Diversificación frutícola en Ñuble: destacan avances de emblemático proyecto de INIA tras primer año de ejecución
Diversificación frutícola en Ñuble: destacan avances de
emblemático proyecto de INIA tras primer año de ejecución
• Resultados de la
iniciativa impulsada por el Gobierno Regional de Ñuble y ejecutada por INIA
Quilamapu fueron presentados ante el Comité de Seguimiento, integrado también
por representantes del Core, agricultores e Indap.
• Actores del sector prevén
un significativo incremento de exportaciones en tres años.
La Región de Ñuble continúa
consolidando su impulso frutícola con el avance del proyecto “Fruticultura
sostenible y resiliente al cambio climático”, iniciativa ejecutada por el
Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Quilamapu, y financiada por el
Gobierno Regional. El programa busca diversificar la matriz productiva mediante
la introducción de macadamia, pistacho y calafate, además de fortalecer el
desarrollo del castaño marrón en la precordillera y de la papaya en la zona
costera.
En la reciente Reunión del Comité
de Seguimiento, el investigador de INIA Quilamapu y jefe del proyecto, Jorge
Retamal, presentó un completo informe tras el primer año de ejecución —de tres
en total—, subrayando el cumplimiento de las actividades científicas, técnicas
y de transferencia comprometidas, especialmente con los cerca de mil
productores de las 21 comunas de Ñuble vinculados a la iniciativa.
Agricultores proyectan un
impacto regional sin precedentes
El presidente de la Asociación de
Agricultores de Ñuble, Carlos González, valoró el ritmo y la calidad del
trabajo realizado, señalando que la iniciativa “va dentro de los tiempos y
pautas comprometidas”. Afirmó que el proyecto “será un éxito total” que contribuirá
al desarrollo productivo de los agricultores, ya que la incorporación de nuevas
especies frutales significará, con el tiempo, “mayores divisas que van a entrar
a la región de Ñuble”.
González resaltó el aporte del
proyecto al futuro exportador de la región, que en los últimos años muestra un
importante crecimiento. Indicó que existe un 40 o 50 % de huertos frutales que
todavía no entran en plena producción. “Tenemos un estimativo de que deberíamos
llegar al mínimo a los 300 millones de dólares de aquí a unos tres o cuatro
años más”. Explicó que ello se vería favorecido por la instalación de nuevas
exportadoras en Ñuble.
Añadió que, dado que el 60 % de
la región es rural, el futuro económico de Ñuble “depende directamente de la
agricultura”.
Fruticultura como motor de
innovación y desarrollo
Para Carmen Navarrete, jefa
subrogante de la División de Fomento a la Industria del Gobierno Regional, el
proyecto Frutales es “emblemático” y dará una nueva perspectiva a la
agricultura de Ñuble, ya que fomentará la asociatividad, permitiendo proyectar productos
como la papaya, el pistacho o la macadamia hacia mercados nacionales e incluso
internacionales.
Navarrete indicó que el proyecto
se alinea con los ejes regionales de agricultura e innovación, valorando el
trabajo de INIA en el desarrollo de plantas de frutales in vitro, que luego
serán entregadas a los productores.
Confianza técnica y esperanza
para el sector
El consejero regional por
Punilla, Pablo Jiménez, reconoció el carácter transformador del proyecto y la
seriedad técnica con que ha trabajado INIA. “Este programa trae mucha esperanza
para el desarrollo frutícola de la región, donde hay agricultores de todas las
comunas que van a ser beneficiados”.
Jiménez explicó que el cambio
climático ha abierto nuevas oportunidades para frutales que antes no podían
desarrollarse en Ñuble. “Esto se vislumbra como algo muy positivo”, poniendo
énfasis en el interés de los agricultores debido a la mayor rentabilidad
esperada. En este aspecto, señaló que “la esperanza está centrada en la
fruticultura”.
Ciencia y sostenibilidad para
la nueva fruticultura regional
El director regional de INIA
Quilamapu, Javier Chilian, afirmó que el Proyecto Frutales se inserta en un
programa mayor que busca posicionar a Ñuble como un polo frutícola nacional
basado en la sostenibilidad.
Detalló, en ese contexto, que INIA
creó en 2023 el Programa de Mejoramiento Genético de Frutales, incorporando
especies de alto potencial y ampliando la investigación, que inicialmente se
centraba solo en manzanos. Agregó que un equipo multidisciplinario compuesto
por una veintena de investigadoras e investigadores respalda el desarrollo
frutícola desde áreas como fitopatología, agricultura digital y de precisión,
fitotecnia, agrometeorología, fertilidad, riego, bioestimulantes, bioinsumos,
química ecológica y entomología, entre otras.
“Introducir nuevas especies no es
suficiente: debe ir acompañado de un manejo agronómico avanzado y sostenible,
respaldado por un equipo multidisciplinario”, sentenció Chilian.
Tras su primer año de avance, el
Proyecto Frutales en Ñuble se consolida como una iniciativa estratégica para
enfrentar el cambio climático, diversificar la producción y proyectar a la
región como un referente nacional en fruticultura sostenible.
A la reunión de evaluación
asistieron también Marcos Prado, presidente de la mesa de Fomento Productivo;
Jonathan Durán, de Indap; Fernando Garrido, de INIA; y Demy Olmos, ejecutivo
del Gobierno Regional de Ñuble.

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