Recortes fiscales gravitan sobre estadounidenses. Si las rebajas presupuestarias previstas para el primero. de marzo entran en vigor unos dos millones de empleados federales se verían afectados, pero no serían los únicos.
Si el Congreso y la Casa Blanca no llegan a un acuerdo antes
del 1 de marzo cuando entrarán en efecto drásticos recortes presupuestarios,
millones de estadounidenses pagarán de una forma o de otra las
consecuencias.
Entre los que serían directamente afectados está alrededor
de 2 millones de empleados federales quienes tendrían que tomarse
obligatoriamente una licencia sin sueldo de hasta 22 días en sus
hogares.
Pero el impacto lo sufrirían directa o indirectamente muchos
estadounidenses porque los recortes afectarían, aunque no fuese de forma
inmediata a inspectores de alimentos, guardias de parques nacionales, personal
de seguridad y controladores de tráfico aéreo.
Las reducciones
presupuestarias serían especialmente dolorosas para más de tres millones de
estadounidenses que según estimados recibirían cheques del gobierno como
compensación por desempleo entre marzo y septiembre próximos, cuyos beneficios
disminuirían casi 10 por ciento.
Se espera que las rebajas fiscales,
conocidas en inglés como “secuestro” afecten también a más de cuatro millones de
ancianos imposibilitados de prepararse sus alimentos y que reciben sus comidas
gracias a un programa subvencionado denominado “Meals on Wheels” (Comidas sobre
ruedas).
Unos 70 mil niños de familias de bajos ingresos no podrían
inscribirse en programas de cuidado infantil o preescolar, y los parques
nacionales (que perderían unos $110 millones de su presupuesto) tendrían que
cerrar algunas atracciones y establecer horarios reducidos.
Los efectos
más notables tal vez sean más dramáticos en los aeropuertos, donde los viajeros
domésticos harían filas más largas para el chequeo de personas y equipajes, y
los pasajeros internacionales invertirían horas en el procedimiento debido a
reducciones en el personal de seguridad.
fuente: La Voz de América, http://www.voanoticias.com/content/eeuu_presupuesto_congreso_obama/1608487.html
Si el Congreso y la Casa Blanca no llegan a un acuerdo antes
del 1 de marzo cuando entrarán en efecto drásticos recortes presupuestarios,
millones de estadounidenses pagarán de una forma o de otra las
consecuencias.
Entre los que serían directamente afectados está alrededor de 2 millones de empleados federales quienes tendrían que tomarse obligatoriamente una licencia sin sueldo de hasta 22 días en sus hogares.
Pero el impacto lo sufrirían directa o indirectamente muchos estadounidenses porque los recortes afectarían, aunque no fuese de forma inmediata a inspectores de alimentos, guardias de parques nacionales, personal de seguridad y controladores de tráfico aéreo.
Las reducciones presupuestarias serían especialmente dolorosas para más de tres millones de estadounidenses que según estimados recibirían cheques del gobierno como compensación por desempleo entre marzo y septiembre próximos, cuyos beneficios disminuirían casi 10 por ciento.
Se espera que las rebajas fiscales, conocidas en inglés como “secuestro” afecten también a más de cuatro millones de ancianos imposibilitados de prepararse sus alimentos y que reciben sus comidas gracias a un programa subvencionado denominado “Meals on Wheels” (Comidas sobre ruedas).
Unos 70 mil niños de familias de bajos ingresos no podrían inscribirse en programas de cuidado infantil o preescolar, y los parques nacionales (que perderían unos $110 millones de su presupuesto) tendrían que cerrar algunas atracciones y establecer horarios reducidos.
Los efectos más notables tal vez sean más dramáticos en los aeropuertos, donde los viajeros domésticos harían filas más largas para el chequeo de personas y equipajes, y los pasajeros internacionales invertirían horas en el procedimiento debido a reducciones en el personal de seguridad.
Entre los que serían directamente afectados está alrededor de 2 millones de empleados federales quienes tendrían que tomarse obligatoriamente una licencia sin sueldo de hasta 22 días en sus hogares.
Pero el impacto lo sufrirían directa o indirectamente muchos estadounidenses porque los recortes afectarían, aunque no fuese de forma inmediata a inspectores de alimentos, guardias de parques nacionales, personal de seguridad y controladores de tráfico aéreo.
Las reducciones presupuestarias serían especialmente dolorosas para más de tres millones de estadounidenses que según estimados recibirían cheques del gobierno como compensación por desempleo entre marzo y septiembre próximos, cuyos beneficios disminuirían casi 10 por ciento.
Se espera que las rebajas fiscales, conocidas en inglés como “secuestro” afecten también a más de cuatro millones de ancianos imposibilitados de prepararse sus alimentos y que reciben sus comidas gracias a un programa subvencionado denominado “Meals on Wheels” (Comidas sobre ruedas).
Unos 70 mil niños de familias de bajos ingresos no podrían inscribirse en programas de cuidado infantil o preescolar, y los parques nacionales (que perderían unos $110 millones de su presupuesto) tendrían que cerrar algunas atracciones y establecer horarios reducidos.
Los efectos más notables tal vez sean más dramáticos en los aeropuertos, donde los viajeros domésticos harían filas más largas para el chequeo de personas y equipajes, y los pasajeros internacionales invertirían horas en el procedimiento debido a reducciones en el personal de seguridad.
fuente: La Voz de América, http://www.voanoticias.com/content/eeuu_presupuesto_congreso_obama/1608487.html
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