Papa Francisco:El verdadero poder es servicio.


Papa Francisco:El verdadero poder es servicio.

La oración por las víctimas del tornado en Oklahoma

El verdadero poder es el servicio. Un concepto que el Papa Francisco ya había expresado en otras ocasiones y que el martes 21 de mayo por la mañana volvió a reafirmar durante la misa en la capilla de la Domus Sanctae Marthae, comentando el pasaje del evangelio de Marcos (9, 30-37) proclamado en la liturgia. El eco de las trágicas noticias llegadas de Estados Unidos —donde un violento tornado devastó la ciudad de Oklahoma— resonó durante la celebración en el momento de la oración de los fieles, cuando una de las intenciones fue por las víctimas de la catástrofe.
En el relato evangélico Jesús atraviesa la Galilea acompañado por sus discípulos y les habla de su pasión: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán», pero después de tres días resucitará. «Está hablando a sus discípulos —explicó el Santo Padre— de esta realidad, de lo que debía hacer, de su servicio, de la pasión. Pero ellos no entendían estas palabras; estaban en otra órbita, discutían entre ellos. Y el Señor lo sabía». Tanto que, cuando llegaron a Cafarnaún, «les preguntó: ¿De qué discutíais por el camino?». Y ellos «callaban» por la vergüenza. Por el camino, en efecto, discutían entre ellos sobre quién era el más grande.
«La lucha por el poder en la Iglesia —subrayó el Pontífice comentando el episodio— no es cuestión de estos días, ¿eh? Comenzó allá, precisamente con Jesús»: mientras el Señor hablaba de la Pasión, los discípulos pensaban en discutir sobre quién de ellos era el más importante, en modo de merecer «la porción más grande», la que el Papa comparó con un pastel par repartir. Pero en la Iglesia no debe ser así. El Santo Padre lo reafirmó citando otro pasaje del Evangelio de Mateo (20, 25-26) en el que Jesús explica a sus discípulos cuál es el sentido verdadero del poder: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen... No será así entre vosotros. Esta es la clave: entre nosotros no debe ser así», afirmó el Obispo de Roma. Por lo tanto, en la óptica del Evangelio, «la lucha por el poder en la Iglesia no debe existir. O, si queremos, que exista la lucha por el verdadero poder, es decir, el que Él, con su ejemplo, nos enseñó: el poder del servicio. El verdadero poder es el servicio. Como hizo Él, que vino no para ser servido, sino para servir. Y su servicio fue precisamente un servicio de cruz: Él se abajó, hasta la muerte, con muerte de cruz, por nosotros; para servirnos, para salvarnos».
En la Iglesia no existe ningún otro camino para seguir adelante. «Para el cristiano —puntualizó el Pontífice— seguir adelante, progresar, significa abajarse. Si no aprendemos esta regla cristiana, nunca podremos entender el verdadero mensaje cristiano sobre el poder». Progresar, por lo tanto, quiere decir estar siempre dispuesto a servir. Y «en la Iglesia el más grande es quien más sirve, quien más se pone al servicio de los demás. Esta es la norma. Pero desde aquel tiempo hasta ahora las luchas por el poder» no faltan en la Iglesia.
El Papa puso luego el acento en el lenguaje que se usa habitualmente cuando se quiere poner de relieve los ascensos en la carrera: «Cuando a una persona le dan un cargo, que según los ojos del mundo es un cargo superior, se  dice: Ah, esta mujer fue promovida como presidenta de esa asociación; y este hombre fue promovido». Promover: «Sí —comentó— es un verbo bonito. Y se debe usar en la Iglesia, sí: este fue promovido a la cruz, fue promovido a la humillación. Esta es la verdadera promoción, la que nos asemeja mejor a Jesús». San Ignacio, en los ejercicios espirituales, «nos hace pedir al Señor crucificado la gracia de la humillación: Señor, quiero ser humillado, para mejor parecerme a Ti. Esto es el amor, es el poder de servicio en la Iglesia; y si sirven mejor a los demás por el camino de Jesús», dijo el Papa.
Otros tipos de promoción no pertenecen a Jesús. Son promociones definidas por el Pontífice «mundanas» y existen desde los tiempos de Jesús. «Siempre existieron en la Iglesia —afirmó— cordadas para llegar más arriba: afán de hacer carrera, trepadores, nepotismo». El Papa se refirió luego a una especie de «simonía educada», es decir la que conduce a pagar ocultamente a alguien con tal de llegar a ser algo. «Ese no es el camino del Señor. El camino del Señor es su servicio. Come Él sirvió, nosotros debemos ir tras Él por el camino del servicio. Ese es el verdadero poder en la Iglesia. Desearía rezar hoy por todos nosotros, para que el Señor nos dé la gracia de comprender que el verdadero poder en la Iglesia es el servicio, y también para comprender la regla de oro que Él nos ha enseñado con su ejemplo: para un cristiano progresar, seguir adelante, significa abajarse», concluyó.
Participaron en la misa otro grupo de Radio Vaticano y empleados de la Oficina de peregrinos y turistas de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Entre los presentes, Maria Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares, con el co-presidente, don Giancarlo Faletti.



fuente: http://www.osservatoreromano.va/portal/dt?JSPTabContainer.setSelected=JSPTabContainer%2FDetail&last=false=&path=/news/vaticano/2013/116q13-Messa-del-Pontefice-a-Santa-Marta-Il-vero-p.html&title=El%20verdadero%20poder%20es%20servicio&locale=es

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las 3 banderas de Chile

FALLECE ROY GARBER, UNO DE LOS PROTAGONISTAS DE LA SERIE “GUERRA DE ENVÍOS” EN A&E

Historia de la ex Escuela Alemana de Llanquihue