Ciclo “A 100 años del inicio de la Primera Guerra Mundial “ Documento nº10 “El destino de los monarcas de los Imperios Centrales”
Había un
lugar en Europa Central donde los tres imperios, el ruso, el alemán y el
austro-húngaro, se encontraban en una frontera común. Cerca del pueblo de Myslowitz estaba el Dreikaiserreichsecke, o
esquina de los tres imperios, donde se
podía franquear tarjetas postales, con estampillas de los tres imperios. Cuando
se produjo el colapso de los gobiernos imperiales, Myslowitz quedó en la
Polonia moderna.
El fin del imperio dejó a las tres dinastías
imperiales en una posición vulnerable e incierta. Pero no todos tuvieron la
misma suerte.
El zar Nicolás II, último representante de la
dinastía de los Romanov, y su familia fueron los más perjudicados. Después de
la abdicación del zar en marzo de 1917 fueron enviados al palacio de Tsarskoye
Selo, donde vivieron como prisioneros en condiciones cada vez más duras. En
abril de 1918 fueron enviados a Yekaterinburgo, en los Urales, donde, al
acercarse las fuerzas anti bolcheviques, fueron asesinados la noche del 16 de
julio de 1918.
El Káiser Guillermo fue tratado con más
amabilidad. El 10 de noviembre, luego de su abdicación formal, partió en auto
hacia la frontera holandesa cerca de Maastricht. Sin ser reconocido, cruzó la
frontera y recibió asilo de la reina Guillermina, quedando albergado en una casa
de campo en Amerongen.
Las potencias victoriosas esperaban
extraditarlo para enfrentarlo a un juicio por crímenes de guerra, pero las
autoridades holandesas rehusaron derogar su decisión de otorgarle asilo político.
En 1920 se trasladó a una casa en Doorn. En el
lapso de un año murió su mujer y su hijo
menor se suicidó. Guillermo llevó la vida de un
caballero campesino. No se realizó en Alemania ningún esfuerzo real por
restaurar la dinastía, pero cuando las fuerzas alemanas ocuparon los Países
Bajos en 1940 no fue molestado.
Su aliado austriaco fue menos afortunado. El
emperador Carlos I huyó a Suiza sin abdicar formalmente. En 1921 trató dos
veces de reclamar el trono de Hungría hasta que sus fuerzas leales fueron
derrotadas. La Dieta húngara aprobó una ley que puso fin a la Monarquía de los
Habsburgo y los británicos enviaron a Carlos I al exilio en Madeira, donde
murió
Fuente: Diario Las Últimas Noticias: Fascículos
coleccionables , “Historia del Siglo XX. The Times”. Sociedad Comercial y
Editorial Santiago Ltda. Impreso en Cochrane
S.A, Santiago de Chile, 1997, pp 41
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