Ad Portas de Semana Santa Pbro. Mauricio Bello Araya PhD. En Educación, Universidad San Sebastián.
OPINIÓN
Ad Portas de Semana Santa
Pbro. Mauricio Bello Araya
PhD. En Educación, Universidad San Sebastián.
En
algunos días más, cristianos y católicos nos preparamos para rememorar
el misterio central de nuestra fe durante el Triduo Pascual. Para
nosotros los católicos latinoamericanos,
esta celebración tendrá un significado muy especial, ya que por primera
vez en la historia, las ceremonias del Triduo Pascual serán presididas
en Roma, por un Papa que ha nacido y ejercido su ministerio pastoral
en estas latitudes.
Los
medios de comunicación han seguido muy atentamente los primeros pasos
del recién estrenado Romano Pontífice. Es en este contexto, en que ha
resonado fuertemente en
dichos medios, una de las primeras frases simple, aguda y crítica que
me ha hecho pensar cuánta razón existe en la intuición que ella expresa:
“Si
no confesamos a Jesucristo, nos convertiremos en una ONG piadosa...”
Ciertamente hoy, como a lo largo de la historia, muchos han conocido y
han formado parte de diversas instituciones que son parte del
carisma apostólico de la Iglesia Católica: parroquias, instituciones
educativas, hospederías, leprosorios, universidades entre otras. Todas
ellas, son la cara visible de miles de iniciativas y diversos carismas
que se plasman en una multiplicidad de ministerios
y servicios que la misma fe hoy y siempre exige. Sin embargo, frente a
todas esas admirables iniciativas, el Papa ha insistido en volver a
reavivar y centrar la mirada en Cristo. La verdad esto último parece de
perogrullo, pero sin embargo, como dice el
adagio: “A veces lo que es muy sabido se calla y por callado se
olvida…”Ciertamente que hoy existen muchos hombres que aún no conocen a
Cristo, más aun y como lo constatan los dos papas anteriores: “hoy la
humanidad se aleja de Dios, quiere crecer al margen
de Dios o incluso negando su existencia”. Sin embargo, existe algo
paradójico, pues por otro lado son evidentes las múltiples y atomizadas
iniciativas, que de una u otra forma, conectan al hombre con ideales o
realidades trascendentes, incluso “sacralizando”
la propia naturaleza. Es en este contexto en que hoy se hace mucho más
necesario volver nuestra mirada a Cristo para aprender a ser los
discípulos del siglo 21 que con sus vivencias, riquezas y límites son
parte de la humanidad que Cristo vino a redimir.
Que este Triduo Pascual sea para todos nosotros una oportunidad para
volver nuestra mirada a Cristo.
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