El Satélite para el estudio de Gases Traza (TGO) de ExoMars acaba de completar un nuevo conjunto de pruebas de calibración científica fundamentales, antes de que comience la fase de aerofrenado, que durará un año.

Comienza el Aerofrenado de ExoMars


19.03.17.- El Satélite para el estudio de Gases Traza (TGO) de ExoMars acaba de completar un nuevo conjunto de pruebas de calibración científica fundamentales, antes de que comience la fase de aerofrenado, que durará un año.
Esta semana, además, se cumple un año del lanzamiento de la misión, que lleva orbitando el Planeta Rojo desde el 19 de octubre. Durante dos órbitas dedicadas el pasado noviembre, sus instrumentos científicos efectuaron las primeras mediciones de calibración desde su llegada a Marte. 
Las últimas pruebas se llevaron a cabo entre el 5 y el 7 de marzo desde otra órbita, e incluyeron la comprobación de procedimientos asociados a la toma de imágenes y la recopilación de datos sobre la atmósfera del planeta. 
Por ejemplo, el instrumento de Nadir y de Ocultaciones para el Descubrimiento de Marte (NOMAD) llevó a cabo observaciones de prueba para ayudar a definir los mejores ajustes para medir en el futuro los gases traza en la atmósfera.
Resulta de especial interés el metano, que en la Tierra se produce sobre todo por actividad biológica y, en menor medida, durante procesos geológicos, como ciertas reacciones hidrotermales. Así, comprender cómo se produce el metano de Marte puede tener implicaciones extraordinarias. 
NOMAD también tuvo la oportunidad de funcionar junto al Conjunto de Química Atmosférica (ACS), realizando mediciones extremadamente sensibles de la atmósfera para determinar sus componentes. 
Entre tanto, el detector FREND siguió recogiendo información del flujo de neutrones procedente de la superficie. Estos datos permitirán después identificar los lugares que podrían ocultar agua o hielo subterráneos. 
El Sistema de Fotografiado de la Superficie en Color y en Estéreo (CaSSIS) de alta resolución tomó una serie de imágenes, incluyendo calibraciones estelares, algunas de ellas apuntando a Marte. 
Aquí se ve un ejemplo, capturado en el momento en que el satélite cruzaba el límite entre el día y la noche en el hemisferio sur. 
Håkan Svedhem, científico del proyecto de la ESA, reconoce: “Gracias a estos ‘ensayos generales’, nuestros científicos pueden perfeccionar sus técnicas de adquisición de datos, incluyendo los comandos de orientación y eliminando cualquier problema de software, y van a acostumbrándose a trabajar con los datos mucho antes de que la misión principal comience el año que viene. Lo que hemos visto hasta ahora resulta muy prometedor para nuestros fines científicos”.
A partir del año que viene, el satélite efectuará las observaciones desde una órbita casi circular a 400 km de altitud, dando la vuelta al planeta cada dos horas. 
En estos momentos, su órbita es diaria y de 200 x 33.000 km, pero durante la fase de ‘aerofrenado’, aprovechará la atmósfera para ir ajustándola gradualmente. La nave entrará y saldrá repetidamente de la atmósfera en su máximo acercamiento, llegando al punto más alejado a lo largo de este año.
A principios de esta semana se cargaron los primeros comandos para el aerofrenado, listos para su ejecución a partir del día de ayer. A lo largo de las próximas semanas se realizarán siete encendidos del motor para ajustar su órbita, dentro del periodo de ‘aclimatación’ previo al aerofrenado principal. Así, el satélite verá cómo el punto de máximo acercamiento en órbita se reduce hasta 113 km.
“No es la primera vez que la ESA lleva a cabo maniobras de aerofrenado, pero sí es la primera vez que empleamos esta técnica para alcanzar una órbita científica prevista, repitiéndola durante tanto tiempo”, explica el director de vuelos Michel Denis. 
“Los controladores de la misión han trabajado codo con codo con nuestros expertos en dinámica de vuelo para prepararse para esta complicada fase: estamos listos para el aerofrenado”. 
“Vigilaremos de cerca la temperatura de los paneles solares y la aceleración de la nave, no solo durante las primeras pasadas a través de la atmósfera, sino durante el resto de 2017, ajustando la trayectoria según las necesidades”. 
La órbita final también ha sido diseñada para facilitar la retransmisión y la comunicación con robots exploradores y módulos de aterrizaje en la superficie. En particular, funcionará como relé de transmisión para la misión ExoMars 2020, formada por una plataforma de superficie estacionaria y un rover.


El Satélite para el estudio de Gases Traza (GTO) de ExoMars acaba de completar un nuevo conjunto de pruebas de calibración científica fundamentales, antes de que comience la fase de aerofrenado, que durará un año. Image Credit: ESA

Fuente: NASA

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