CAPELLANES DE LA FACH RENOVARON PROMESAS SACERDOTALES
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Con
una misa marcada por los recientes acontecimientos que afectaron a miles
de chilenos en el norte y Valparaíso, el miércoles 16
de abril se llevó a efecto, en la Iglesia Catedral Castrense,
la Misa Crismal 2014, ceremonia religiosa que, junto con dar inicio
a las actividades de Semana Santa, tuvo como propósito renovar
los votos sacerdotales de los Capellanes de las Fuerzas Armadas y Carabineros
de Chile.
La eucaristía fue oficiada por el Obispo Castrense, Monseñor Juan Barros Madrid, y contó con la presencia del Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Jorge Rojas Ávila; Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Enrique Larrañaga Martin; representante del Comandante en Jefe del Ejército, General de División Miguel Muñoz; representante del General Director de Carabineros, General Inspector Carlos Carrasco; directores de las Escuelas Matrices, de la Academia Politécnica Naval, Oficiales, Suboficiales y Gente de Mar, además de Alumnos de Escuelas y Academias castrenses. Junto con agradecer la presencia de los distintas delegaciones al acto litúrgico ya “que este año es especialmente valiosa dado los miles de miembros del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Carabineros de Chile que están desplegados, ayudando a tanto chileno en el norte grande, en Valparaíso y a quienes se encuentran esparcidos por todo el país realizando valiosas campañas para ir en ayuda de nuestros compatriotas”, Monseñor Barros pidió por los Capellanes castrenses que renovaron sus promesas sacerdotales. “Queridos fieles, gracias por participar en esta Santa Misa tan importante, gracias por el apoyo entregado a sus capellanes y por seguir rezando para que cada uno continúe con su labor fiel y feliz de su consagración a Cristo”, dijo. “Recen por sus presbíteros, que el Señor derrame abundantemente sobre ellos sus dotes para seguir siendo fieles Ministros de Cristo y como sacerdotes nos conduzcan hasta el que es la fuente de la salvación”, agregó. También se dirigió a los religiosos, a quienes invitó a renovar públicamente sus promesas. “Es un acto muy significativo, un acontecimiento dentro de la historia de salvación de cada uno que busca ir creciendo en santidad. No es ni puede ser un mero trámite, se realiza bajo la mirada de Dios”, les dijo. En la homilía, el Obispo recordó las características inherentes de un sacerdote consagrado a Cristo y para el servicio de sus hermanos. |
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