Especialista en inocuidad de INIA: “La industria lechera ha sabido adaptarse para no interrumpir la cadena de abastecimiento”
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Especialista en inocuidad de INIA: “La industria lechera ha sabido adaptarse para no interrumpir la cadena de abastecimiento”
El Doctor Nicolás Pizarro, investigador de INIA Remehue en temas de inocuidad alimentaria, hizo un llamado a la tranquilidad en el consumo de lácteos y a evitar acaparamiento de productos.
Por Luis Opazo, periodista M.C.E. Encargado de Comunicaciones de INIA Remehue
“La industria lechera, desde los predios a las plantas procesadoras incluyendo el transporte, ha sabido adaptarse a esta emergencia sanitaria generando protocolos estrictos para no interrumpir la cadena de abastecimiento, por lo que la ciudadanía debe estar tranquila respecto al consumo de estos productos y también evitar acaparamientos”, afirmó Nicolás Pizarro Aránguiz, médico veterinario, Dr. en Ciencias e investigador del INIA Remehue especialista en temas de inocuidad alimentaria.
“Desde el correcto uso de los Elementos de Protección Personal (EPP) como guantes, buzos de trabajo, calzado de seguridad y pecheras, hasta medidas de higiene y aislamiento social en sus casas, todos los trabajadores de la industria lechera han debido adecuarse a los nuevos protocolos que son mucho más completos para no interrumpir la producción, elaboración y distribución de los productos lácteos”, indicó el experto de INIA, quien además realiza una continua labor comunicando en redes sociales información científica actualizada sobre las propiedades de la leche y sus derivados.
“Una de nuestras labores en INIA tiene que ver extensión y divulgación científica, en mi caso junto con participar en proyectos de mi área como un FIA de elaboración de quesos saludables, entre otras iniciativas, decidí emprender también una campaña para informar a la sociedad sobre el consumo de lácteos en nuestra población, teniendo en cuenta que estamos en la zona donde se concentra la producción de leche bovina y que nuestro país tiene una tasa de consumo menor a lo recomendado por los organismos de salud internacionales”, sostuvo.
A su juicio, “desde hace unos años el consumo excesivo de bebidas azucaradas y comida chatarra ha tenido nefastos resultados en la salud de nuestro país, especialmente en niños, siendo uno de los países con mayores índices de obesidad, lo que ha llevado también a tener otras enfermedades crónicas no transmisibles en la edad adulta, derivadas de estos malos hábitos alimenticios”.
En este escenario, el especialista el INIA busca promover el consumo de la leche y sus derivados, ya que es uno de los alimentos más completos aportando en promedio 87 % de agua, 4,2 % de lactosa, 3,4% proteína, 4,2 % de grasa, 0,8% minerales y 0,1 % de vitaminas, destacando dentro de los micronutrientes los niveles de calcio, magnesio, selenio, yodo, riboflavina, vitamina A, folato y vitamina D. “Además de sus componentes nutricionales tiene otros compuestos bio-activos que producen efectos positivos sobre la salud, especialmente los ácidos grasos como el CLA (ácido linoleico conjugado) que puede tener efectos positivos sobre enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, artritis reumatoide, asma, enfermedades degenerativas asociadas a la edad, y en ocasiones, reducción del riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer, entre otras”, detalló.
Junto con dar una señal de tranquilidad a la población, el Doctor Pizarro llamó a tener una mirada crítica sobre cómo hemos ido variando nuestras tendencias de consumo hacia alimentos menos nutritivos y las consecuencias en nuestra salud. “Pensemos en las generaciones futuras, es nuestra responsabilidad como padres brindar a nuestros hijos lo mejor en todos los ámbitos incluyendo la alimentación y debemos aprovechar la versatilidad de los lácteos que pueden ser consumidos en diversas preparaciones como leche líquida o fluida, yogurt, quesos, postres, entre otras opciones, lo que facilita que consumamos las 3 porciones diarias recomendadas. Además, es importante que privilegiemos la producción local en base a praderas porque se trata de productos nutricionalmente más sanos, inocuos, que vienen del campo a nuestra mesa respetando normas de bienestar animal y cuidado del medio ambiente y estrictos protocolos sanitarios”, indicó.
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