El Papa invitó a los obispos italianos a liberarse de los «pesos que obstaculizan una sana agilidad apostólica» y a ponerse «delante del rebaño» como guías «sin vacilaciones».
El Papa invitó a los obispos italianos a liberarse de los «pesos que
obstaculizan una sana agilidad apostólica» y a ponerse «delante del rebaño» como
guías «sin vacilaciones». Pero les exhortó también a saber estar «en medio» y
«detrás del rebaño», a «compartir con los humildes», a «poner a un lado todo
tipo de presunción» para inclinarse ante las personas a ellos encomendadas y en
especial ante sus sacerdotes.
La
ocasión fue el encuentro del jueves 23 de mayo, por la tarde, en la basílica de
San Pedro, para renovar la profesión de fe con todo el episcopado italiano. En
la meditación dirigida a los prelados, el Papa les pidió hacer «reconocible
nuestra voz tanto para quienes abrazaron la fe» como para quienes aún «no son de
este rebaño». Y les recordó que «la falta de vigilancia hace tibio al pastor;
lo hace distraído, olvidadizo y hasta intolerante; o le seduce con la
perspectiva de la carrera, la adulación del dinero y las componendas con el
espíritu del mundo; lo vuelve perezoso, transformándolo en un funcionario, un
clérigo preocupado más de sí mismo, de la organización y de las estructuras, que
del verdadero bien del pueblo de Dios».
Estar «en medio» del rebaño, prosiguió el Pontífice, requiere sobre todo la capacidad «de escuchar el silencioso relato de quien sufre y sostener el paso de quien teme ya no poder más».
Como conclusión, la oración a la Virgen: «Despiértanos —invocó el Papa— del torpor de la pereza, de la mezquindad y del derrotismo. Reviste a los Pastores de esa compasión que unifica e integra: descubriremos la alegría de una Iglesia sierva, humilde y fraterna».
fuente. http://www.osservatoreromano.va/portal/dt?JSPTabContainer.setSelected=JSPTabContainer%2FDetail&last=false=&path=/news/vaticano/2013/119q13-Il-Pontefice-alla--professione-di-fede-con-.html&title=Por%20una%20Iglesia%20sierva%20humilde%20y%20fraterna&locale=es
La
ocasión fue el encuentro del jueves 23 de mayo, por la tarde, en la basílica de
San Pedro, para renovar la profesión de fe con todo el episcopado italiano. En
la meditación dirigida a los prelados, el Papa les pidió hacer «reconocible
nuestra voz tanto para quienes abrazaron la fe» como para quienes aún «no son de
este rebaño». Y les recordó que «la falta de vigilancia hace tibio al pastor;
lo hace distraído, olvidadizo y hasta intolerante; o le seduce con la
perspectiva de la carrera, la adulación del dinero y las componendas con el
espíritu del mundo; lo vuelve perezoso, transformándolo en un funcionario, un
clérigo preocupado más de sí mismo, de la organización y de las estructuras, que
del verdadero bien del pueblo de Dios».Estar «en medio» del rebaño, prosiguió el Pontífice, requiere sobre todo la capacidad «de escuchar el silencioso relato de quien sufre y sostener el paso de quien teme ya no poder más».
Como conclusión, la oración a la Virgen: «Despiértanos —invocó el Papa— del torpor de la pereza, de la mezquindad y del derrotismo. Reviste a los Pastores de esa compasión que unifica e integra: descubriremos la alegría de una Iglesia sierva, humilde y fraterna».
fuente. http://www.osservatoreromano.va/portal/dt?JSPTabContainer.setSelected=JSPTabContainer%2FDetail&last=false=&path=/news/vaticano/2013/119q13-Il-Pontefice-alla--professione-di-fede-con-.html&title=Por%20una%20Iglesia%20sierva%20humilde%20y%20fraterna&locale=es
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