Brotes de gripe recuerdan amenaza de pandemias


  • Informes recientes de un nuevo coronavirus y brotes de gripe son recordatorios de que las pandemias constituyen una seria amenaza.
  • Patógenos zoonóticos infectan a más de 2.400 millones de personas en los países en desarrollo cada año.
  • El Banco ha destacado la necesidad de conectar sistemas, profesiones y disciplinas para reducir los riesgos pandémicos.
5 de marzo de 2013 - En las últimas semanas han aparecido informes de brotes de gripe aviar H5N1 en diferentes rincones del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y su institución hermana, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), instan a todos los países a hacer el seguimiento de un nuevo coronavirus. (i) Esta noticia es un recordatorio de que las pandemias plantean una grave amenaza, y que su prevención debe ser una prioridad de la salud a nivel global, según expertos en Salud y Agricultura del Banco Mundial.
El mundo pudo ver el costo económico y humano que genera una pandemia grave en 2003, cuando se contuvo la epidemia del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) después de que murieran 800 de las 8.000 personas infectadas. Esto tuvo un precio enorme para el planeta: US$54.000 millones.
El número de víctimas de la actual pandemia del sida es también una advertencia que nos hace reflexionar sobre el alto costo de una enfermedad contagiosa  que no se detectó y controló desde el principio. La más grave de las cuatro pandemias de gripe de los últimos 100 años, la de 1918, provocó la muerte de entre 50 y 100 millones de personas, de una población mundial de 2.000 millones.
Debido a que un nuevo virus de la gripe, en el peor de los casos, podría infectar al 30-40% de todos los habitantes, esto podría desplomar  la confianza de las empresas y los consumidores, aumentar considerablemente el ausentismo laboral y debilitar los servicios públicos, dice Olga Jonas, asesora económica del Equipo de Salud del Banco Mundial. “Se producirían quiebres entre las distintas economías que podrían incluir interrupciones de la distribución de alimentos y el orden público en las grandes ciudades”, agrega.
Una grave pandemia de gripe podría costar el 4,8% del producto interno bruto (PIB) mundial, o más de US$3 billones, y afectaría en mayor medida a los pobres. El riesgo está aumentando debido a que crece la densidad del ganado y los seres humanos junto a débiles sistemas de salud pública y veterinaria en los países en desarrollo.
Próxima pandemia podría ser zoonótica
En la actualidad, tres de cada cuatro gérmenes y el 80% de los agentes de bioterrorismo son zoonóticos (de origen animal), una categoría que incluye  las gripes, el ébola, la brucelosis, la rabia, y la leptospirosis. Los patógenos zoonóticos infectan a 2.400 millones de personas en los países en desarrollo cada año, causando 2,2 millones de muertes.
“Este es un tremendo problema del desarrollo, donde los más pobres -que a menudo viven más cerca del ganado o cazan fauna silvestre para alimentarse-, corren mayor peligro”, dice Francois Le Gall, asesor en Ganadería del Banco. “La enfermedad de los animales no solo es costosa para los agricultores, sino que también afecta la nutrición, la pobreza, la seguridad alimentaria y el comercio, y la salud pública, en los casos de zoonosis”, agrega.
A estos costos se suma el riesgo de pandemia que surge cuando los gérmenes no son rápida y eficazmente controlados en la fuente animal donde se originan y se adaptan para transmitirse fácilmente de persona a persona.
Grandes beneficios con pequeñas inversiones
Para reducir el riesgo pandémico, los brotes de enfermedades deben ser detectados precozmente, diagnosticados correctamente y controlados con eficacia, lo que requiere sistemas de salud humana y veterinaria sólidos y coordinados.
“Esto ayudará a detener el contagio en la fuente donde se inicia –los animales- y reducir los costos. Todos los países necesitan contar con sistemas de este tipo, dado que la fuerza de una red mundial de defensas depende  de la fuerza del eslabón más débil”, dice Le Gall. Los riesgos para la salud en la interfaz animal-ser humano y medio ambiente pueden reducirse si se cuenta con sólidos sistemas de salud pública y veterinaria que usen el enfoque de “Una sola salud”, señala.
Con este fin, en los países en desarrollo se necesitarán US$3.400 millones al año, en comparación con el actual monto de menos de US$450 millones. Un informe (i) del Banco argumenta que este nivel sostenido de inversión se justifica en vista de los US$37.000 millones en beneficios anuales que se esperan si se evitan las pandemias y otros grandes brotes.
Los expertos sostienen que los sistemas de salud animal y humana que son lo suficientemente sólidos como para controlar la gripe aviar también impedirán el cólera, la fiebre amarilla, la enfermedad de Newcastle, la fiebre aftosa, la leptospirosis, la brucelosis, la rabia y otras enfermedades infecciosas en las personas y el ganado. Estos enfoques sistémicos también son necesarios para prevenir la resistencia antimicrobiana, que hará que los antibióticos se vuelvan inefectivos.
De 2005 a 2010, los donantes contribuyeron con US$3.900 millones para responder a la gripe aviar H5N1, financiando sistemas para detectar y controlar las enfermedades zoonóticas y prepararse para una pandemia. Este fue el mayor programa mundial multisectorial de prevención de la enfermedad hasta la fecha. Los beneficios para los sistemas públicos de salud humana y veterinaria fueron la formación de personal en control de enfermedades, notificación de enfermedades y capacidad de diagnóstico, mejoramiento de la preparación, establecimiento de mecanismos de compensación y desarrollo de estrategias de comunicación de los riesgos.
El Banco administró un mecanismo de financiamiento para combatir la gripe aviar y humana de US$127 millones, que contó con la Comisión Europea como el principal donante y un asociado clave. Este mecanismo, la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) aportaron en conjunto US$1.300 millones para 72 iniciativas en 60 países. Ocho operaciones están en curso, pero se cerrarán en dos años. Desde 2010, los donantes han reducido considerablemente su respaldo a la prevención de la pandemia. “Sin embargo, subsisten sustanciales deficiencias de capacidad de control de la enfermedad en muchos países en desarrollo, especialmente en materia de servicios veterinarios”, dice Maryse Pierre-Louis, especialista principal en Salud del Banco Mundial.
Una nueva nota sobre políticas del Banco destaca la necesidad de conectar sistemas, profesiones y disciplinas para reducir los riesgos pandémicos. La labor conjunta del Banco con el Coordinador Superior del Sistema de las Naciones Unidas para la Gripe Aviar, la OIE, la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sigue siendo fundamental para la alerta, prevención y preparación a nivel mundial.






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