “Sean todos ustedes bienvenidos y
permítanme darles las gracias por el inmenso apoyo brindado,
el que permitió que sus hijos se encuentren hoy día junto
a nosotros”, manifestó el Director de la Escuela de Especialidades,
Coronel de Aviación (A) Raúl Jorquera.
Un momento en el que también fueron testigos de la emotiva y
tradicional ceremonia de Entrega de Armas, acto que además de
constituir un hito importante en la tradición militar, está
plagado de simbolismos pues, como explicó el Comandante del Grupo
de Instrucción de Alumnos, Comandante de Escuadrilla (DA) Ariel
Fuentes “portar el fusil entregado por la Fuerza Aérea
de Chile, debe ser para ustedes motivo de orgulloso, pues implica un
compromiso de honor, decidido y aceptado individualmente, sepan cuidarlo
y utilizarlo para el más sublime de los intereses: la defensa
de nuestra Patria”.
Cabe destacar que durante la noche anterior, los jóvenes debieron
realizar la llamada “Vigilia de Armas” que, como su nombre
lo indica, implica que los Alumnos debieron permanecer durante toda
la noche “en vigilia” cuidando los fusiles que al día
siguiente les fueron entregados “oficialmente” de manos
de sus propios padres. “Es un ritual que data de la Edad Media,
cuando los soldados cuidaban sus armas antes de entrar en combate”,
explicó el Comandante Fuentes, junto con destacar que “es
un momento muy emotivo porque con esta entrega, son los padres quienes
depositan en su hijo la confianza de defender la Patria y los ideales
del país”.
Una vez culminada la ceremonia, padres e hijos se fusionaron en un intenso
abrazo que dio paso a lágrimas de alegría y emoción
por el esperado encuentro. “Este es el logro más importante
que ha tenido mi hija en su vida y creo que no hay espacio en mi pecho
para la hinchazón de mi corazón”, señaló
Pilar Martínez, mamá de la Alumna Recluta Constanza Álvarez,
quien además destacó por su desempeño en la Segunda
Compañía. “Me siento muy orgullosa de ella, es mi
“concho” por lo tanto fue súper difícil desprenderme
de ella, pero es una linda segunda entrega; porque primero se la entregué
a Dios y ahora a la Fuerza Aérea de Chile para defender a la
Patria”, agregó.
“Es una alegría tremenda como padre, nunca imaginé
que iba a ser el más destacado. Es una emoción muy intensa
que se siente dentro del corazón”, señaló
Juan Vera, padre del Alumno Recluta Mario Vera, quien se destacó
dentro de todos los Alumnos de la Bandada. “Es una verdadera transición
de niño a hombre”, agregó junto con manifestar su
orgullo, felicidad y tranquilidad por encontrarlo “más
maduro, disciplinado…más hombre. ¡Gracias Fuerza
Aérea!”.
Posteriormente, Alumnos y familiares compartieron un almuerzo al aire
libre, instancia que culminó a eso de las 18:00 horas, cuando
los jóvenes debieron retornar a su rutina militar desfilando
y entonando el himno de su nueva casa: la Fuerza Aérea de Chile.
En Colina permanecerán hasta el 12 de marzo y su ceremonia de
investidura está programada para el 15 de ese mes. Será
la primera vez que usarán el uniforme azul aéreo y también
su primera salida, luego de dos meses de instrucción.
Su primera presentación oficial será el 21 de marzo en
la losa de la Base Aérea “El Bosque”, fecha en que
se conmemora el aniversario institucional. Una oportunidad en la que
deberán demostrar todo lo aprendido cuando desfilen por primera
vez frente a importantes autoridades civiles y militares, encabezadas
por el Presidente de la República.
Luego, comenzarán el período de clases reglamentarias
en la Escuela de Especialidades y, a partir de junio de este año,
deberán especializarse en el escalafón Defensa Aérea,
Tripulante Aéreo, Mantenimiento y Armamento, Comunicaciones y
Electrónica o Administrativo.
Después de dos años de instrucción, los Alumnos
Reclutas egresarán como Cabos de la Fuerza Aérea de Chile.
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