Incendio de la catedral de Notre-Dame de París: “La UNESCO está junto a Francia para salvaguardar y rehabilitar este patrimonio de valor universal excepcional”
Incendio
de la catedral de Notre-Dame de París: “La UNESCO está junto a Francia
para salvaguardar y rehabilitar este patrimonio de valor universal
excepcional”
París,
16 de abril – “Tenemos el corazón roto”, dijo la Directora General de
la UNESCO, Audrey Azoulay, ante el devastador incendio que devastó la
histórica catedral de Notre Dame de París en la tarde del 15 de abril.
La catedral forma parte del sitio París, orillas del Sena,
inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1991, que incluye
también puentes, muelles y orillas del Sena, en la parte histórica de su
recorrido (entre el puente de Sully y el puente de Iéna) y las Islas de
la Cité y Saint Louis.
“Notre
Dame representa un patrimonio universal excepcional: histórico,
arquitectónico, espiritual, un monumento también del patrimonio
literario y un lugar único en el imaginario colectivo. Es patrimonio de
los franceses, pero también de la humanidad en su conjunto. Este drama
nos recuerda la fuerza de lo que nos une. Hemos recibido mensajes de
apoyo de todo el mundo”, dijo Audrey Azoulay, que acudió inmediatamente
al lugar junto con las autoridades francesas.
La
catedral está considerada el más bello ejemplo de la arquitectura
gótica francesa, con un uso innovador de la bóveda de crucería y de los
contrafuertes de los rosetones de vidrio tintado y de la decoración
escultórica. La construcción de la iglesia comenzó en 1160 y continuó
durante un siglo.
La
Directora General anunció también que se va a llevar a cabo una
evaluación rápida de los daños lo antes posible. “La UNESCO está junto a
Francia para salvaguardar y rehabilitar este patrimonio inestimable. Ya
estamos en contacto con expertos y listos para enviar una misión de
emergencia para evaluar los daños, preservar lo que se pueda preservar y
estudiar las medidas posibles a corto y mediano plazo”, declaró.
La
evaluación se llevará a cabo con todas las autoridades competentes,
incluidas las autoridades nacionales y locales, la dirección del sitio y
las autoridades eclesiásticas, con el fin de elaborar un plan de acción
y evitar un mayor deterioro del edificio y recuperar en la medida de lo
posible sus elementos originales. Posteriormente, la UNESCO acompañará y
apoyará a las autoridades en su rehabilitación.
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