El transporte comercial genera el 6% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El cambio climático afecta las redes de suministro global. La logística verde apunta a transportar la mercadería ecológicamente.


 El transporte comercial genera el 6% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El cambio climático afecta las redes de suministro global. La logística verde apunta a transportar la mercadería ecológicamente.
Cuando se siente el delicioso aroma de una taza de café, casi nadie piensa de qué manera este grano ha encontrado su camino desde la plantación de origen hasta nuestras cocinas. Tanto en el caso del café como en muchos otros productos, eso solamente es posible gracias a la logística, la cual pasa desapercibida para la mayoría de nosotros. El británico Alan McKinnon, especialista en logística nos dice: "Todos quieren ver las tiendas abarrotadas de productos pero nadie quiere ver ni oír a los camiones, ni a los trenes de mercancías, ni oler los gases de escape de los buques de carga". Ya que las empresas de logística tienen mucho éxito haciéndose pasar por invisibles, nadie presta atención a las consecuencias de esta gigantesca industria.
Según los cálculos del Foro Económico Mundial, la industria logística es responsable de causar aproximadamente el seis por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el planeta. Casi la totalidad de la huella de carbono de la logística se produce cuando las mercancías se transportan en el interior de un país o de un continente a otro. Una pequeña porción de las emisiones se debe, por ejemplo, a la iluminación de los almacenes y la construcción contenedores de carga. En suma, la logística sí contribuye al calentamiento global.
El clima, por su parte, reacciona ante el incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Los cambios que ocurren en el clima debido al calentamiento global repercuten en el funcionamiento de la red de logística global. Para ejemplificar los posibles efectos del clima cambiante en la industria, se puede utilizar el caso del café que se produce en Indonesia y cruza los océanos hasta llegar a una localidad cerca de Londres.
Cambio climático afecta la red logística desde su inicio
Indonesia es uno de los principales productores de café del mundo. El país exporta mensualmente aproximadamente medio millón de sacos de 60 kg. El café se comercia principalmente en Londres y Nueva York. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la cadena logística comienza mucho antes, en las plantaciones de las numerosas islas de Indonesia. Primero, el café se transporta a las ciudades grandes. En las ciudades se lo prepara para ser enviado a diversas partes del mundo. Ya en esta etapa, las consecuencias del cambio climático podrían afectar la cadena de logística.
Hoy en día, que los temporales son más fuertes y ocurren con más frecuencia, podría muy bien suceder que los almacenes de los intermediarios en Indonesia se inunden o sean destruidos por una tormenta. Alan McKinnon dice: "Como sucedió con la súper tormenta Sandy del 2012 en los Estados Unidos y la gran inundación del 2011 en Tailandia. En aquel entonces, muchas fábricas y almacenes cerca de Bangkok se inundaron". El 2010, la reaseguradora Münchener Rück informó que desde 1980 el número anual de tormentas extremas se ha triplicado y los daños causados por ellas se ha incrementado también.
El cambio climático es solamente un factor de riesgo
Hay diferentes escenarios de cómo el clima podría cambiar en el transcurso de este siglo, y cada modelo climático tiene un cierto margen de fluctuación. Alan McKinnon, catedrático de la Universidad Kühne Logistics en Hamburgo, quien estudió las operaciones de logística en el sudeste de Asia explica, "el problema es la incertidumbre.
Las empresas tratan de proteger sus cadenas de suministro contra muchos tipos de riesgo, pero es algo delicado. Para los analistas, el cambio climático es solo un factor de riesgo entre muchos; planifican para una serie de contingencias como las huelgas de los trabajadores y el terrorismo. De momento, muchas empresas confían en que sus sistemas actuales pueden hacer frente al cambio climático". Sin embargo, muchas empresas pequeñas dicen que no tienen dinero para ajustar su red logística a las posibles consecuencias del cambio climático.


Una vez que el café de Indonesia se embolsa y está listo para su viaje alrededor del mundo, se lo transporta a un puerto importante, por ejemplo, al de la capital Yakarta. Dentro de la red logística global, la ruta marítima es la más común. Según un informe presentado en una conferencia de las Naciones Unidas, del total de productos que se transportan a nivel mundial, el ochenta por ciento utiliza la vía marítima, lo que a su vez representa el setenta por ciento del valor financiero. Es decir que los puertos son elementos esenciales en la cadena mundial del transporte.

Sin embargo, los puertos podrían ser los más afectados por el cambio climático, y de diferentes maneras. El informe de la ONU incluye, entre otras cosas, el aumento del nivel del mar. Este inundará puertos y erosionará la base de la costa que a su vez dañará la infraestructura en las regiones costeras. Los fenómenos meteorológicos extremos también pueden interrumpir el tráfico y ocasionar una escasez de productos en el mundo entero.
El aumento de las temperaturas puede a su vez hacer que los puertos necesiten más energía, como el aire acondicionado y cobertizos de almacenamiento adicionales. Esto significa que los administradores de los puertos se deben preparar para estas nuevas condiciones. En los Países Bajos, donde una cuarta parte del país está por debajo del nivel del mar, la costa está protegida por kilómetros de diques. El sudeste de Asia no ha llegado a ese punto aún.
Más transportes en barco
Cuando un buque se dirige de Indonesia a Londres, cruza primero el Océano Índico; luego, pasa por el extremo sur de la India, de ahí por el Golfo de Adén y cruza el Mar Rojo; después cruza el Canal de Suez y sigue su viaje por el Mediterráneo, en la costa oeste de Europa hasta finalmente llegar a Londres. Según McKinnon, el viaje en avión solo tardaría unos días pero en barco dura normalmente de tres a cuatro semanas. "En los últimos años, las empresas de transporte han reducido la velocidad de muchos buques portacontenedores de veintiuno o veintidós nudos a dieciocho nudos, es decir, alrededor de un quince a veinte por ciento de su velocidad media. Tal es así que el viaje desde el sudeste de Asia a Europa tarda ahora cuatro a seis días más que antes".
Las empresas utilizan esta modalidad, conocida como "bajo vapor" para ahorrar combustible y consecuentemente, costos. "Esto tiene también un efecto secundario positivo para el medioambiente, ya que se emite menos dióxido de carbono. Esta práctica refuerza la ventaja medioambiental que tiene el transporte por barco en comparación con el tranporte por avión”, dice Alan McKinnon.
No obstante, en casi todo el mundo, cada vez se transportan más productos por avión y en camiones. Éstas son las rutas logísticas con el mayor impacto medioambiental. La Unión Europea está haciendo inversiones en las infraestructuras de ferrocarriles, de rutas navegables y puertos nacionales para detener esta tendencia e incluso revertirla. "Sin embargo, en el Reino Unido hay pocos canales, de ahí que muy poca mercadería se transporta en barco", dice el británico experto en logística McKinnon que en 2011, fue invitado por la Comisión Europea a formar parte de tres equipos de especialistas.
Logística ecológica apunta a reducir la huella de carbono del transporte
Si el buque portacontenedores de Indonesia llegara a Rotterdam, el tercer puerto más grande del mundo, entonces, algunos de los sacos de café probablemente no tardarían en seguir viaje hacia el interior del país por la vía fluvial. En esta ruta podrían verse afectados por otra posible consecuencia del cambio climático: la escasez de lluvia. “Los canales y otras vías fluviales son muy susceptibles a la sequía. Hemos visto, por ejemplo, lo que sucedió en Europa el 2003 y en Misisipi el 2012. Llovió tan poco que el nivel del agua de los ríos bajó de tal manera que restringió el transporte de carga significativamente”, recuerda McKinnon. Es una ironía del destino que de todas las rutas de logística, la que menos daña el medio ambiente es la más vulnerable a los efectos del cambio climático, sostiene el especialista.
La ​​logística ecológica que conserva el medio ambiente es una nueva rama de investigación que está floreciendo. Ésta actúa en diferentes campos, en la organización, en la política y principalmente en la tecnología. En Finlandia, por ejemplo, se ha desarrollado un camión que consume hasta el quince por ciento menos de combustible, ya que lo utiliza de forma más eficiente que un camión convencional.
Asimismo, en Japón, se construyó un buque “súper ecológico” que genera dos tercios menos de emisiones de dióxido de carbono que un buque de carga convencional. Las empresas Kelloggs y Kimberly-Clark están compartiendo sus vehículos de transporte para poder utilizarlos a pleno rendimiento. De igual manera, varias empresas se han especializado en determinar el impacto ambiental de los productos, tomando en cuenta toda la cadena de producción y transporte. En base a estos datos, proveen asesoramiento para optimizar el desempeño ambiental de las empresas
Si un día el café de Indonesia recorre el mundo por una vía completamente ecológica podremos beberlo con la conciencia particularmente tranquila.

Autora: Franziska Badenschier / CS
Editor/a: Pablo Kummetz



fuente: Deutsche Welle, http://www.dw.de/la-log%C3%ADstica-altera-el-clima-y-el-clima-afecta-la-log%C3%ADstica/a-16826886?maca=spa-newsletter_sp_alemaniaactual-2359-html-newsletter

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