Descubierto un nuevo tipo de estrella variable. Diminutas variaciones en el brillo revelan un nuevo tipo de estrellas
Utilizando el telescopio suizo Euler de
1,2 metros, instalado en el Observatorio La Silla de ESO (en Chile) un
equipo de astrónomos ha descubierto un nuevo tipo de estrella variable.
El descubrimiento se basó en la detección de cambios muy pequeños en el
brillo de las estrellas de un cúmulo. Las observaciones revelaron
propiedades anteriormente desconocidas de esas estrellas que desafían
las actuales teorías y abren nuevas interrogantes sobre el origen de las
variaciones.
Los suizos son merecidamente conocidos por su destreza en la creación
de piezas de tecnología extremadamente precisas. Ahora, un equipo suizo
del Observatorio de Ginebra, ha alcanzado una impresionante precisión
utilizando un telescopio relativamente pequeño de tan solo 1,2 metros de
diámetro en un programa de observación que se ha prolongado durante
muchos años. Han descubierto un nuevo tipo de estrella variable midiendo
las variaciones en minutos del brillo estelar.
Los nuevos resultados se basan en medidas regulares del brillo de más de tres mil estrellas del cúmulo estelar abierto NGC 3766 [1]
durante un periodo de siete años. Revela cómo 36 de estas estrellas del
cúmulo siguen un patrón inusual — tienen pequeñas variaciones regulares
en su brillo que suponen un 0,1% de brillo normal de las estrellas.
Estas variaciones tienen periodos de entre dos y 20 horas. Las estrellas
son algo más calientes y brillantes que nuestro Sol, y de no ser por
estas variaciones no se distinguirían de las demás estrellas de su tipo.
Este nuevo tipo de estrella variable aún no ha sido bautizado.
Este nivel de precisión en la medida es dos veces mejor que el
alcanzado por estudios comparables llevados a cabo por otros telescopios
— y suficiente para revelar, por sí mismo y por primera vez, esas
pequeñas variaciones.
“Hemos alcanzado este nivel de sensibilidad gracias a la alta
calidad de las observaciones, combinada con un análisis cuidadoso de los
datos”, afirma Nami Mowlavi, quien lidera el equipo de investigación, “pero
también porque hemos desarrollado un extenso programa de observación
que ha durado siete años. Probablemente no habría sido posible obtener
tanto tiempo de observación en un telescopio de mayor tamaño”.
Se sabe que hay muchas estrellas variables o estrellas pulsantes,
denominadas así porque su brillo aparente cambia con el tiempo. El modo
en que cambia su brillo depende de las complejas propiedades de su
interior. Este fenómeno ha permitido el desarrollo de toda una nueva
rama de la astrofísica llamada asterosismología, en la que los
astrónomos puede “escuchar” esas vibraciones estelares con el fin
estudiar las propiedades físicas de las estrellas y llegar a saber más
sobre cómo funciona su interior.
Para Sophie Saesen, miembro del equipo, “la simple existencia de
este nuevo tipo de estrella variable es un reto para los astrofísicos.
Los actuales modelos teóricos predicen que su luz no debería variar
periódicamente, por lo que nuestros esfuerzos se centran ahora en saber
más sobre el comportamiento de este nuevo y extraño tipo de estrellas”.
Pese a que aún no se conoce la razón por la que varían, hay una clave
que puede resultar reveladora: algunas de las estrellas parecen rotar
muy rápido. Giran a velocidades que suponen más de la mitad de su
velocidad crítica, que es el umbral en el que las estrellas se vuelven
inestables y lanzan material al espacio.
“En esas condiciones, el rápido giro tendrá un importante impacto
en las propiedades internas, pero aún no somos capaces de modelar
adecuadamente sus variaciones en la luz”, explica Mowlavi, “esperamos
que nuestro descubrimiento anime a los especialistas a estudiar el tema
con la esperanza de comprender el origen de estas misteriosas
variaciones”.
Notas
[1] Este cúmulo de estrellas es uno de
los muchos incluidos en este gran programa de sondeo. NGC 3766 se
encuentra a unos 7.000 años luz de la Tierra en la constelación austral
de Centaurus (El Centauro) y se estima que tiene unos 20 millones de
años.
Información adicional
Este estudio fue presentado en el
artículo “Stellar variability in open clusters I. A new class of
variable stars in NGC 3766”, por N. Mowlavi et al., publicado en la
revista Astronomy & Astrophysics el 12 de junio de 2013.
El equipo está compuesto por N. Mowlavi, F. Barblan, S. Saesen y L.
Eyer. Los cuatro autores trabajan en el Observatorio de Ginebra, en
Suiza.
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El cúmulo estelar NGC 3766 en la constelación de Centaurus
Este mapa muestra la gran constelación austral de Centaurus (El Centauro). Bajo buenas condiciones climatológicas, la mayor parte de estas estrellas puede verse a simple vista, y el brillante cúmulo estelar NGC 3766 está señalado con un círculo rojo. Es un objeto brillante que incluso puede atisbarse a ojo en una noche oscura y si se observa con un telescopio de aficionado de tamaño medio resulta espectacular.
Crédito:
ESO, IAU and Sky & Telescope
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El telescopio suizo Leonhard Euler de 1,2 metros en su cúpula en La Silla
Esta impactante e inusual imagen es una fotografía, hecha con ojo de pez, del interior de la cúpula del telescopio suizo Leonhard Euler de 1,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile. La vista está distorsionada, pero el telescopio es la estructura roja del centro de la imagen.
Crédito:
ESO/M.Tewes
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Videos
1.
Acercándonos al cúmulo estelar NGC 3766
http://www.eso.org/public/chile/videos/eso1326a/
Este vídeo comienza con una amplia visión la Vía Láctea y termina con
un acercamiento a un espectacular grupo de estrellas jóvenes — el
cúmulo estelar abierto NGC 3766, en la constelación de Centaurus (El
Centauro). Observaciones muy detalladas de estas estrellas por un grupo
del Observatorio de Ginebra que ha utilizado el telescopio suizo
Leonhard Euler de 1,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO, en
Chile, han descubierto que 36 de estas estrellas pertenecen a un nuevo y
desconocido tipo de estrellas variables.
Crédito:
Crédito:
2.
Este vídeo panorámico nos acerca al espectacular grupo de estrellas
jóvenes — el cúmulo estelar abierto NGC 3766, en la constelación de
Centaurus (El Centauro). Observaciones muy detalladas de estas estrellas
por un grupo del Observatorio de Ginebra que ha utilizado el telescopio
suizo Leonhard Euler de 1,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO,
en Chile, han descubierto que 36 de estas estrellas pertenecen a un
nuevo y desconocido tipo de estrellas variables.
Crédito:
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