OPINIÓN: DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL. Por Angélica Miranda. Directora de Ed. Parvularia. Universidad San Sebastián
Existen fechas importantes
de celebrar en la vida de las personas, el 21 de marzo es una de estas
fechas, ya que se celebra partir del año 2012 el Día Mundial de Síndrome
de Down.
Los derechos de las personas
con discapacidad han sido objeto de gran atención por diferentes
organizaciones tanto a nivel internacional y nacional. Destacan las
Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades
para las personas con discapacidad elaboradas sobre la base de la
experiencia adquirida durante el Decenio de las Naciones Unidas para los
Impedidos (1983-1992). Normas cuyo fin es garantizar que niñas y
niños, mujeres y hombres con discapacidad, en su calidad
de ciudadanos de sus respectivas sociedades, puedan tener los mismos
derechos y obligaciones que los demás.
Las personas con Síndrome de
Down poseen una combinación cromosómica particular, trisomía del par
21, en la que se agrega un cromosoma adicional al par 21. El síndrome se
presenta en uno de cada 800 nacimientos de
madres menores de 35 años y su frecuencia aumenta según aumente la edad
de la madre. Las personas que poseen este síndrome presentan
características físicas distintivas como una cara redonda, ojos oblicuos
(achinados) sin pliegues en los párpados, orejas
pequeñas, protusión lingual y a menudo se observan anormalidades en el
corazón, problemas auditivos y respiratorios.
Las personas con Síndrome de
Down presentan variaciones individuales en lo relacionado a su
funcionamiento intelectual dependiendo de las oportunidades de
aprendizaje que le proporcione el medio. Antiguamente lo
que predecía la integración de las personas con algún tipo de
discapacidad era su capacidad intelectual, pero hoy día se sabe que más
importante que la inteligencia y el diagnóstico que tiende a etiquetar
a las personas, es su funcionamiento que se ve
influenciado por el desarrollo de las habilidades adaptativas,
conceptuales, sociales y prácticas.
Este desarrollo de
habilidades adaptativas comienza desde que el niño nace e incluso desde
el vientre materno, cobrando una vital importancia los primeros seis
años de vida, considerándose este periodo como crítico
en el desarrollo humano, lo que significa que se debe brindar ambientes
ricos en estimulación y mantener altas expectativas sobre el
aprendizaje de los niños y presentar actividades significativas para su
edad en entornos normalizados.
Cada nacimiento es una
celebración a la vida y cada hijo (a) es una bendición, sin lugar a
dudas que siempre las familias con algún miembro con discapacidad
sufren un duelo, pero finalmente las familias consideran
que este hijo(a) es un regalo de Dios.
Sólo el respeto de los
derechos de las personas con Síndrome de Down, puede garantizar que se
fomente su autonomía y plena participación en la sociedad e igualdades
de condiciones…. ¿Por qué no pensar en que las
personas con Síndrome de Down puedan lograr su autodeterminación y
lograr sus propios proyectos de vida?
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