PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA : "Ningún sector de nuestra sociedad tiene la facultad de arremeter violentamente en contra de otro".

COLUMNA DE OPINIÓN DEL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA DICE QUE

Columna de opinión del presidente de la Corte Suprema, ministro Sergio Muñoz Gajardo, publicada ayer, domingo 18 de mayo, en el diario El Mercurio. Leer versión original (en PDF) El Poder Judicial organizó un seminario sobre transparencia, con la asistencia de autoridades nacionales e invitados, el que finalizó con la exposición de todos sus contenidos. Al concluir la inauguración y dar paso a la primera pausa, irrumpió en el auditorio un grupo de 15 personas exponiendo sus inquietudes en alta voz e insultando la labor de los jueces en general. Con tranquilidad le indiqué a quien lideraba el grupo que no era necesario que gritara, que podía expresarse con tranquilidad. Su respuesta fue que no escuchaba a los jueces, por cuanto los jueces no les habían escuchado por años. Ante la falta de condiciones para el diálogo, se invitó a los asistentes a pasar al café. Luego de retirarse los invitados y que pasaran al hall , los manifestantes continuaron en el auditórium y desordenaron las sillas desocupadas. Al retirarse, botaron algunas cosas y tiraron líquido a algunos asistentes. Este presidente se retiró del lugar luego de conversar con algunos asistentes y recibir a un expositor invitado que se había retrasado. Al dejar el recinto fui abordado por los periodistas, expresando que no era correcto. Luego, haciendo un alto para fundar lo dicho, contesté a los reporteros expresiones que solamente han sido reproducidas por algunos medios, otros las extractaron conforme a su política editorial. Existió tranquilidad en el obrar de parte de la autoridad y la tolerancia se extendió incluso reconociendo el derecho a expresarse a quien irrumpió en el auditórium, y solo ante la falta de condiciones para el diálogo se pasó al café. Toda sociedad democrática solo debe cerrar sus espacios a la violencia y a la intransigencia. Creo en el diálogo, en la posibilidad que todas las personas tienen el derecho de manifestarse en orden y respeto, incluso criticando el obrar de sus autoridades. No justifico la violencia, pero entiendo la frustración de no ser oído. Como sociedad debemos preocuparnos de escuchar, de crear espacios de encuentro y entendimiento, de dar respuesta a todos los requerimientos de la gente, según lo he dicho, respetando todos los derechos y de todas las personas, como los principios de dignidad, libertad, igualdad, solidaridad y responsabilidad. Adhiriendo a lo anterior, nuestra Constitución establece que "Chile es una república democrática" en que las "personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos", y que el Estado se encuentra "al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece". Sobre la base de lo anterior, respetando el mensaje de fondo de los manifestantes, es posible desaprobar su comportamiento, la forma en que se expresaron, como la vulneración de garantías de quienes nos reuníamos pacíficamente. Ningún sector de nuestra sociedad tiene la facultad de arremeter violentamente en contra de otro. Es mi convicción que vivimos tiempos en que las personas, especialmente las más postergadas, exigen a las instituciones respuestas concretas y rápidas a sus demandas, labor de eficiencia que el Poder Judicial se encuentra impulsando en la actualidad. Para la judicatura no es fácil dar respuesta a demandas que arrancan de políticas públicas que otros actores están mandatados a definir. Decir que mis palabras minimizan las alteraciones del orden y que son casi una justificación para que estos episodios se repitan parece una lectura fácil y básica de temas que son mucho más profundos. Nadie gana con estos episodios: Ni quienes irrumpieron, que se negaron a ser escuchados ordenadamente. Ni quienes convocamos a la reflexión sobre la manera en que la judicatura pueda enfrentar nuevos desafíos. Y menos ganan quienes hacen lecturas parciales de los sucesos que tienen factores complejos, puesto que los líderes de opinión y los medios masivos de comunicación tienen responsabilidades que van más allá de extractar de los sucesos aquello que responde a sus posturas políticas o ideológicas. Lo valioso es precisamente resaltar lo verdadero y lo justo, donde quiera que se encuentre. La sociedad chilena tiene la tarea pendiente: generar las condiciones en que todas las personas puedan ser oídas y que no requieran realizar estas manifestaciones para difundir sus preocupaciones. SERGIO MUÑOZ GAJARDO Presidente Corte Suprema