Innovador proyecto de planta desaladora se instala en Cobquecura gracias a la alianza Consorcio del agua -UdeC e Indap Ñuble
Por Claudia Wörner Lavín, periodista , INDAP Ñuble
Maribel Henríquez es una de los 3 productores Indap de
Cobquecura que podrán contar con agua de riego para su producción de hortalizas
gracias al proyecto que realiza en el sector de Colmuyao, del Consorcio Hídrico liderado por la Universidad de Concepción en alianza
con INDAP. La productora, indica que el agua siempre es una limitante a la hora
de planificar sus cultivos, por lo que la puesta en marcha de una planta desaladora
de agua de mar en la comuna, les permitirá aumentar su producción y a la vez
innovar con la instalación de un sistema de cultivo de hortalizas de hidroponía
en invernadero.
“Este es un proyecto muy innovador, en alianza con el Consorcio
Hídrico que lidera la Universidad de
Concepción, y que en alianza con Indap Ñuble busca abastecer de agua los
sistemas productivos de tres de nuestros agricultores, como Maribel Henríquez, que
es una gran productora de hortalizas. Para nuestros tres agricultores, estamos implementando
un invernadero de cultivo hidropónico. De este modo, el agua que produzca esta
planta desaladora va a tener un fin productivo, para regar su invernadero, pero
como el cultivo hidropónico requiere muy poca agua, también tendrá un uso doméstico”, indicó la directora de
Indap Ñuble Tatiana Merino. “Es un proyecto muy novedoso para la pequeña
agricultura porque va asociado a paneles fotovoltaicos que van a permitir que
el costo energético de la planta desaladora no se traspase a los agricultores”,
agregó, lo que nos permitirá entregar una mejor calidad de vida a nuestros
productores y deja atrás la gran limitante que significa no contar con agua suficiente
para riego, lo que se hace aún más importante en un período de emergencia
agrícola como el que se vive”, destacó la directora regional de Indap Ñuble. El
proyecto, en lo tocante a Indap, entregará nuevas herramientas de producción,
con un mayor valor agregado, gracias a la hidroponía en invernaderos
habilitados especialmente y en una zona de carencia de agua para fines
productivos y domésticos.
Esta es la primera vez que se genera un proyecto de planta
desaladora para uso productivos principalmente orientado a la pequeña
agricultura, lo que es posible gracias a la tecnología utilizada, desarrollada
por el profesor Rodrigo Bórquez, de la facultad de Ingeniería de la Universidad
de Concepción y director del proyecto.
“El proyecto de desalación es parte del portafolio de
proyectos del Consorcio y probablemente es con el cuál se tendrán resultados
más rápidos por lo avanzado en su desarrollo”, comentó el director del
Consorcio Tecnológico del Agua, el investigador de la Facultad de Ingeniería
Agrícola UdeC, Octavio Lagos. “El consorcio tecnológico del agua CoTH2O busca
específicamente eso, probar y pilotear tecnología que sea rápidamente un
desarrollo tecnológico que pueda ser utilizado públicamente. Una de las
ventajas de este sistema es su asociación con energías renovables que permiten
ser una solución para pequeñas comunidades agrícolas y generar no solo agua de
bebida sino también riego en algunas superficies”, indicó, agregando que este
año “tendremos los primeros resultados de ese desarrollo que esperamos difundir
ampliamente para su masificación”, finalizó el profesional.
Este es un proyecto piloto que contempla el uso de una
planta desalinizadora para uso individual y asociativo, con valor productivo, la
que captura el agua de mar a través de una puntera y la almacena en un estanque
desde donde se dirige a la planta que es capaz de procesar y producir 30 mil
litros de agua al día hora, aunque en primera instancia se trabajará con un
procesamiento de 5 mil litros diarios. Es una planta de volumen pequeño, lo que
incide en un bajo volumen de salmuera para devolver al mar, con un mínimo
impacto. Opera con un sistema de nanofiltrado, que requiere contar con alta
presión de agua para su paso por las membranas de filtro, que es menor sin
embargo a la presión usada en las plantas tradicionales, de osmosis inversa. El
uso de nanofiltración hace que el funcionamiento de la planta sea más económico
que con osmosis inversa debido al menor requerimiento energético, lo que
hace posible su adaptación al uso en la
agricultura familiar campesina con la integración de paneles fotovoltaicos, que
aportarán la energía necesaria para hacer funcionar el sistema sin generar
costos asociados a los usuarios. La planta además, permite monitorearla
remotamente. Plantas similares se instalarán en Quemchi y en Caleta Chome.
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