Presidente de la Cámara de Diputados encabezó delegación chilena en canonización de Papas Juan XXIII y Juan Pablo II
Presidente de la Cámara de Diputados encabezó delegación chilena en canonización de Papas Juan XXIII y Juan Pablo II
Publicado el 28 de abril del 2014
El titular de la Cámara agradeció al Papa Francisco su preocupación por los damnificados tras el incendio en Valparaíso y entregó el saludo oficial del Gobierno chileno al Santo Padre.
Como una ceremonia "sobria, inolvidable y de una gran emotividad" calificó el presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo, la ceremonia de canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, realizada antes más de 800 mil personas en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
"Fue una ceremonia muy emotiva, sobria. Yo no había tenido nunca la posibilidad de participar en una ceremonia así. Para quienes somos católicos, es una experiencia muy difícil de poder olvidar y que no se vive todos los días", señaló el diputado Cornejo.
"Ambos Papas tienen una enorme importancia para los chilenos, y en mi caso personal, el Papa Juan XXIII motivó, a través de sus encíclicas, un despertar especial en lo que respecta a la doctrina social de la Iglesia, en busca de un colectivo más justo y con igualdad de oportunidades. No cabe duda que el Papa Juan XXIII fue de enorme relevancia para toda una generación. Nos incorporamos a la vida política leyendo sus encíclicas".
Aldo Cornejo señaló, además, que pudo transmitirle al Papa Francisco el saludo oficial de la Presidenta Michelle Bachelet y su gobierno, agradeciéndole su preocupación por los miles de damnificados de Valparaíso, a lo que el Pontífice respondió que seguirá orando por ellos.
La delegación chilena también estaba integrada por el diputado Víctor Torres (DC), quien sostuvo que "fue un acto de gran importancia para el mundo católico por las características de ambos papas canonizados, que tuvieron gran influencia en la sociedad del siglo XX, incluido Chile"; y el diputado Felipe Ward (UDI), quien destacó la cercanía que el Papa Francisco tiene con la gente y que esta ceremonia, con dos papas presentes y dos canonizados "le dice al todo el mundo que la Iglesia Católica está viva, y más viva que nunca".
Publicado el 28 de abril del 2014
El titular de la Cámara agradeció al Papa Francisco su preocupación por los damnificados tras el incendio en Valparaíso y entregó el saludo oficial del Gobierno chileno al Santo Padre.
Como una ceremonia "sobria, inolvidable y de una gran emotividad" calificó el presidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo, la ceremonia de canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, realizada antes más de 800 mil personas en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
"Fue una ceremonia muy emotiva, sobria. Yo no había tenido nunca la posibilidad de participar en una ceremonia así. Para quienes somos católicos, es una experiencia muy difícil de poder olvidar y que no se vive todos los días", señaló el diputado Cornejo.
"Ambos Papas tienen una enorme importancia para los chilenos, y en mi caso personal, el Papa Juan XXIII motivó, a través de sus encíclicas, un despertar especial en lo que respecta a la doctrina social de la Iglesia, en busca de un colectivo más justo y con igualdad de oportunidades. No cabe duda que el Papa Juan XXIII fue de enorme relevancia para toda una generación. Nos incorporamos a la vida política leyendo sus encíclicas".
Aldo Cornejo señaló, además, que pudo transmitirle al Papa Francisco el saludo oficial de la Presidenta Michelle Bachelet y su gobierno, agradeciéndole su preocupación por los miles de damnificados de Valparaíso, a lo que el Pontífice respondió que seguirá orando por ellos.
La delegación chilena también estaba integrada por el diputado Víctor Torres (DC), quien sostuvo que "fue un acto de gran importancia para el mundo católico por las características de ambos papas canonizados, que tuvieron gran influencia en la sociedad del siglo XX, incluido Chile"; y el diputado Felipe Ward (UDI), quien destacó la cercanía que el Papa Francisco tiene con la gente y que esta ceremonia, con dos papas presentes y dos canonizados "le dice al todo el mundo que la Iglesia Católica está viva, y más viva que nunca".
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