Con entrada en funcionamiento de estación meteorológica en Longaví zona arrocera de Chile cuenta ahora con datos climáticos en línea

Con entrada en funcionamiento de estación meteorológica en Longaví zona arrocera de Chile cuenta ahora con datos climáticos en línea

Nuevo equipo se suma a otras dos estaciones meteorológicas automáticas instaladas con anterioridad en San Carlos y Parral, conformando una red de datos que entregan, en tiempo real, información relevante para productores arroceros. Equipos se incorporan a red de estaciones meteorológicas automáticas del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA.
A contar de hoy, tres estaciones agrometeorológicas automáticas son las encargadas de registrar y entregar datos climáticos en línea y en tiempo real de la totalidad de la zona arrocera nacional, información que será de gran utilidad para los productores del rubro.
Esta entrega de datos es posible gracias a la entrada en vigencia de la tercera de tres estaciones automáticas, establecida en el sector Huimeo en Longaví, que se agrega a las  existentes en el Campo Experimental de Arroz de INIA en San Carlos y en el sector Monte Flor en Parral.
De esta forma, por primera vez se logra cubrir toda la zona de producción del arroz, lo que genera una entrega de datos precisos demandados por los productores para ayudar a decidir aspectos claves en el manejo agronómico del cultivo. Estos datos serán de uso público para agricultores, empresas molineras y empresas asociadas al seguro agrícola del arroz y otros usuarios. Hasta ahora, la información utilizada provenía de estaciones ubicadas en la periferia de la zona arrocera con la consiguiente inexactitud en los registros.
Las tres  estaciones contaron  con el financiamiento de INIA y  de las empresas Tucapel S.A. y Carozzi S.A, ambas asociadas al proyecto Fondef “Nuevas estrategias en la generación de variedades de arroz tolerantes a frío y resistentes a herbicidas, Fases I y II”.
Mario Paredes, investigador INIA Quilamapu,junto a Hugo Muñoz, directivo de Carozzi, y los investigadores de INIA Quilamapu Viviana Becerra y Gabriel Donoso.
Estos equipos amplían la cobertura de la red de estaciones meteorológicas automáticas de INIA, proporcionando información meteorológica relevante que puede ser utilizada libremente por los usuarios en www.agromet.inia.cl apoyando, de esta forma, la toma de decisiones del sector agropecuario.
Mario Paredes, Director del proyecto Fondef de arroz, indicó que “este logro viene a llenar un vacío de falta de información climática en la zona y es un nuevo ejemplo de una fructífera cooperación público-privada que se está desarrollando en el sector arrocero”. El investigador de INIA agregó que “esta información permitirá tomar decisiones informadas sobre fechas de siembra, manejo agronómico oportuno y posibles daños causados por eventos climáticos durante el ciclo de desarrollo del cultivo”.
Efecto de las temperaturas en el cultivo de arroz
El efecto inmediato de las bajas temperaturas incide en el descenso en los rendimientos, desde un 26% hasta un 80%, en casos extremos. Chile, es uno de los países más australes del mundo de siembra de arroz,con temperaturas muy por debajo de lo óptimo para la especie. Temperaturas bajo 18°C pueden causar cerca de un 70% de esterilidad floral, lo cual produce pérdidas económicas, por la baja en el rendimiento de los granos. Asimismo, las bajas temperaturas retardan el desarrollo vegetativo del cultivo, aumentando la probabilidad de que la planta, en etapa reproductiva, se exponga a bajas temperaturas nocturnas durante febrero.
Recientes estudios hacen pensar que entre los próximos 30 y 50 años la temperatura del planeta aumentará en 2 o 3°C y que los eventos de altas temperaturas extremas se intensificarán y serán más frecuentes. Las altas temperaturas afectan la etapa reproductiva, específicamente la viabilidad del polen, la fecundación y la formación del grano de arroz. Así, temperaturas diurnas mayores a 33°C inducen una baja  en la viabilidad y producción de polen.
En el sector arrocero de Chile, se espera que en los próximos 40 años exista un incremento en las temperaturas cercano a los 3°C, con eventos extremos de altas temperaturas y con un efecto negativo sobre la etapa reproductiva del cultivo del arroz.
Actualmente se desconoce la frecuencia y duración de las temperaturas extremas que dañan el arroz, como también la exactitud la fenología de las variedades actuales del arroz y su estado más sensible a las bajas temperaturas. Basado en lo anterior, se han presentado iniciativas para investigar esta materia en el arroz.
Fuente: INIA QUILAMAPU

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