INFOR y SAG impulsan en Ñuble un Centro Experimental pionero para promover prácticas agroforestales sostenibles
INFOR y SAG impulsan en Ñuble un Centro Experimental
pionero para promover prácticas agroforestales sostenibles
El recinto, ubicado en San Nicolás, marca un hito en la
investigación, demostración y capacitación en sistemas agroforestales. Entre
las primeras acciones, destaca la instalación de una extensa cortina
cortaviento con especies nativas para proteger suelos y fomentar la producción
sustentable.
San Nicolás,
Región de Ñuble, julio de 2025. Con la instalación de una cortina cortaviento
de más de 1.800 metros de longitud, el Instituto Forestal (INFOR) y el Servicio
Agrícola y Ganadero (SAG), ambos organismos dependientes del Ministerio de
Agricultura, consolidan una nueva etapa en el desarrollo del Centro
Experimental Regional de Agroforestería y Diversificación Forestal (CERA) en
Ñuble, el primero de su tipo en el país.
Ubicado en el
fundo San José de Bellavista, comuna de San Nicolás, el CERA surge del convenio
de colaboración entre INFOR y SAG, con el objetivo de impulsar investigaciones
aplicadas, acciones demostrativas y experiencias de restauración en suelos
degradados, especialmente en zonas de secano.
El predio, de
propiedad del SAG, posee una superficie total de 462,4 hectáreas, de las cuales
77,8 fueron entregadas en comodato a INFOR por un período inicial de 12 años,
renovables automáticamente. Esta alianza estratégica permitirá avanzar en el
desarrollo de prácticas agroforestales adaptadas al cambio climático, a la vez
que se generan insumos técnicos que contribuyan a políticas públicas como la
Ley de Gestión Sostenible de Suelos Agropecuarios (SIGESS), actualmente en
trámite legislativo.
La gerenta de la
sede INFOR Biobío y Ñuble, Karina Luengo, destacó el alcance de esta iniciativa:
“Este Centro
Experimental reafirma nuestra mirada territorial. Estamos aquí, especialmente
en Ñuble, para cooperar en su desarrollo, impulsando prácticas más sostenibles,
generando información valiosa y soluciones concretas de recuperación productiva
para las personas del territorio”.
Entre las acciones
ya en marcha destaca la instalación de una cortina cortaviento agroforestal de
tres hileras, con especies nativas como quillay, maitén y huingán, a un
distanciamiento técnico que garantiza su éxito silvícola. Esta estructura
natural no solo actúa como barrera de protección ante vientos y fenómenos
climáticos, sino que también crea condiciones favorables para otras actividades
productivas dentro del predio.
Cada planta es
establecida mediante una casilla de 40x40x40 cm, fertilizada y protegida
individualmente con malla raschel al 80%, para mitigar daños de animales
menores y condiciones extremas. Esta intervención permite proyectar una zona de
protección equivalente a cinco veces la altura final de la cortina, generando
beneficios ambientales, productivos y sociales.
Por su parte, el
director regional del SAG, Osvaldo Alcayaga, valoró el impacto del CERA en el
territorio, quien destacó que “el centro tendrá una importancia gravitante,
porque será de gran utilidad para los campesinos y agricultores, que podrán
experimentar, aprender y ver qué se adapta mejor a su realidad. Sobre todo,
para los propietarios de terrenos de secano, sectores que están con degradación
de suelo y donde es necesario, implementar buenas prácticas, que mejoren la
condición de forestería, con especies apibotánicas de interés y de conservación
de suelo”.
Finalmente, el
doctor Alejandro Lucero, encargado de la Línea de Investigación de Sistemas
Agroforestales de INFOR y administrador técnico del CERA, explicó que las
actividades que se desarrollan en el centro se enmarcan dentro de un plan de
ordenación territorial donde se establecerán diferentes sistemas agroforestales
y de diversificación forestal, y tendrán un efecto más allá de Ñuble:
“No sólo
beneficiarán a esta región. Sus resultados podrán ser replicados en Maule y
Biobío e incluso a otras regiones, facilitando la elaboración de prescripciones
técnicas para el proyecto de ley en discusión”.
Este convenio
entre INFOR y el SAG consolida un trabajo conjunto orientado a la innovación,
resiliencia y sostenibilidad del sector agropecuario, contribuyendo al
desarrollo rural de Ñuble y al diseño de soluciones concretas frente a los
desafíos climáticos y productivos del país, dijo Lucero.

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